LA QUINTA ES LA VENCIDA

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
LA QUINTA ES LA VENCIDA
Por Héctor Barrios Fernández


Para la temporada de 1989 el lanzador de los Azulejos de Toronto Dave Stieb había sufrido bastante con sus previos dos intentos fallidos de conseguir un juego sin hit ni carrera, al llegar al noveno inning con dos outs en juegos consecutivos en la temporada anterior.
El 4 de agosto de 1989, el derecho de 32 años nativo de Santa Ana, California, se paró en el montículo del SkyDome, a un out del juego perfecto.
No había permitido hit, ni había otorgado base por bolas y su cuadro no había cometido error contra los visitantes Yankees de New York.
Roberto Kelly representaba el potencial y final out 27, estaba en cuenta de 2-0 cuando conectó una línea por sobre la tercera base para un limpio doblete para el primer hit Yankee.
La multitud de cerca de 49,000 aficionados ya se encontraban de pie para una celebración, después de recuperarse de la terrible sorpresa, brindaron a Dave una gran ovación.
A muchos lanzadores se les han escapado juegos sin hit de último momento.
Tom Seaver perdió tres potenciales juegos sin hit en el noveno inning en 1970 lanzando para los Mets de New York antes de conseguir uno como miembro de los Rojos de Cincinnati en 1978.
También Yu Darvish perdió juegos sin hit en 2013, y en 2014 el anotador oficial cambió su decisión previa y una vez terminado el desafío le dio hit a David Ortiz en un batazo al principio del juego.
Cy Young, Dazzy Vance, Grover Cleveland Alexander y Curt Schilling se perdieron, con dos outs en el noveno inning, de lanzar juegos sin hit.
Pero ningún lanzador de Grandes Ligas ha batallado tanto para conseguir uno de esa categoría como Dave Stieb.
El 24 de agosto de 1985 llegó al noveno inning en el Comiskey Park de Chicago lanzando un juego sin hit, enseguida permitió cuadrangulares espalda con espalda de Rudy Law y Bryan Little.
Enseguida el manejador Bobby Cox lo retiró del montículo y llamó al relevista Gary Lavelle.
El 24 de septiembre de 1988 en Cleveland, Stieb no se sentía muy cómodo, sin embargo tenía a los Indios sin hit hasta el octavo inning con dos fuera.
Enseguida vino Julio Franco y conectó un batazo hacia el lado derecho del cuadro en lo que parecía una jugada de rutina, pero la pelota golpeó entre el pasto y la tierra y dio un bote tan alto que techó al segunda base Manuel Lee y como si nada se fue hasta el jardín central para el primer hit del juego para Cleveland.
El receptor Whitt se dirigió a la loma para consolar a Dave, dio unas palmaditas en su barriga y regresó a su posición.
Stieb solamente sonrió como lo hiciera Chapman en la Serie Mundial después del cuadrangular.
Enseguida dominó a Dave Clark en elevado al jardín central para una victoria de una a cero, con un hit aceptado y un juego completo.
Stieb tuvo la oportunidad de vengar ese mal momento, seis días más tarde en su siguiente apertura contra los Orioles de Baltimore.
Parecía listo para hacer historia, se había enfrentado a 26 bateadores y a todos los había regresado a la cueva.
Había golpeado a Joe Osulak con un lanzamiento en el cuarto inning y dio base por bolas a Pete Stanicek en el séptimo pero Toronto retiró a ambos bateadores en jugadas de doble play.
El manejador de los Orioles Frank Robinson, mandó a batear de emergente por el lanzador Jeff Ballard a Jim Traber.
Dos outs en el noveno y Traber haciendo un “swing” de “bat quebrado,” conectó por sobre la cabeza del primera base Fred McGriff.
Stieb dominó a Orsulak con una rola a tercera para una victoria de 4-0, un juego completo y su tercero de un solo hit.
De nuevo en el noveno inning, Dave Stieb se perdió de lanzar juego sin hit en menos de una semana.
El primero por un mal bote de la pelota y ahora éste.
El 2 de septiembre de 1990, con dos outs en la parte baja del noveno, Jerry Browne conectó una fuerte línea al jardín derecho y parecía que Stieb una vez más perdería su sin hit.
Pero Junior Félix se echó dos pasos hacia atrás, atrapó la pelota con una mano y levantó sus puños para festejar.
Dave Stieb había lanzado el primer juego sin hit ni carrera en la historia de los Azulejos de Toronto.
El sonriente lanzador puso la mano sobre su cabeza lleno de asombro y su receptor Pat Border lo felicitó con un fuerte abrazo.


Recordemos que el mexicano Marco Estrada de los mismos Blue Jays de Toronto, el 19 de junio del 2015 llegó al octavo inning sin permitir hit ni carrera cuando también en un “swing” de bat quebrado, Johnny Paredes conecto un “podridito” y adiós “sin hit.”
El destino no contento con eso, cinco días después Marco llegó al octavo inning sin permitir hit, antes de que llegara Logan Forsythe y le conectara el primero que por cierto fue dentro del cuadro.
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