MUJERES EN EL BÉISBOL

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
MUJERES EN EL BÉISBOL
Por Héctor Barrios Fernández

Casi desde el principio, las mujeres fueron parte de la escena del béisbol. Tanto en los días de campo como en las reuniones sociales, con amigos y familia, las mujeres con sus vestidos estilo “Victoriano”, ya jugaban al béisbol, corrían las bases, hacían jugadas al campo y tomaban sus turnos al bat.
Se percibía que la violencia en el béisbol, como las peleas entre los aficionados, los abucheos, el lanzamiento de objetos al campo de juego, la violencia entre los jugadores y los umpires, se presentaba mucho menos cuando las mujeres estaban en el estadio.
Los equipos colocaron carpas y refrescos para uso exclusivo de las mujeres aficionadas al juego.
El cobro de admisión, a menudo no se hacía a las mujeres.
El “Día de Damas”, se ideó en el siglo XIX como una promoción.
Fue diseñada para atraer a las mujeres al juego, ayudando a incrementar la asistencia y a calmar el fervor y la ocasional indisciplina de las multitudes.
Hubo mujeres que optaron por su derecho a jugar béisbol, organizando equipos.
Algunas escuelas, buscando formas de mayor ejercicio para las mujeres, organizaron y formaron equipos recreacionales en la década de los 1860s.
Pronto más organizaciones educativas siguieron el ejemplo.
Ninguno de esos equipos perduró, por la presión de desaprobación que ejercían las mamás de las alumnas, por tratarse de una actividad peligrosa.
En 1880, el Colegio Smith, intentó organizar y establecer el béisbol para mujeres.

La misma actitud de rechazo se presentó.
Sin embargo pronto surgieron equipos femeninos que con sus giras por el país  atrajeron a grandes cantidades de fanáticos.
Empresarios visionarios, organizaron equipos de mujeres para realizar novedosas giras por todo Estados Unidos.
Las “Rubias” de Springfield y las “Morenas” son reconocidas como los primeros equipos de este tipo.
Sin embargo el “machismo” de esos días, como los actuales, acabaron con ese tipo de espectáculos, los que provocaron comentarios como:
“… es un espectáculo impropio para mujeres…”
En 1883, algunos promotores en Filadelfia organizaron dos equipos, las “Medias Rojas” y las “Medias Azules”. El no cobrar por presenciar el espectáculo y la novedad de éste, atrajeron a más de 500 espectadoras al primer encuentro en New Jersey.

Para la década de los 1890s, los equipos femeninos, algunas veces descritos como “chicas florecientes”, fueron muy populares.
Al ir teniendo cada vez más aceptación, un equipo varonil en Pensilvania, alineó a una mujer lanzadora, con la finalidad de atraer mayor cantidad de público.
Aunque solamente lanzó parte del noveno inning, un periódico local comentó: “Para ser mujer, ella lo hizo bastante bien”.
En términos generales, el prejuicio contra las mujeres participando en equipos del béisbol organizado, fue un hecho desagradable en el siglo antepasado, en el pasado e increíblemente en el presente, lo cual debemos de borrar de nuestras costumbres y cultura a la voz de ya.

Aún así, el 12 de marzo de 1892, ante la Asamblea Nacional en el Estado de New York, fue propuesto que: “se prohibiera el empleo de mujeres como jugadoras de béisbol”.
Para fortuna del béisbol cada día aparecen más mujeres que se involucran en este deporte, ya sea como directivas, umpires y me entero que los Atléticos de Oakland contrataron a una mujer para labores de entrenadora o “coach”.
Mi Madre, mi Esposa, mis Nietas, son mujeres que brillan con luz propia y habiendo tenido la fortuna de conocer y tratar a mujeres también muy capaces en su diario quehacer, tanto en la ciencia, el arte, el deporte, la cultura, la comunicación, como mis maestras, doctoras, dentistas, compañeras de trabajo, etc, quiero dejar constancia de mi admiración y respeto por todas ellas hoy en su día, 8 de marzo.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com