Armando Quijada: descanse en paz

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Al Bat
Armando Quijada: descanse en paz
Por Jesús Alberto Rubio.

Cuando un amigo se va…
Un hermano en el camino; en el compañerismo sano, grato, amable…
Un amigo en la vida.
Una partida física repentina que no se puede aceptar.
En paz descanse, Armando.
Armando “Polilla” Quijada Bórquez, ha sido de los contados jugadores de la Universidad de Sonora que llegaron a ocupar un importante sitio en el beisbol amateur y profesional de México.

Esto se valora con mayor dimensión hoy en el deceso del gran amigo aquí en Hermosillo, compañero desde la época de nuestros estudios de Secundaria y Preparatoria de la Universidad de Sonora.
Cuando estudiante de educación primaria fue jardinero y pitcher, pero ya en su etapa juvenil, un brillante jugador juvenil como tercera base.
Precisamente, en 1971, jugando esa posición con el equipo de la Preparatoria Central de la Unison, llamó la atención del entrenador de la selección Buhos, el Maestro Gustavo Hodgers Rico, quien lo invitó a que se convirtiera en lanzador aprovechando su potencia en su brazo derecho.
Imposible olvidar ese momento al ser testigos del potencial que vio el Maestro Hodgers en él como futuro lanzador.
Y así fue: mejor decisión no pudo haber tomado el inolvidable entrenador.
Armando Quijada, incorporado al equipo “grande” de la institución, demostró su talento y alta capacidad en su nuevo rol, destacando por su fuerza y entrega sobre la loma, además de combinar tales atributos con su poderoso bateo.
A partir de 1971-1972, “El Polilla” Quijada pasó a ser figura central en el equipo universitario.

Selección Búhos de la Universidad de Sonora en 1971-1972: Arriba: Profr. Gustavo Hodgers, Ramón “Indio” Barreras, Ernesto “Netón” Andrade (+), Manuel “Cotorra” Montaño, Miguel Ortega, Francisco “Paco” Navarrete, José María “Indio” Aguirre, Víctor Manuel “Nene” Barreras y Guillermo “El Zurdo” Osorio. En medio: Julio Alfonso “Zoilo” Espinoza, Francisco “Zurdo/La Liebre” Sánchez, Manuel “Catuti” Lucero, Enrique Efrén “Pollito” Mayorga, César Ochoa, Francisco Chá (+), José Antonio “La Tuza” Bracamontes Y Miguel Nichols Flores. Hincados: Alberto “La Cuca” Maldonado, Sergio “Buitre” Valenzuela, Raúl Fimbres, Jesús Alberto Rubio; los batboys César Sánchez y Fernando Hodgers Isibasi, así como Armando “Polilla” Quijada.
Por ello, como pitcher estelar fue campeón estatal con los búhos de 1972 a 1978, siendo JMV en el de 1976 al registrar 2-0 en ganados y perdidos. En esta etapa acumuló 10-1.
Armando Quijada combinaba a la perfección sus estudios en la Escuela de Agricultura y Ganadería con su carrera en el beisbol universitario.
En aquella primera parte de los años 70 ya jugaba en la selección universitaria al lado Ramón “Indio” Barreras (+), Ernesto “Netón” Andrade (+), Manuel “Cotorra” Montaño, Miguel Ortega Romero, Francisco “Paco” Navarrete, José María “Indio” Aguirre, Víctor Manuel “Nene” Barreras, Oscar Parra, Guillermo “El Zurdo” Osorio, Armando Gaxiola, Manuel “Gato” de la Cruz, Ricardo “Bombillo” López (+), Germán Encinas, Guadalupe López, Rodrigo Murrieta Martínez Francisco “Dadá” Burruel, Manuel Martínez, Francisco “Chico” León, José María Martínez, Julio Alfonso “Zoilo” Espinoza y  Carlos Pérez.
También figuraban Francisco “Zurdo/La Liebre” Sánchez, Manuel “Catuti” Lucero, Enrique Efrén “Pollito” Mayorga, César Ochoa (+), Francisco Chá (+), José Antonio “La Tuza” Bracamontes, Miguel Nichols Flores. Alberto “La Cuca” Maldonado, Sergio “Buitre” Valenzuela(+), Raúl “Musaraña” Fimbres, Rodolfo Larios Velarde (ya como auxiliar del Maestro Hodgers en ese periodo);  los bat boys César Sánchez y Fernando Hodgers Isibasi… y, entre otros que escapan a la memoria en este instante,  un servidor.
En esos años participó en seis campeonatos nacionales; en 1976, en Chihuahua fue pitcher campeón (3-0), ayudando a la coronación de nuestro seleccionado sonorense.

Estas actuaciones le hicieron merecedor de formar parte del equipo mexicano amateur:
En 1975, en el Torneo Internacional celebrado en Mérida, Yucatán, enfrentó a los seleccionados de Cuba, El Salvador y Belice.
De ahí se fue a los V Juegos Panamericanos (1975), teniendo récord de 1-1.
Luego, en 1976, acompañó al seleccionado nacional en una gira por Europa; a Italia le ganó 5-0 y a España les lanzó juego sin hit ni carrera.
El mismo año participa en el Mundial de Beisbol en Cartagena, Colombia (0-0).

En 1978 asistió al Mundial en Bologna, Italia, donde terminó con 2-0, impactando en un juego contra Bélgica al abanicar a 16, ganándoles 7-1.
Su notable trayectoria en el beisbol amateur y universitario le llevaría a tomar la decisión de saltar al terreno profesional en la Liga Mexicana de Beisbol.
Armando vio acción en siete campeonatos estatales, cinco nacionales, dos mundiales, un panamericano y cinco años como seleccionado de México.
Al concluir su carrera universitaria  –Ingeniero Agrónomo– jugaría a partir de 1979 cinco años en la Liga Mexicana de Beisbol con los Cafeteros de Córdoba y Azules de Coatzacoalcos.
Más tarde, ya retirado como pelotero activo, por sus altos méritos como amateur y profesional, en el año 2000 ingresaría al Salón de la Fama del Deportista Sonorense.
Descansa en paz, Armando.