COMPILACIÓN BEISBOLERA OCHO

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
COMPILACIÓN BEISBOLERA OCHO
Por Héctor Barrios Fernández

“Cuando comencé a jugar, pensé que éramos inferiores a los jugadores blancos”, dijo James Moore, ex jugador de las Ligas Negras.
Pero jugué contra muchos peloteros de Grandes Ligas.
Nosotros les ganamos muchas veces y muchas veces ellos nos vencieron.
Me di cuenta que eran humanos y nosotros también.
Esto me hizo sentir lo suficientemente bien como para batear la pelota contra muchachos que estaban en Grandes Ligas.”
Muchos jugadores de color, han ganado un lugar en el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown.

No sé qué cosa será peor, no haber ganado una Serie Mundial desde 1908 o no haber estado en ningún juego de ese tipo desde 1945.
Tal cosa sucedió a los Cachorros de Chicago, hasta que por fin llegaron y la ganaron en el 2016.
Ese infortunio de los Cachorros se atribuye a la llamada “maldición de la cabra.”
Para el cuarto juego de la Serie Mundial de 1945 entre Cachorros y Tigres, Billy Sianis compró un par de boletos con la intención de ir a apoyar a los dueños del Wrigley Field.
No se sabe si a la mera hora a Sianis se le hizo para atrás su invitado(a) o el plan era hacerse acompañar de su mascota, la cabra Murphy, también se desconoce si había algún tipo de relación sentimental entre Billy y Murphy, lo que sí se sabe es que Sianis, salvó la vida de Murphy, ya que ésta había caído de un camión en movimiento.
En su vestimenta, la cabra llevaba una leyenda que decía: “tenemos a la cabra de Detroit;” lo cual provocó una fuerte discusión entre Sianis y el personal de seguridad del estadio.
Cabra y dueño tomaron finalmente sus asientos y el juego comenzó.
Echaron porras a su equipo por algunas entradas, hasta que Phillip Knight Wrigley pidió al personal de seguridad que expulsaran del estadio a Sianis con todo y su cabra Murphy, argumentando que por el olor que la cabra desprendía, se entendía que no había probado baño desde hacía tiempo.
Antes de ser expulsados del estadio, Sianis, entre otras cosas, lanzó su maldición y aseguró que los Cachorros, nunca volverían a jugar una Serie Mundial en el Wrigley Field, mientras escuchaba esto, con sus extremidades, Murphy trazó unos compases mágicos en el suelo.
Los Cachorros perdieron ese juego y también la serie.
Muy a pesar de los equipazos que formaban, no lograban llegar y menos ganar una Serie Mundial.
Sianis murió en 1970, pero la maldición continuaba.
Algunos hasta propusieron poner a los Cachorros y al estadio Wrigley en manos de un exorcista, otros, aseguran que si los Cachorros llegaban a la Serie Mundial, sería el fin del mundo o cosas peores si la ganan.
Sin duda una historia por demás absurda, pero… siempre se recomendó prudencia.

El 15 de marzo de 1963 ante 25 mil aficionados en el parque del Seguro Social se enfrentaron los Medias Blancas de Chicago y los Tigres de la Cd. Mx.
Por los Tigres alinearon Pompeyo Davalillo, Fernando Remes, Rubén Esquivias, Ricardo Garza, Armando Murillo, Manuel Ponce, Pancho García, Cruz Ramírez y Pepe Leyva.
Chicago empató a tres en la octava y en la 10 se fueron arriba 5-3 ante Pepe Leyva que lanzó toda la ruta.
En el cierre Denny McLain regala base a Murillo y Garza, viene el nudillero Eddie Fisher al relevo y otro de Mexicali, Manuel Ponce le deja un hermoso toque para un infield hit y las bases se llenan para Pancho García, al segundo lanzamiento el papá de Karim la deposita al otro lado de la barda para dejar regados por todo el campo a los Medias Blancas.
Juego de práctica pero tarde de gloria para el béisbol mexicano.

Ray Grimes, inició su carrera con los Medias Rojas de Boston en 1921, al año siguiente pasó a los Cachorros de Chicago en donde tuvo sus mejores temporadas.
Durante la de 1922 entre el 27 de junio y el 23 de julio tuvo una racha de 17 juegos seguidos produciendo al menos una carrera por juego para todo un record.
Hack Wilson también de los cachorros tiene el record de más carreras producidas en una temporada con 191, pero nunca se acercó al impuesto por Ray Grimes.

Los Yankees de New York ganaron la Serie Mundial el 2009, sin embargo el 18 de abril de ese año, los Indios de Cleveland les hicieron la vida pesada al derrotarlos en su propio parque 22-4, haciéndoles 14 carreras en la segunda entrada.
El 29 de julio de 1928, los mismos Indios los derrotaron 24-6.
En fecha más reciente, el 31 de agosto del 2004, otra vez los Indios los derrotaron 22-0, Esteban Loaiza cooperó aceptando 6 carreras.
A su favor tienen que el 13 de agosto de 1939, abusaron de los Atléticos al caerles 21-0 en Filadelfia.

Un juego celebrado en la Liga de Texas en 1902, el equipo de Corsicana venció al Texarcana 51-3, se conectaron 21 cuadrangulares.
Nig Clarke conectó de 8-8, siendo ocho para la calle.
Posteriormente Clarke llegó a Ligas Mayores, jugó para varios equipos.
En 506 juegos conectó 6 jonrones.

Ron Necciai tenía 19 años cuando el 13 de mayo de 1932, ponchó a 27 bateadores de los Welch Miners de Bristol en la Appalachian League.
En la tercera entrada un bateador conectó una rola al cuadro para el out, pero en la novena, el receptor cometió un passed ball sobre el tercer strike lo cual permitió que Necciai ponchara a cuatro bateadores en esa última entrada para un total de 27.
Todo el juego batalló con el malestar de una úlcera.
Al siguiente juego “solamente” ponchó a 24 y sintió que algo andaba mal.
Lo subieron a MLB con los Piratas y tuvo récord de 1-6 y 7.08 en carreras limpias.
Fue reclutado por el ejército pero lo enviaron a casa por su padecimiento, se retiró del béisbol y su úlcera desapareció.

Las “Arañas” de Cleveland de 1899 terminaron con récord de 20 ganados y 134 perdidos, con ello se convirtieron en el peor equipo de la Liga Nacional y de cualquier liga mayor que haya existido.
Cabe destacar que en ese tiempo aún no existía la Liga Americana.

En 1959 los Tigres de la Cd.Mx., terminaron con récord de 39 ganados y 104 perdidos, a saber fue la primera vez que un equipo perdió más de 100 juegos, terminaron a 43.5 juegos del primer lugar.
Nadie en su sano juicio podía haber pronosticado que pronto serían campeones.
Eso sucedió a la temporada siguiente en 1960 cuando fueron campeones de la Liga Mexicana.
Luis Tiant, Memo Luna y Arturo Cacheux fueron los pilares del pitcheo. Desde 1958 apareció en ese equipo Rubén Esquivias que pronto llegaría a formar parte del famoso cuadro del millón.
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