CONNIE MACK

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
CORNELIUS McGILLICUDDY “CONNIE MACK”
Por Héctor Barrios Fernández

El mundo entraba a una nueva etapa, después de una de las vergüenzas de la humanidad; la segunda guerra mundial, los jóvenes aficionados al béisbol se preguntaban quién era ese hombre alto, con cabello grisáceo en el dugout de los Atléticos de Filadelfia.
¿Era realmente el manejador del equipo?
¿Siempre se vestía de traje?
¿Qué edad tenía?
Los papás informaban a sus hijos que él era el Sr. Connie Mack, conocido como “el gran viejo del juego.”
Mack había manejado y era co-propietario de los Atléticos de Filadelfia desde 1901, mantendría ambas posiciones hasta su retiro a la edad de 88 años en 1950.
Mientras otros manejadores vestían con uniformes holgados, Mack, terco, escupiendo tabaco, vestía con traje formal y un sobrero muy característico de él mismo que lo hacía parecer noble y justo con los demás.
Raramente levantaba la voz y nunca expresaba maldiciones.
Con sus jugadores era a la vez extraño y justo, aún hasta cuando tuvo temporadas de 100 juegos perdidos o más.
Se deleitaba con la vista, sonidos y la gente en el parque de pelota.
Así es como los adultos conocieron a Connie Mack.
Sin embargo, pocos reconocían su arduo trabajo como jugador de béisbol a finales de los 1800s.

Cuando Mack se incorporó al béisbol profesional en 1886, el deporte era más bien asunto de hombres.
El receptor usaba un guante que más bien parecía un “pancake,” una pechera y una primitiva careta, sin usar rodilleras.
En 1892 los lanzadores hacían los lanzamientos desde una distancia de 50 pies en lugar de 60.6 como se hace ahora.
Algunos receptores podían soportar algunas docenas de juegos al año detrás del plato, pero Mack, a pesar de su estatura y su complexión delgada, jugaba esa posición en más juegos que la mayoría de otros receptores. Jugaba tan fuerte que a menudo deliberadamente metía su guante al bat cuando los bateadores hacían swing.
Eran los tiempos en que cualquier “foul tip” atrapado, era out, aún en el primer lanzamiento.
Muchas veces cuando el bateador fallaba, Mack imitaba el sonido del “foul tip” para engañar al umpire.
Connie manejó a los Piratas de Pittsburgh a mediados de los 1890s.
Ya que su equipo era famoso por anotar pocas carreras, Mack congelaba las pelotas antes de los juegos.
Aparte de eso, seguía siendo un destacado manejador.
En 1901, el primer año de la Liga Americana, se hizo cargo de los Atléticos de Filadelfia, un equipo que él mismo bautizó.
Por los siguientes 50 años los Atléticos fueron tanto una dinastía como buen equipo, como extremadamente malos.


Ganaron cuatro veces la Liga Americana y tres Series Mundiales de 1910 a 1914, finalizando después en el sótano por ocho años consecutivos.
Entre 1929 y 1931, los Atléticos se cotizan entre los equipos más grandiosos que han existido, con miembros de categoría de Salón de la Fama como Jimmie Foxx, Al Simmons, Mickey Cochrane y Lefty Grove.
Connie Mack llegó a no tener socios como dueño de los Atléticos.
Cuando la asistencia de aficionados bajó, no tuvo los recursos financieros para pagar salarios competitivos.
Como resultado, los Atléticos de 1935 a 1950, finalizaron en el sótano en 10 temporadas.
Connie concluyó su carrera como manejador con el record para cualquier estratega con 3,582 juegos ganados.
Tiene una frase famosa cuando dijo:
“… no puedes ganar todos los juegos,” y no lo hizo.
También tiene un record que parece que nunca será alcanzado de 3,841 derrotas.
Esto puede ser imposible si sumamos sus años de carrera en el béisbol que fueron desde 1886 como jugador hasta 1950 como manejador.
Walter Wellesley “Red” Smith, en su época, famoso escritor de deportes, resume a Connie Mack con las siguientes palabras:
“Connie apareció en el béisbol cuando era un juego de matones, vio como el béisbol se volvió respetable, vivió para ser un símbolo de integridad y lo disfrutó a cada minuto.”
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com