EL BÉISBOL EN LA RADIO

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
BÉISBOL EN LA RADIO 2
Por Héctor Barrios Fernández

Si algo ha sido importante para la difusión de los actos de la humanidad y del béisbol en particular, ha sido la radio.
Recuerdo con nostalgia que cuando niño en el rancho de mis abuelos, montando a caballo (cuando me podían y yo podía también) arriando ganado en el campo y el radio de transistores en el bolsillo de la camisa escuchando a los cronistas de mi ciudad narrando el béisbol de los domingos.
En las frías noches invernales, a Fausto Soto Silva a través de la “Grande de Sonora,” que desde Hermosillo se escuchaba hasta Ensenada casi como estación local o mejor, a Alfonso Araujo Bojórquez en la XEOX de Ciudad Obregón o a Jaime Jarrín desde Dodger Stadium por “Radio 95,” también potentes emisoras, me daba la impresión que hasta el caballo se emocionaba con las buenas jugadas y los excelentes cronistas, obedeciendo mejor a las riendas.

RED BARBER-VIN SCULLY

La tarde del 5 de agosto de 1921, el cronista Harold Arlin proporcionó a los radio escuchas de la KDKA de Pittsburgh las jugadas del juego Piratas-Filis desde el Forbes Field de Pittsburgh.
Fue la primera vez que desde casa, los aficionados podían seguir las acciones del campo de juego, con sólo sintonizar sus radios.
Después en ese mismo año, la KDKA, junto con la WJZ de Newark, New Jersey y la WBZ de Massachusetts, transmitieron parte de la Serie Mundial.
El legendario periodista Grantland Rice narró los juegos para la KDKA. Durante la Serie Mundial de 1923, Rice hizo equipo con Graham McNamee.

HAROLD ARLIN

Aunque McNamee no conocía mucho acerca del deporte, tenía una buena voz para la radio y podía transmitir la acción en vívidos y coloridos detalles.
Es considerado uno de los más coloridos comentadores.
Durante esas primeras incursiones dentro del béisbol en la radio, los narradores de jugadas por jugadas no estaban presentes en el juego, sino que estaban en el estudio recreando la acción que recibían a través del cable telegráfico.
Esta técnica continuó por décadas, puesto que era más económico que las transmisiones en vivo.
Tales recreaciones requerían de la imaginación y creatividad de los cronistas y de los hombres encargados de los efectos de sonido, con el fin de aproximarse al drama que se estaba viviendo en el mismo parque de pelota.
Como muchas innovaciones tecnológicas, los dueños de los equipos de béisbol estaban escépticos acerca de cómo este nuevo medio afectaría su negocio.
El dueño de los Cachorros de Chicago, William Wrigley, a principios de 1924, permitió que los juegos de su equipo fueran transmitidos por varias estaciones, vio la oportunidad no solamente de promocionar a su equipo, sino también publicitar su goma de mascar.
Muchos de los dueños, sin embargo, temían que si los aficionados seguían las acciones de su equipo favorito a través de la radio y desde la comodidad de casita, dejarían de asistir al estadio.
Por lo tanto en ese tiempo la mayoría de los equipos, no permitieron las transmisiones por radio de sus juegos.
Los Rojos de Cincinnati se resistieron a ese rechazo y Harry Hartman de la WFBE en Cincinnati hacía comentarios regulares sobre las jugadas en 1930. Opinaba Hartman que la radio, “es el mejor medio para promocionar al béisbol.”
Cuando la “gran depresión” puso los precios de los boletos por las nubes, la radio pudo mantener al béisbol en las mentes de cada ciudadano.
Cincinnati continuó como líder en esta innovación cuando contrató a Larry MacPhail como gerente general en 1933.
MacPhail, quien más tarde fue pionero en la realización de juegos nocturnos en Cincinnati, contrató a Red Barber, un joven locutor de la WRUF de Florida.
Barber proporcionó los comentarios del juego inaugural Rojos-Cachorros en la temporada de 1934.
Aunque en lo particular no lo creo, pero se dice que este fue el primer juego de béisbol al que personalmente Barber asistía.
Barber pasó cinco años como cronista de los Rojos hasta que MacPhail, que recientemente había sido contratado por los Dodgers de Brooklyn, lo trajo a la Costa Este para ser el narrador de los Dodgers en 1939.
Antes de eso, todos los equipos de New York habían acordado prohibir las transmisiones de radio de sus juegos.
Barber pronto llegó a ser una institución en Brooklyn, muy querido por los aficionados y apreciado también por sus frases de las cuales no abusaba.

RED BARBER-MEL ALLEN-BILL CORUM

Barber fue por mucho tiempo de las voces distintivas de la radio, frases y rasgos vocales que ayudaron a traer viveza al juego mientras era escuchado por el público.
Otras leyendas que emergieron durante la “edad de oro” de la radio en los 1940s y 1950s, fueron Mel Allen (Yankees), Ernie Harwell (Gigantes, Orioles y Tigres), Harry Caray (Cardenales, Medias Blancas y Cachorros), Russ Hodges (Gigantes), Vin Scully (Dodgers), Curt Gowdy (Medias Rojas) y Jack Buck (Cardenales), Dick Enberg (Angelitos, Padres).
Ex jugadores como Dizzy Dean, Pee Wee Reese, Jerry Coleman, Ralph Kiner, Bob Uecker, Tony Kubek, Tim McCarver y Joe Garagiola, al terminar sus carreras ingresaron a las cabinas de radio, algunos llegaron a ser tan conocidos por su trabajo en el micrófono como por sus habilidades en el campo.
En México me vienen a la mente Mario “Toche” Peláez, José Tolentino, Fernando Valenzuela, Alex Treviño, Rodrigo López, por favor recuérdeme de otro(s).

JOSÉ TOLENTINO

La presencia de la radio en el béisbol creció, las corporaciones comenzaron a capitalizar el potencial que las transmisiones radiales podían traer.Los patrocinadores y la publicidad trajeron buenas ganancias a los equipos y a las estaciones.
Los derechos de patrocinio fueron vendidos directamente por las cadenas de radio para la Serie Mundial de 1934, después el Comisionado Kenesaw M. Landis vendió los derechos de transmisión para la Serie Mundial de 1935.
Aún con la llegada y proliferación de la televisión en las siguientes décadas, la radio y sus personalidades continuaron jugando un papel importante a la hora de traer el béisbol a una amplia audiencia.
Los temores en los 1920s, de que la radio sería la muerte del béisbol, fue por supuesto infundada, así que, por qué no abrir el camino a nuevas formas buscando una mejoría dentro del béisbol, en la gran mayoría de las veces habrá quienes se opongan y quienes apoyen las novedades.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com