EL PRIMER SINDICATO DE PELOTEROS

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
EL PRIMER SINDICATO DE PELOTEROS
Por Héctor Barrios Fernández

Ojo, este artículo está basado en hechos de la vida real y sucedió en los Estados Unidos casi cien años antes que en México.
Inmediatamente después de su nacimiento, el béisbol ha ido cambiando.
Al paso del tiempo sobreviven muchos aspectos: nueve innings, tres outs, cuatro bases, nueve jugadores al campo por cada lado, etc.
Otra constante que ha sobresalido a través de la historia es la batalla entre los jugadores y los dueños sobre sus salarios y contratos.
Una de las primeras representaciones de la frustración de los jugadores en no tener control sobre sus carreras es vista en una ilustración del periódico “Daily Graphic” de New York en 1888, la caricatura presenta a John Montgomery Ward, un jugador estrella de los Gigantes de N.Y., como parte de una subasta.

Al pie de la ilustración, aparecida tan sólo 25 años después de la Proclamación de Emancipación por Abraham Lincoln dice: “Días de Esclavitud de Nuevo”. Hubo un sentimiento creciente entre los peloteros de que el actual sistema los trataba poco más que una propiedad.
Montgomery Ward fue la fuerza para organizar a los jugadores profesionales en un Sindicato de Trabajadores a finales del siglo XIX.
Con la llegada del profesionalismo al béisbol en los 1870s, los dueños de los equipos lucharon por obtener una ganancia mientras tentaban a los jugadores con altos salarios.
La Liga Nacional en su Constitución en 1876, prohibió a los jugadores saltar de equipo en equipo en busca de más altos salarios durante la temporada, la mayoría de los jugadores firmaban contratos por un año y estaban libres para buscar mejores sueldos al final de cada temporada.
En septiembre de 1879, el Presidente de la Liga Nacional, William Hulbert, citando los terribles resultados financieros de la temporada anterior, proclamó que los salarios deberían rebajarse y que los jugadores estaban lesionando sus propios intereses al insistir en exorbitantes precios, Hulbert declaró que las demandas de salario de los jugadores estaban forzando a salir del negocio a los equipos que no podían cubrirlos, la mayoría de los equipos estaban operando con pérdidas o muy delgados márgenes y los salarios eran por mucho sus más grandes erogaciones, la solución para Hulbert y los dueños, fue dar autoridad a los equipos para que unilateralmente se “reservaran” el derecho para contratar jugadores para la siguiente temporada.
Los equipos podrían ejercer este derecho indefinidamente, no dando oportunidad de elección a los jugadores, solamente a re-firmar con su actual equipo y amarrándolos durante sus carreras, a menos o hasta que esos derechos fueran vendidos o cambiados a otro club.
La cláusula de reserva dejó al jugador sin oportunidad para negociar por mejores salarios o para decidir por él mismo dónde deseaba ser empleado.
Cualquier equipo que violara este acuerdo, firmando jugadores reservados, estaba sujeto a severas sanciones, incluyendo la expulsión de la liga y los jugadores que intentaran eludir este acuerdo serían puestos en la lista negra.
En 1883, la Liga Nacional se reunió con la National Association y la Liga del Noroeste, con el fin de imponer la paz entre las ligas competidoras y poner fin a la caza de jugadores, el resultado fue un acuerdo tripartito.
Cada liga acordó respetar el contrato y las cláusulas de reserva de los otros, además de limitar las oportunidades de los jugadores.
Recordemos que cuando la American Association se fundó en 1882, ésta no incluía una cláusula de reserva en sus contratos, lo cual provocó el éxodo de jugadores de la Liga Nacional a la nueva liga.
El acuerdo de 1883 también incrementó el número de jugadores reservados a 11 por equipo, superior a los 5 en el acuerdo de 1879, pronto se extendió a la lista completa, la cláusula de reserva se convirtió en un elemento obligatorio en cada contrato del jugador.
Justo al formarse la Liga Nacional y como una manera para detener el problema de los jugadores saltando a otros equipos, lo cual había fastidiado y molestado a la National Association, la expansión de la cláusula de reserva obligó a la formación de una nueva liga, fundada como rechazo a esa cláusula.
Establecida en 1884, los 12 equipos de la Union Association descartaron la cláusula y fue capaz de “piratear” jugadores de la Liga Nacional y de la American Association, los aficionados, dieron muy poco patrocinio a las tres Ligas Mayores y la Union Association desapareció después de una temporada.
A los jugadores que habían sido puestos en la “lista negra” por la Liga Nacional y la American Association por dar el salto a la Union Association se les permitió regresar en 1885, aunque no sin recibir algunos castigos.
Habiendo vencido este reto, la Liga Nacional firmó un nuevo Acuerdo Nacional con la American Association el 17 de octubre de 1885, además de expandir la cláusula de reserva para cubrir a más jugadores, el acuerdo imponía un máximo de 2,000 dólares como salario.
Aunque el tope salarial fue inefectivo, ya que los dueños continuaron pagando grandes dólares a los jugadores estrellas, ajustes a la cláusula de reserva, combinado con otros movimientos en cuanto a límites salariales, motivaron a que los jugadores tomaran acciones una vez más.
La renovada batalla contra la cláusula de reserva y el creciente poder de los dueños fue usado como punta de lanza por John Montgomery Ward.
Ward había sobresalido como un lanzador estrella de los Grises de Providence en 1878, lideró a la Liga Nacional en porcentaje de carreras limpias con 1.51, siendo un jovencito novato de 18 años de edad y después ganó 47 juegos para ser el máximo de la liga, jugando para los campeones Grises en 1879.
La siguiente temporada lanzó el segundo juego perfecto en la historia de la Liga Nacional, lesiones en su brazo de lanzar, lo forzaron a pasar más tiempo en los jardines, después llegó a ser el parador en corto de tiempo completo ya como miembro de los Gigantes de New York.
Mientras estaba mejorando en el campo, Montgomery estaba trabajando en su carrera de abogado en la Columbia University.
Con su educación adicional en leyes, Ward lideró a un grupo de compañeros para formar la “Fraternidad de Jugadores Profesionales de Béisbol”, justo días después de que el Acuerdo Nacional fuera firmado en 1885.
El propósito establecido por la Hermandad fue el de “proteger y beneficiar a sus miembros colectiva e individualmente, promoviendo altos estándares de conducta profesional y mejorar en el interés del Juego Nacional”.
En 1887, Montgomery Ward y su Hermandad habían establecido contactos en cada una de las ciudades con equipo de Ligas Mayores, incluyendo a más de cien miembros de la American Association y la Liga Nacional.
En un documentotitulado, ¿Es el jugador de béisbol una propiedad?, Montgomery Ward expuso la principal objeción a la cláusula de reserva y su impacto negativo para la liga y sus jugadores, Ward aseguraba que la regla dejaba sin escape a los jugadores y cualquier intento por reclamar sus derechos hizo de un jugador, un bandolero profesional.
En lugar de proporcionar un balance de estabilidad y competitividad, como había sido la justificación de los dueños, la cláusula de reserva fue de hecho usada como un instrumento para la manipulación del tráfico de jugadores, como un tipo de especulación en el ganado, el cual ellos estaban comprando, vendiendo y transfiriendo como cualquier oveja,la liga había venido a funcionar como una manera de hacer dinero para los dueños de los equipos.
En el otoño de 1888, el dueño del equipo de Indianapolis, John T. Brush propuso implementar un sistema que clasificaría a los jugadores de acuerdo a su habilidad y carácter, con diferentes niveles de salario para cada clase, esto sería la gota que derramaría el vaso.
Ward se puso en acción para crear una nueva liga que serviría a los intereses de los jugadores y los trataría por igual en la empresa del béisbol.
Para el siguiente otoño, Montgomery Ward y los miembros de la Hermandad rechazaron firmar sus contratos para la siguiente campaña, el 4 de noviembre de 1889, lanzaron un manifiesto, proclamando su intención de formar una nueva liga que no violaría los derechos individuales o naturales.
Con el rechazo de la Liga Nacional para escuchar sus quejas, Ward escribió que los jugadores fueron dejados sin opción.
La Liga de Jugadores, como fue llamada, operó como una especie de cooperativa, los equipos fueron administrados por mesas directivas que comprendían elementos tanto de los jugadores como de los inversionistas y los beneficios fueron repartidos entre ellos, los jugadores podrían tener acciones en sus equipos, lo cual era prohibido en la Liga Nacional y por supuesto no había cláusula de reserva.
Siete de los ocho equipos establecidos para la temporada de 1890 de la Liga de Jugadores, estaban en ciudades que también tenían equipos de la Liga Nacional, los peloteros se acomodaron en la Liga de Jugadores y mermaron los rosters de los equipos de la Liga Nacional, muchos de los veteranos y más destacados hicieron el salto, incluyendo a los futuros salones de la fama como Dan Brouthers, Roger Connor, Ed Delahanty, Hugh Duffy, Buck Ewing, Pud Galvin, Ned Hanlon, Tim Keefe, Mike “King” Kelly, Connie Mack y Charles “Old Hoss” Radbourn, por supuesto el mismo John Montgomery Ward, Charles Comiskey y Pete Browning estaban entre los peloteros llegados de la American Association.
Los dueños de los equipos de la Liga Nacional, liderados por Abert Spalding, denunciaron el movimiento como la revuelta de los jugadores, un esquema revolucionario, y una “conspiración.
Antes de la temporada de 1890, la Liga Nacional demandó a Ward por violar la cláusula de reserva de su contrato, pero la Suprema Corte del Estado de New York negó la solicitud para una orden judicial, porque los contratos de la Liga Nacional ligaba a un jugador a su equipo indefinidamente, además le daba el derecho para que unilateralmente despidiera a un jugador con solamente un aviso de 10 días de anticipación, el contrato carecía de “justicia y mutualidad”, así que la Liga de Jugadores abrió sus puertas en abril de 1890 junto con la Liga Nacional y la American Association.
La Liga de Jugadores superó a sus ligas rivales y la asistencia a los juegos continuó superando a la competencia a través del verano, al final, las tres ligas sufrieron de la ausencia de los aficionados, cansados de las peleas y los dimes y diretes sobre los salarios que estaban más allá de los sueños de los ciudadanos de la clase trabajadora, la asistencia a los parques bajó en relación a los años previos, los equipos perdieron dinero.
La reciente Liga de Jugadores estaba en una débil posición para resistir la dificultad.
Spalding y sus compañeros dueños de la Liga Nacional, entendieron las bajas financieras de su liga y trabajaron tras bambalinas para debilitar la confianza entre los financiadores de la Liga de Jugadores, muchos inversionistas cambiaron su lealtad y su dinero, regresando a la Liga Nacional, tal como había sucedido con la Union Association antes de esto, total que la Liga de Jugadores estaba muerta después de una temporada, los jugadores habían perdido en su rebelión.
A pesar de la solidaridad traída con la creación de la Hermandad de los Jugadores Profesionales de Béisbol y el nacimiento de su liga, la Liga Nacional  emergió de la pelea con un renovado compromiso para la cláusula de reserva y con una sujeción más fuerte en su creciente monopolio.
La American Association, se debilitó en la competencia con la Liga de Jugadores, desapareciendo después de la temporada de 1891, ineficientes desafíos a la cláusula de reserva serían lanzados en las siguientes décadas.
Otros esfuerzos por guiar a la Asociación para la Protección de los Jugadores Profesionales en 1900 y la Fraternidad de Jugadores Profesionales de Béisbol de los Estados Unidos en 1912, no tuvieron la fuerza para permanecer.
Envalentonados por la decisión de la Suprema Corte de los Estados Unidos en 1922 de declarar que las Ligas Mayores del Béisbol estaban exentas de las leyes antimonopolio, con el amplio poder de los dueños de los equipos que les daba la cláusula de reserva, permanecieron atrincherados hasta los 1970s.
Los jugadores de béisbol continuaron teniendo poco que decir en su empleo y los reclamos de ser tratados como bienes inmuebles.
Después de todo serían escuchados en décadas por venir.
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