LA PLUMA DE “CATFISH” HUNTER

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
LA PLUMA DE “CATFISH” HUNTER
Por Héctor Barrios Fernández

En 1974, Jim “Catfish” Hunter ganó el premio “Cy Young” de la Liga Americana al liderar en juegos ganados con 25 y porcentaje de carreras limpias admitidas de 2.49.
Fue la cuarta temporada seguida de Hunter con al menos 20 triunfos y la tercera consecutiva para Oakland como ganadores de la Serie Mundial.
En los tres triunfos del clásico de otoño para los Atléticos, Hunter tuvo record de 4-0 en cinco aperturas, en dos apariciones como relevista ganó un juego, salvó otro y tuvo 2.08 en carreras limpias.
Es claro que los Atléticos no podían haberlo hecho sin él.
Después de la temporada, Hunter se quejó de que el dueño de los Atléticos, Charlie Finley, no había pagado la segunda parte de su salario de $ 100,000 dólares.
El lanzador tomó la decisión de ir al arbitraje, no solamente para recuperar su dinero, sino para mantenerse firme en que la falta de cumplimiento por parte Finley, anulaba el acuerdo contractual.
El árbitro designado para el caso, falló a favor de Hunter.
El contrato fue invalidado y el lanzador de 28 años de edad fue declarado agente libre.
Estaba libre para negociar con cualquier equipo un nuevo contrato.
Múltiples apelaciones de Finley fueron desechadas en las cortes.
Casi todos los equipos de Ligas Mayores extendieron ofertas para el nuevo agente libre, pero solamente unos pocos pudieron acercarse a las pretensiones del lanzador.
Aunque los Royals de Kansas City y los Padres de San Diego reportaron haber hecho las mayores ofertas, fueron los Yankees de New York, quienes habían sido comprados por George Steinbrenner, dos años antes, quienes finalmente adquirieron los servicios de Hunter.

El 31 de diciembre de 1974, Jim “Catfish” Hunter, usó un bolígrafo de 39 centavos de dólar para firmar un contrato de cinco años y 3.35 millones de dólares con los Yankees de New York, 670,000 dólares por temporada.
El jugador mejor pagado en ese entonces era primera base de los Medias Blancas de Chicago, Dick Allen, cuyo sueldo fue de 250,000 dólares en 1974.
El millonario lanzador perdió los primeros tres juegos como Yankee, pero pronto encontró el camino victorioso.
Hunter finalizó esa temporada con 23 juegos ganados, de nuevo el líder en la Liga Americana, finalizando en segundo lugar en la votación para el premio “Cy Young.
El número de victorias de Hunter decayó a 17 en 1976, pero ayudó a los Yankees a llegar a su primera Serie Mundial en más de una década.
“Catfish” luchó con las lesiones los siguientes dos años cuando los Yankees lograron el título mundial espalda con espalda.
Para 1979, problemas con el brazo de lanzar, más serios problemas de diabetes, limitaron las habilidades de Hunter.
Después de una temporada de 2-9 en 1979, Jim Hunter se retiró a la edad de 33 años.
Una carrera de 224 victorias, 3.26 en porcentaje de carreras limpias y nueve juegos ganados en postemporada le fueron suficientes para ganarse una placa en Cooperstown.
Él decidió aparecer en su placa con la gorra de los Yankees, aunque más de dos tercios de sus juegos y victorias fueron con el uniforme de los Atléticos.
Aunque Hunter es considerado como el primer agente libre dentro del béisbol, el rompimiento de su contrato no impacta directamente en el debate sobre la cláusula de reserva dentro del béisbol.
La agencia libre de “Catfish” Hunter, resultó del incumplimiento del contrato por parte de Finley.
Una vez echada abajo la cláusula de reserva, seguiría diferentes caminos.
En ese tiempo, de acuerdo a la cláusula de reserva en los contratos, si un jugador y un equipo no lograban un acuerdo sobre los términos para la presente temporada, el equipo tenía el derecho de renovar el contrato anterior por un período de un año.

El jefe de la Asociación de Jugadores, Marvin Miller, vio esto como una vital laguna legislativa.
Si un jugador no re-firmaba después de un año, el argumento de Miller fue que el jugador estaba entonces libre para firmar con el equipo de su elección. Para hacer efectivo este punto, un jugador tendría que jugar primero una temporada completa sin firmar un contrato.
Andy Messersmith de los Dodgers de Los Angeles y Dave McNally de los Expos de Montreal estaban dispuestos a poner esto a prueba.
Después de cumplir sus contratos en 1974, los dos lanzadores jugaron la temporada de 1975 sin nuevos contratos.
Al finalizar la temporada, Messersmith y McNally anunciaron que ellos no estaban bajo contrato con sus actuales equipos y estaban en libertad para buscar empleo con otros.
Los dueños, por supuesto, no compartían este punto de vista e insistían en que los jugadores estaban aún ligados a sus equipos bajo los términos de la cláusula de reserva.
El asunto fue al arbitraje.
Un Comité de tres árbitros, incluyendo a Marvin Miller, quien claramente estaba del lado de los jugadores y John Gaherin, quien representaba a las Ligas Mayores.
El tercer arbitro y miembro imparcial del Comité, era el veterano árbitro John Seitz, quien anteriormente había fallado a favor de “Catfish” Hunter en su caso de arbitraje.
El 23 de diciembre de 1975, Seitz entregó su decisión: Falló a favor de los jugadores y declaró que Messersmith y McNally eran desde ahora agentes libres.
Los dueños inmediatamente corrieron a Seitz del Comité y llevaron el caso a la Corte.
Cuando la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos mantuvo la decisión de los árbitros, las Grandes Ligas no tenían opción.
Las Ligas Mayores del Béisbol procedieron a negociar un nuevo Acuerdo Básico con la Asociación de Jugadores, donde los jugadores podían declararse agentes libres después de seis años en las mayores.
La cláusula de reserva finalmente moría.
Con esta libertad y el monumental contrato de Hunter, siete figuras del béisbol, arribaron a un lugar común.
El primer contrato como agente libre, el de Andy Messersmith con los Bravos de Atlanta fue por un millón de dólares por tres años, Dave McNally decidió retirarse del béisbol, Entre los primeros grandes agentes libres después de la temporada de 1976, siguieron el ex compañero de Hunter en Oakland, Reggie Jackson firmó un contrato por cinco años con los Yankees, por alrededor de tres millones de dólares.
Mike Schmidt volvió a firmar con Filadelfia por 560,000 dólares por año, incluyendo pagos diferidos, convirtiéndolo en el jugador con más alto salario por temporada.
Al final de la década, otra estrella se sumó al club cuando Nolan Ryan fue el primer jugador en firmar un contrato por más de un millón de dólares por año, cuando llegó a un acuerdo con los Astros de Houston en noviembre de 1979. Un año después el dueño de los Yankees George Steinbrenner rompió el cochinito cuando firmó a Dave Winfield con un contrato por diez años que, por el incremento en los costos de la vida, fue por alrededor de los 23 millones de dólares, o sea sacando cuentas, más de dos millones por temporada.
Este contrato llevaría a una fiera disputa entre el dueño de los Yankees y los jugadores estrellas de su equipo.
No todos los que se convirtieron en agentes libres a finales de los 1970s fueron jugadores estrellas, ni todas las cantidades de dólares fueron millonarias, pero el efecto acumulativo de la caída de la cláusula de reserva y el advenimiento de la agencia libre, dio como resultado el incremento al porcentaje del salario mínimo anual para los jugadores, que en 1975 era de aproximadamente 51,000 dólares, en 1980 de 144,000 y para 1983 ya pasaba de los 370,000 y así y así hasta llegar al día de hoy.
¿Y el pelotero mexicano? “Pos” bien, gracias.
Para mayores antecedentes le recomiendo visitar:  http://beisboldelosbarrios.com/index.php/el-primer-sindicato-de-peloteros/

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