LA “SABERMETRÍA” LLEGA AL BÉISBOL

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
LA “SABERMETRÍA” LLEGA AL BÉISBOL
Por Héctor Barrios Fernández

En el 2001, los Atléticos de Oakland tuvieron la segunda nómina más baja en las Ligas Mayores, aproximadamente 33.8 millones de dólares.
Ganaron 102 juegos, la segunda mejor marca en Grandes Ligas.
En el 2002, tuvieron la tercera nómina más baja y ganaron más juegos (103) que ningún otro equipo en el béisbol.
En el 2003, Michael Lewis publicó “Moneyball:
El Arte de Ganar un Juego Injusto”, un vistazo a profundidad de la organización de los Atléticos de Oakland y una exploración de cómo la franquicia de Oakland manejó el éxito del equipo en el campo de juego sin necesidad de endeudarse con los bancos.
Lewis describió el revolucionario enfoque del Gerente General de Oakland Billy Beane que permitió a una franquicia de “mercado pequeño” competir contra los “riquillos”.
“Moneyball” fue un libro de gran éxito y fue adaptado para una película también de enorme éxito.
Esto hizo que cambiara la cultura y el negocio del béisbol.
La filosofía de Beane fue emplear profundos análisis de las estadísticas, en lugar de subjetivas opiniones de los busca talentos y entrenadores para evaluar las habilidades de los jugadores.
Esto le permitió a él y a su equipo de colaboradores, identificar sólidos prospectos que otros equipos no tomaban en cuenta y que usaban los métodos tradicionales o métodos estadísticos obsoletos.
Billy Beane evitó esos conocimientos tradicionales que a pesar de evaluar bien el talento, tenías que haber jugado béisbol o al menos haber pasado toda tu vida en un dugout como auxiliar o como manejador.
En lugar de eso, trajo a analistas de números para calificar a jugadores con datos estadísticos y no con estereotipos ya trillados.

Beane había sido un jugador de Grandes Ligas, pasó parte de seis temporadas en Ligas Mayores, participó en 148 juegos entre 1984 y 1989.
Reconociendo que no tenía futuro como jugador, tomó un trabajo en el departamento de “busca talentos” en 1990.
Tres años más tarde, se convirtió en asistente del Gerente General de los Atléticos, Sandy Alderson.
Unas temporadas previas, Oakland había ganado tres títulos en fila de la Liga Americana con una de las más altas nóminas en el béisbol.
A pesar de eso el equipo no ganó mucho dinero, aunque consiguieron muchas victorias y la gente vino al estadio.

Después de que falleció el dueño de los Atléticos Walter Haas en 1995, la nueva administración le pidió a Alderson que bajara la nómina del equipo.
En lugar de desembolsar gran cantidad de dólares en contratos por talento de alto perfil, Alderson y compañía tuvieron que buscar el talento en jugadores baratos pero que pudieran aún ayudarlos a ganar.
Alderson había ya comenzado a cambiar la cultura en la Organización para enfocase hacia nuevos procesos de evaluar a los peloteros.
Sandy destacó la cuantificación a través de las estadísticas, la habilidad de los jugadores para embasarse, sin importar si el jugador demostraba o no las “herramientas” tradicionales que regularmente los “busca talentos” subjetivamente buscaban.
Si con frecuencia consigues una base, la lógica dice que tienes más oportunidad de producir carreras.
La por mucho tiempo empleada pero imperfecta estadística del porcentaje de bateo, nos dice solamente una parte de la historia.
Alderson se dio cuenta de que además del porcentaje de bateo, había que tomar en cuenta las bases por bolas recibidas y las veces que un bateador se embasa por golpe.
Particularmente evaluó la paciencia de un bateador y su habilidad de conseguir bases por bolas.
El porcentaje de “slugging”, el cual es muy importante en las estadísticas del bateo, proporciona un “crédito extra” por cada base alcanzada o batazos de extra base, fue tomado también por Alderson y Beane como un crucial indicador de éxito en el plato.
Un verdadero “gurú” de las estadísticas en el béisbol fue Bill James, de quien su “Baseball Abstract” había sido la Biblia para los adictos a las estadísticas desde finales de los 1970s, Bill empleó datos estadísticos de manera científica o “sabermetría”, una referencia a SABR, (siglas en inglés de la Sociedad para la Investigación del Béisbol fundada en 1971) para analizar a los jugadores y la probabilidad de ganar o perder de un equipo.
James creó o inspiró la creación de un completo espectro de nuevas estadísticas y también reorganizó el papel de factores externos e involucró hasta la suerte dentro de las estadísticas.
El trabajo de Bill James influyó grandemente en la visión del juego por parte de Billy Beane, visto desde la oficina.
Alderson dejó de ser Gerente General de los Atléticos de Oakland en octubre de 1997.
Sandy había tenido éxito en recortar el presupuesto de la nómina por debajo de los 25 millones 1997, cuando cinco equipos de la Liga Americana excedían de los 50 millones, liderados por los Yankees con 62.
Pero los Atléticos tuvieron también su quinta temporada perdedora en fila.
Billy Beane fue seleccionado para suplir a Alderson como Gerente General.
Intensificando el enfoque de su antecesor sobre las estadísticas “no tradicionales” como el porcentaje de slugging y de embasados.
Beane influyó para que sus caza talentos, usando estos métodos estadísticos, localizaran jugadores devaluados.
Muchos de los cazadores de la vieja escuela se resistieron, insistiendo en que ellos podían decidir de mejor manera si un jugador tenía potencial solamente con echarle un simple vistazo.
Sin embargo, esa actitud no cabía en el sistema de Billy Beane.
Después de otra temporada por debajo de los .500 en 1998, con la nómina más baja en las Ligas Mayores, algo así como 21.5 millones de dólares, el equipo mejoró con récord de 87-75 en 1999.
Un año más tarde, los Atléticos ganaron su División por primera vez desde 1992.
Oakland ocupó el décimo lugar en porcentaje de bateo de la Liga Americana, compuesta por 14 equipos en el año 2000, pero con el tercer más alto porcentaje de embasado (OBP) por equipo, también ocuparon el tercer lugar en carreras anotadas.
Tim Hudson, una selección de sexta ronda en 1997, tuvo la primera temporada de 20 juegos ganados por un lanzador de los Atléticos en una década.
El primera base Jason Giambi ganó el título de Jugador más Valioso de la Liga Americana con un porcentaje de embasado (OBP) de .476 y además recibió 137 bases por bolas, la mayor cantidad por un jugador de los Atléticos desde 1949.

Recuerdo haber tenido la suerte de ver a los Atléticos en el estadio Coliseo del Condado de Alameda en Oakland en el 2001 y con los Giambi, Miguel Tejada, Eric Chávez, Ramón Hernández, Johnny Damon, Tim Hudson, Barry Zito, Mark Mulder y hasta el mexicano Mario Valdez, más bien parecían una pandilla de barrio, que jugadores de béisbol y menos de Grandes Ligas.
Aunque los Atléticos se quedaron cortos con las 116 victorias de los Marineros de Seattle en la División Oeste en el 2001, Oakland consiguió 102 victorias, buenas para llegar a su segunda postemporada consecutiva.
Además de liderar en bases por bolas recibidas en las Ligas Mayores, los Atléticos también tuvieron a tres bateadores con 30 o más cuadrangulares, Jason Giambi, Eric Chávez y Miguel Tejada.
Giambi lideró a la Liga Americana en bases por bolas recibidas y OBP por segundo año consecutivo, además de ser el primero en slugging.
Mark Mulder ganó 20 juegos.
Los Atléticos mejoraron a 103 victorias en el 2002, suficientemente buenas para otro título Divisional, también repitieron como campeones del Oeste de la Americana en el 2003.
Oakland hizo cuatro apariciones consecutivas con uno de los presupuestos más bajos de las Grandes Ligas.
También perdieron en la primera ronda de juegos de postemporada cada año del 2000 al 2003.
Para los críticos de Beane, de los cuales hubo muchos en el béisbol, la falta de éxito en la postemporada probó que su sistema era defectuoso.
Muy parecido a cuando los Atléticos sufrieron cuatro temporadas perdedoras entre el 2007 y 2011.
Los que no creen en ese sistema, dijeron que “Moneyball” fue un golpe de pura suerte, un destello en el sartén.
Otros argumentaron que el éxito de Oakland fue, de hecho, el resultado de que otros equipos copiaron su sistema y sub cotizaron el estilo de Beane.
Los Atléticos regresaron a la postemporada cada año del 2012 al 2014 y con ocho temporadas ganadoras consecutivamente de 1999 a 2006, las novedosas estrategias implementadas por Beane han sido duplicadas por las oficinas principales de los equipos de Grandes Ligas.
Muchos equipos contrataron a expertos en “sabermetría” y los protegidos por Billy Beane, Paul DePodesta y J. P. Ricciardi han sido contratados por otros equipos.
Al mismo Beane le ofrecieron una lucrativa oferta para pasarse a los Medias Rojas, pero optó por permanecer en Oakland.
Aún muchos conocedores del béisbol y con más razón los no conocedores, no entienden la manera de cómo un equipo “baratón” ha aventajado a los “Goliats” del dinero.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com