NOVATOS DEL AÑO EN 1967

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
NOVATOS DEL AÑO EN 1967
Por Héctor Barrios Fernández

Seguimos con la Serie de: “Novatos del Año de la Década de los 1960s.”
Por supuesto no es una regla que, por obtener tal distinción, se asegura una carrera exitosa o lo contrario.
Verá a continuación qué clase de historias.
Si hubiera jugado en la Era de la llamada “pelota muerta,” antes de los 1920s, Rod Carew debería ser uno de los primeros en la lista entre los mejores bateadores de todos los tiempos.
Pero Carew jugó la mayor parte de su carrera en los 1970s y 1980s, cuando los gigantes del cuadrangular dominaban en la tierra y los bateadores de porcentajes altos con poco poder en sus bats eran considerados extraños. La mayor cantidad de cuadrangulares que Rod conectó en una temporada fueron 14, eso sucedió en 1975 y 1977 mientras estaba en Minnesota.
Pero no nos confundamos, Carew fue un excelente bateador.
Ganó siete títulos de bateo de la Liga Americana, incluyendo uno en 1977 con .388, el porcentaje más alto en su carrera, cuando también fue líder en hits conectados, carreras anotadas, triples y porcentaje de embasado, además empujó 100 carreras, el mayor número en su brillante carrera. Siendo con justa razón nombrado el Jugador más Valioso.
Rod Carew se había establecido como una potente arma ofensiva antes de su nombramiento de Jugador más Valioso.
En 1967, siendo un jovencito de 21 años de edad, había tenido ya un par de temporadas en las menores con porcentajes superiores a los .300, ese año compiló una temporada con .292 de porcentaje de bateo, 51 carreras impulsadas, 22 hits dobles, 7 triples y 8 cuadrangulares, además anotó 66 carreras.
Claramente fue seleccionado por la Asociación de Cronistas de Béisbol como Novato del Año.
Con su filosofía de “poner el bat en la pelota” y “batear para todos los jardines,” Carew acumuló más de 3,000 hits en su carrera, conectó sobre los .300 en 15 de sus 19 años de carrera en Grandes Ligas, se retiró con un promedio de .328 de por vida.
De hecho, esos 15 años en que bateó arriba de .300, fueron de manera consecutiva.
Rod no fue un manco a la defensiva, llegó a jugar en los jardines y las cuatro posiciones del cuadro, además sirvió como bateador designado en buena parte de su carrera.
Entronizado al Salón de la Fama en 1991.
Dicen que Dios los hace y ellos se juntan.
Cuando el legendario lanzador Tom Seaver era entrevistado en sus días de jugador, siempre destilaba cierto hechizo.
Lo mismo sucedió en su época de cronista durante los juegos en la televisión.
Solamente unos cuantos lanzadores han podido lanzar fuego hacia el pentágono de la manera como lo hacía Seaver en sus mejores tiempos.
Un lanzador de tal control que podía “quemar a los bateadores” con sus lanzamientos.
En una ocasión un compañero pelotero le dijo: “los ciegos vienen al estadio a escucharte lanzar.”
Tom Seaver tuvo 16 temporadas ganadoras de sus 20 en Grandes Ligas, algunas de ellas fueron con equipos perdedores.
Fue conocido como “Tom Terrific.”
Debutó con los Mets en abril de 1967 y pronto se posicionó como uno de los mejores lanzadores jóvenes al colocarse en el centro del escenario por largo tiempo.
Tuvo record de 16-13 con 2.76 en porcentaje de carreras limpias admitidas para los dueños del sótano de la Liga Nacional, los Mets de New York.
Fue el único abridor del equipo con record ganador ese año, Seaver fue un digno ganador del título de Novato del Año en 1967.
La segunda temporada de Tom Seaver fue muy parecida a su temporada de novato, pero con dos importantes diferencias: su porcentaje de carreras limpias cayó de 2.76 a 2.20 y sus totales de ponches fue de 170 a 205.
Con 25 ganados por 7 derrotas y 2.21 en carreras limpias admitidas, Tom Seaver fue el as de los Mets dentro del cuerpo de lanzadores en 1969.
En 1973, Tom y sus compañeros tuvieron otra temporada de ensueño, con record de 19-10 en ganados y perdidos, más 2.08 en carrera limpias para ser el líder en la Liga Nacional, aparte de 251 ponches recetados, los Mets conquistaron el título de su liga.
Seaver lideró la Liga Nacional en porcentaje de carreras limpias en tres ocasiones, mientras en ponches lo hacía en cinco temporadas.
En tres temporadas ganó el prestigiado trofeo Cy Young como el mejor lanzador de la Liga Nacional.
Como miembro de los Madias Blancas de Chicago en 1985, al final de su carrera, obtuvo su victoria número 300, coincidentemente el mismo día en que Rod Carew, también novato del año, pero de la Liga Americana, conectara su hit 3000.
Tom Seaver fue entronizado al Salón de la Fama en 1992.
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