UN TORO EN LOS DIAMANTES CAPÍTULO 19

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UN TORO EN LOS DIAMANTES
Por CESÁREO SUÁREZ NARANJO
CAPÍTULO DIECINUEVE

CÓMO LLEGAR A SER DE LA ÉLITE. En la sección dedicada a los años ochenta del siglo pasado, los expertos de la revista anual “STREET & SMITH”, edición 1990, consideran a los siguientes jugadores como miembros del equipo ideal: JACK MORRIS, pitcher derecho; FERNANDO VALENZUELA, pitcher zurdo; JEFF REARDON, relevista; GARY CARTER, receptor; EDDIE MURRAY, primera base; RYNE SANDBERG, segunda base; MIKE SCHMIDT, tercera base; OZZIE SMITH, parador en corto. JARDINEROS: RICKEY HENDERSON, DALE MURPHY y DWIGHT EVANS. Bateador Designado: HAROLD BAINES.
Como vemos, no es poca cosa que FERNANDO haya sido incluido en este grupo. Ya, en nuestro capítulo anterior, mencionamos que él estuvo entre los pitchers más ganadores; cierto, a bastantita distancia del “Gato” JACK MORRIS, ya que este tuvo 162 triunfos, en tanto que VALENZUELA – con 128 victorias – compartía el cuarto lugar con CHARLIE HOUGH.
También, en “cuestión” de ponches, FERNANDO “no cantó mal las rancheras”, pues fuera del “Expreso de Refugio”, NOLAN RYAN – quien encabezó la lista, con 2,167 abanicados (lo cual era de esperarse) – “El TORO” quedó en la segunda posición, con 1,644.
Pero es no fue todo, pues ¿y qué me dicen en cuanto a otro departamento importante: el de carreras limpias aceptadas? Pues, ¡nada!, que FERNANDO tuvo el mejor de todos, con 3.17, seguido de NOLAN RYAN, con 3.18 y de BOB WELCH, con 3.27. Así que FERNANDO contó con todos los merecimientos para ser incluido en ese grupo selecto.
¿QUÉ LE ESPERABA, PARA LA TEMPORADA 1990? Por una parte, había concluido el contrato que había firmado con los DODGERS de LOS ÁNGELES. Y muchas de las informaciones que se manejaban – principalmente las que proporcionaba TONY DeMARCO a la prensa – eran confusas…pero, sobre todo, falsas.
Esto, porque DeMARCO se jactaba de que “los YANKEES estaban bastante interesados en FERNANDO”; ¡versión que desmintieron los directivos neoyorquinos!
Después de ser manejada la información – artificiosamente – nos pudimos enterar (por los SUPER-HITS de principios de 1990, especialmente el número 95 del 16 de febrero) que VALENZUELA firmaría nuevamente con los DODGERS, quienes esta vez “le pagarían dos millones de dólares”, que (¡la verdad!) no eran malos billetes; tomando en cuenta, sobre todo, que nuestro paisano no había andado muy bien que digamos en los últimos tres años; y que, además, muy pocos jugadores (los mejores, y mejor cotizados) estaban ganando por encima de esa suma.

FERNANDO, según vemos en “los registros”, había ganado la suma de $1.850 millones de dólares, en 1989.
¿De dónde sacarían, entonces, muchos comentaristas mexicanos (villamelones, sin duda) que los DODGERS lo habían tratado mal? De lo que no quedaba lugar a dudas es que el muchacho seguiría tomando su turno en la rotación normal de abridores del equipo.
Para el inicio de la temporada, TOM LASORDA dispuso que la rotación fuese de cinco pitchers, encabezados por OREL HERSHISER; seguido, en ese orden, por TIM BELCHER, FERNANDO VALENZUELA, RAMÓN MARTÍNEZ, y MIKE MORGAN. Y los DODGERS arrancaron “con pie derecho” en los dos primeros encuentros; el inaugural, celebrado en el DODGERS Std., el lunes 9 de abril contra los PADRES de SAN DIEGO, salieron con el triunfo 4 a dos, y en el segundo al día siguiente, como visitantes de los PADRES, ganaron por la mínima anotación; una a cero.
Para el tercer partido, también en SAN DIEGO, le tocó a FERNANDO; y salió con la derrota 3 carreras a una; únicamente estuvo durante cinco entradas, y a él le anotaron las primeras dos carreras, en la cuarta entrada.
Su siguiente salida – ante su propio público – fue lunes 16 de abril, esta vez contra los GIGANTES de SAN FRANCISCO; y la pizarra, nuevamente le fue adversa, por tres a una.
El sábado 21 de abril recibieron a los ASTROS; y FERNANDO estuvo en la lomita durante cinco episodios, dejando el juego empatado a cuatro carreras; finalmente, HOUSTON se alzó con la victoria por seis a cinco.
Por fin, el viernes 27 de abril, VALENZUELA obtuvo su primer triunfo de la campaña, derrotando a los CACHORROS de CHICAGO por cinco a cero, la primera de las dos blanqueadas que lanzaría en esa temporada, y la número 28 de su carrera, y poniendo su marca en 1-2.
Los comentarios oportunos, que hacían los medios, nos hacían saber que FERNANDO había comenzado la temporada batallando no poco con su control; pero en este partido se vio como en sus mejores tiempos, pues no otorgó ninguna base por bolas.
¡JUEGO, SIN HIT NI CARRERAS! Nos vamos hasta el viernes 29 de junio, cuando “EL TORO” tuvo uno de los momentos más grandiosos de su carrera. Ese día los DODGERS recibieron a los CARDENALES de SAN LUÍS, y durante las nueve entradas – y ante 38,583 espectadores – VALENZUELA se dedicó a hilvanar una joya de pitcheo. Con siete ponches, y habiendo concedido tres pasaportes gratis, FERNANDO fue “el FERNANDO” que todos queríamos ver de nuevo.

Las alineaciones fueron las siguientes; por los “pájaros rojos”: VINCE COLEMAN, JI; WILLIE McGEE, JC; PEDRO GUERRERO, 1ª.B; TODD ZEILE, C; TERRY PENDLETON, 3ª.B; JOSÉ OQUENDO, 2ª.B; REX HUDLER, JD; OZZIE SMITH, PC; y JOSÉ DE LEÓN, P.
Por los angelinos LENNY HARRIS, 3B; STAN JAVIER, JC; KIRK GIBSON, JI; EDDIE MURRAY, 1ª.B; HUBIE BROOKS, JD; MIKE SCIOSCIA, C; JUAN SAMUEL, 2ª.B; ALFREDO GRIFFIN, PC; y FERNANDO.
Desconocemos si, durante su “recital”, todavía ponían en el sonido del estadio la canción “FERNANDO”, popularizada por el Grupo ABBA, y que era la que “lo acompañaba” en sus momentos más grandes.
Un poco, de la secuencia del partido, que terminó 6 a cero: en la parte alta de la primera entrada, con dos outs, GUERRERO se le embasó, por error de KIR GIBSON. Pero no pasó a más, pues dominó a ZEILE en elevado al central.
En el séptimo rollo se vio en un momento de peligro cuando, después de sacar el primer out, les dio base por bolas a GUERRERO y a ZEILE; dominó a PENDLETON,  con elevado al jardín izquierdo, avanzando GUERRERO hasta la tercera almohadilla, pero terminó con el problema al obligar a OQUENDO a dar rola a la tercera base.
En la novena entrada, con uno fuera, concedió la tercera base por bolas del partido: a McGEE, pero todo terminó cuando obligó a su excompañero, PEDRO GUERRERO, a dar una rolita a sus propias manos, tirando a la segunda base, y luego vino el tiro a la primera, para completar la doble matanzas. Todo eso en un tiempo de 2:41 horas. Y poniendo su marca en 6 y 6. (Al bat, estuvo de 4-1, y anotó una de las carreras en la séptima entrada).
No vamos a fines de la temporada. Más precisamente el domingo 30 de septiembre, faltando únicamente cuatro juegos para que terminara la campaña regular. Los DODGERS estaban en segundo lugar de la División Oeste de la Liga Nacional, cerca de los ROJOS de CINCINNATI, pero ya sin esperanzas de poderlos alcanzar.
Para esos momentos, los angelinos tenían marca de 84-74, en tanto que los de CINCI estaban en 89-69, habiendo amarrado el banderín (y listos para enfrentarse a los PIRATAS de PITTSBURGH).

Ese domingo estuvieron en SAN FRANCISCO, como visitantes de los GIGANTES. El TORO tuvo una de sus malas salidas, pues solo estuvo en “el cerrito” durante cuatro entradas, en las cuales admitió las ocho carreras de los de “la bahía”; “ayudado” por los siete imparables que admitió, y las dos bases por bolas que regaló.
Dijeron, en una crónica de aquel tiempo, que “el que perdiera VALENZUELA en SAN FRANCISCO no era novedad; así había sido hasta en sus mejores momentos (algo exagerada la nota; aunque, lo cierto es que FERNANDO tuvo más derrotas que triunfos en ese parque).
EL RESUMEN DE LA ACTUACIÓN. Vamos a echar un vistazo a los numeritos que tuvo en la temporada. Inició 33 partidos, de los cuales completó cinco, con las dos blanqueadas ya mencionadas, y una marca de 13 ganados por igual número de perdidos, trabajando durante 204 entradas, en las que otorgó 77 boletos gratis y abanico a 115 oponentes.
Hoy, con todo el tiempo transcurrido, podemos decir muchas cosas. Pero, en aquellos momentos cuando los jugadores de los DODGERS se dispusieron a tomar el receso de cuatro meses y medio, la mayoría dirigiéndose a sus lugares de residencia, muy pocos podían imaginar lo que sucedería la primavera siguiente. Sobre todo respecto al destino de FERNANDO. Pero nadie imaginaba “otra cosa” que no fuera de que “EL TORO” seguiría con los DODGERS.
Hasta esa fecha había permanecido con el equipo durante 10 años completos (más los 15 días de cuando arribó, al final de la temporada de 1980). Y mostraba las siguientes cifras: había aparecido en 331 juegos, de los cuales había iniciado 320; en ganados y perdidos tenía una marca de 141-116, que le daba un porcentaje de .549. Había completado 107 partidos, lanzando blanqueada en 29 de ellos. Como relevista, únicamente tuvo 2 salvamentos: uno en 1980, y el otro en 1988. Trabajó un total de 2,348 y 2/3 de entradas. Ponchó a 1,759 enemigos y concedió 915 bases por bolas.
LOS AFICIONADOS RESPONDIERON AL “LLAMADO”. Y es que cuando llegó enero de 1991 salió un anuncio sensacional: desde la oficina del Comisionado se autorizaban a los equipos DODGERS de LOS ÁNGELES y CERVECEROS de MILWAUKEE para celebrar unos encuentros de preparación, en la ciudad de Monterrey, torneo en el cual también participarían los dos equipos regiomontanos: los SULTANES y los INDUSTRIALES.
Era una magnífica noticia, sobre todo para la afición mexicana, que albergaba la esperanza de ver, frente a frente, a los “dos grandes” del pitcheo mexicano: VALENZUELA y TEODORO HIGUERA. Las confrontaciones serían en el nuevo estadio de Monterrey, a partir del sábado 16 de marzo. Pero, el resto de los comentario, lo dejamos para el siguiente capítulo.