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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
LOS DIAMONDBACKS DE ARIZONA
Por Héctor Barrios Fernández
Con algunos equipos deportivos, en particular de béisbol, se acostumbra a llamarlos por su nombre más el Estado en que se encuentra ubicada la ciudad en donde juegan o pertenecen. Por ejemplo los Angelitos fueron de California, cuando en realidad juegan solamente en Anaheim, los Rockies de Colorado, juegan en Denver, los Marlins de Florida además, se ubican el Miami, etc. tal es el caso de los Diamantes de Arizona que juegan en la ciudad de Phoenix. Así nos hemos acostumbrado a ubicarlos y así nos suena bien. Hasta raro se oye escuchar los Diamantes de Phoenix o los Marlins de Miami. ¿Qué tal los Naranjeros de Sonora, los Cañeros de Sinaloa o los Sultanes de Nuevo León o los Marineros o Águilas de Baja California? ¿Verdad que no se oye bien? cuestión de costumbres. Pues bien los Diamantes de Arizona nacieron en 1998, fueron una nueva franquicia de expansión, es decir no tomaron el lugar de ningún otro equipo. Pronto, en el 2001, ganaron la Serie Mundial. Lo que a los Filis de Filadelfia les tomó 97 años, a los Diamantes les tomó 4. CUATRO. Los Padres de San Diego llevan 50 años intentándolo y aún no lo logran. ¿Será esta próxima temporada? Quinta década y dicen que no hay quinto malo. Veremos. Total que este fue el tramo más rápido para una nueva franquicia en la historia del juego, pero esto no fue sólo suerte de principiante. Arizona reunió talento, veteranos poco valuados, Steve Finley, Luis González, Randy Johnson, Curt Schilling y otros, cuando otras nuevas franquicias aún buscan talento en sus sucursales. Con la llegada del nuevo siglo, “todo lo que los Diamondbacks tocaban se convertía en oro.” En 1999, el parador en corto Jay Bell en su segunda temporada con Arizona, a la edad de 33 años, conectó su mayor cantidad de cuadrangulares en una temporada con 38. Matt Williams, también de 33 años y su segundo con el equipo, se convirtió en uno de los cinco terceras bases en la historia del béisbol en producir más de 140 carreras en una temporada (142). El jardinero Luis González, con 31 años de edad, en su primera temporada con el club, en lo personal bateó su cifra más alta en hits con 206, un porcentaje de bateo de .336, 26 cuadrangulares y 111 carreras impulsadas. Steve Finley, con 34 años, otro recién llegado a los Diamonds, conectó 34 cuadrangulares, con 103 carreras producidas, los números más altos en su carrera. El lanzador zurdo Randy Johnson, de 35 años, fue un robo en la agencia libre, logró las cifras más altas en su brillante carrera con 271 2/3 innings lanzados, 12 juegos completos y 364 ponches, todo en camino a su primer trofeo “Cy Young” de cuatro seguidos que consiguió. En el 2000 llegó el ex Naranjero de Hermosillo, Curt Schilling. Ya con 34 años a cuestas en 2001, registró su primera temporada con al menos 20 victorias (22). También ese año, Reggie Sanders, con 33 abriles, tuvo la mayor cantidad de cuadrangulares en su carrera con 33, esta fue su única temporada con el equipo. Miguel Batista de 30 años, aportó 11 triunfos y 3.36 de promedio en carreras limpias. Los Diamantes vencieron a los Yankees en una trepidante Serie Mundial en el 2001 y lo hicieron sin ningún jugador en su cuadro abridor que estuviera en sus 20s de edad, dicho de otra manera todos los jugadores eran de la “tercera edad,” beisbolísticamente hablando. Por lo tanto se podría pensar que los Diamondbacks estarían en rápido declive, pero la franquicia ha estado en la pelea desde entonces. En sus primeros 18 años como equipo de Ligas Mayores, nunca tuvieron un tramo de tres años sin por lo menos terminaran en segundo lugar o más arriba. Randy Johnson, conocido como la “Gran Unidad,” mientras estuvo con los Marineros de Seattle entre 1989 a 1998, tal vez fue el mejor lanzador en esa época. Pero sus seis primeros años con Arizona, lo colocan como uno de los lanzadores más poderosos en la historia del béisbol. Con Arizona, Johnson es dueño de la triple corona en cuanto a lanzadores se refiere, 118 victorias, 2.83 de porcentaje de carreras limpias admitidas y 2,077 ponches recetados. Comparte el record de Ligas Mayores con 4 trofeos “Cy Young” ganados de manera consecutiva, esto entre 1999 y 2002 y es el único representativo de los Diamondbacks en el Salón de la Fama. En el 2001 ponchó a 372 bateadores, muy cerca de la marca de 383 impuesta por Nolan Ryan en 1973, muy a pesar de lanzar 76 1/3 innings menos que Nolan, 249 2/3 contra 326. En 325 innings lanzados entre el 9 de julio del 2000 al 2 de septiembre del 2001, Johnson logró la increíble cantidad de 488 ponches. Nolan Ryan lideró a la liga en bases por bolas otorgadas en ese año al imponer un record de 162, con Johnson entregando únicamente 71 bases en 2001, en 1965 Sandy Koufax tuvo 382 ponches con 71 bases por bolas, son los únicos dos lanzadores en tener más de 300 ponches que bases por bolas desde que Matt Kilroy tuviera 513 Ks y 182 BB en 1886, cuando se necesitaba lanzar siete (7) bolas malas para otorgar una base por bolas. En 1999, Johnson fue líder en la liga en bateadores enfrentados, los zurdos increíblemente solamente le conectaron para .103 de promedio, logrando únicamente 11 bases. En el 2015, 23 bateadores alcanzaron 11 bases en un juego. Y si le contara lo que Randy Johnson y Curt Schilling hicieron juntos en sus dos primeras temporadas con los Diamantes, no me lo creería y me llevaría todo el espacio. El número de temporadas que Randy tuvo más ponches recetados que corredores en base permitidos fue de 9, ningún lanzador a alcanzado siquiera 5. Si la temporada para Johnson se hubiera terminado el 7 de julio tanto de 1999 como del 2000, aun así hubiera resultado líder en ponches. En el 2001, Randy Johnson y Curt Schilling se convirtieron en la primera pareja de lanzadores en ponchar a 275 o más bateadores en una temporada, desde que lo hicieran Tim Keefe y Jack Lynch en 1884. Los angelitos lo volvieron a hacer en el 2002. Johnson se convirtió en el lanzador de mayor edad en lanzar un juego perfecto, el 18 de mayo del 2004, él tenía 40 años con 251 días. En el 2015, Paul Goldschmidt promedió .321 de bateo con 33 cuadrangulares y 21 bases robadas, fue el segundo primera base con tales números desde que Carl Yastrzemski lo lograra en 1970. Esta es solamente una pequeña parte de la brillante historia que hasta la fecha han tenido los Diamondbacks de Arizona, en donde Mr. Johnson sobresale más que ningún jugador.
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