SÓLO PARA DODGERSISTAS V PARTE

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
MITOS Y REALIDADES SÓLO PARA DODGERSISTAS V PARTE
Por Héctor Barrios Fernández

En el capítulo anterior nos quedamos en que:
…Recordemos que en ese año (1889), los Gigantes pertenecían ya a la Liga Nacional y los “Bridegrooms,” ahora los flamantes “Dodgers,” formaban parte de la “American Association League,” siendo que aún no existía la Liga Americana.

Precisamente para el siguiente año, los “Bridegrooms” subieron de categoría abandonando la “American Association” y dando el salto a la mejor organizada Liga Nacional…
Para probar que su título ganado en la American Association no fue chiripa, el equipo bajo el mando de Bill McGunnigle terminó la temporada en primer lugar a dos juegos de distancia de los Cachorros de Chicago de Cap Anson.
Bob Caruthers tuvo otro gran año en el montículo, contribuyendo con 23 victorias para la causa dodgersista.
Tom Lobett con 30-11 y Bill Terry con 26-16 se combinaron con Caruthers para darle a Brooklyn el mejor cuerpo de lanzadores de la liga.
Desafortunadamente para los Dodgers, los Coroneles de Lousville de la American Associaton les jugó al tú por tú y quedaron tablas en la “Serie Mundial” de ese tiempo con 3-3-1.
Conforme el siglo XX se acercaba, el equipo de Brooklyn recibió una ayuda inesperada.
Harry Von der Horst, dueño de los afamados Orioles de Baltimore, estaba envuelto en problemas financieros con su franquicia.
Temiendo perder a sus mejores jugadores en una batalla con sus acreedores en la Corte, el astuto Von der Horst compró acciones en el club de Brooklyn.
Después procedió a transferir al manejador de Baltimore Ned Hanlon y a la mayoría de sus jugadores estrellas a Brooklyn.
“Los Novios” recibieron a grandes talentos como “Wee Willie” Keeller, Joe Kelley y Hughie Jennings.
Esta inyección de buenos jugadores, hizo que de un décimo lugar el equipo se convirtiera en uno ganador de la noche a la mañana.
De un record de 54-91 en 1898, los “Novios” ganaron 88 juegos contra solamente 42 derrotas en 1899, uno de los más grandes giros en la historia de las Grandes Ligas.
Brooklyn ganó el título por ocho juegos, liderado por el citado Keeler (.377) Kelley (.330) y Jennings (.299) y hábilmente respaldado por los ex lanzadores de los Orioles de Baltimore Jim Hughes (28-6) y Doc McJames (19-5).
No hubo Serie Mundial ese año, ya que la American Association había dejado de funcionar en 1891 y una serie de postemporada entre los dos mejores equipos de la Liga Nacional, fue instituida en 1894 y llegó a su fin en 1897.
Los “Novios” repitieron el título en 1900.
Ya en ese tiempo fueron llamados “Superbas,” ya que por esa época una obra de teatro llamada “Hanlon’s Superbas” estaba muy de moda en los Estados Unidos.
Por supuesto el nuevo nombre del equipo encajaba a la medida para el manejador Ned Hanlon.
Los .368 de Keeler y los .317 de Kelley, fueron apoyados por los fuertes lanzamientos de Joe “Hombre de Hierro” McGinnity cuyo record de 29-9 mantuvo a Brooklyn en la cima.

Recordando los viejos tiempos, los Piratas de Pittsburgh retaron a los Superbas a enfrentarse en una “Serie Mundial.”
Los muchachos de Ned Hanlon, rápidamente aceptaron el desafío y apoyados en los lanzamientos de McGinnity quien ganó dos juegos, fácilmente apagaron las ansias ganadoras de los Bucaneros de Honus Wagner por tres juegos a uno.
La Liga Americana arribó en 1901 e inmediatamente asaltó a las franquicias existentes, “pirateando” a muchos de los mejores jugadores de la Liga Nacional.
El “Hombre de Hierro” McGinnity, se llevó sus 26 juegos ganados a Baltimore y los Superbas cayeron al tercer lugar.
En menos de dos años la franquicia de Brooklyn había perdido a la mayoría de sus experimentados jugadores y el equipo cayó a la segunda división por espacio de doce largas temporadas.
El proceso de reconstrucción fue lento y frustrante, al final se consumó a través del sistema de sucursales.
Para 1908, Charlie Ebbets tomó el control de la franquicia de Brooklyn y se propuso construir un nuevo estadio para béisbol, digno de la afición de Brooklyn.
Le tomó cuatro largos años obtener la propiedad y construir el parque, pero el 5 de abril de 1913, ante una multitud de 25,000 aficionados, Charlie Ebbets inauguró su nuevo tesoro.

La hija de Charlie, Genevieve, lanzó la primera bola y en un partido de exhibición los Superbas le ganaron a los Highlanders de New York que poco tiempo después se convertirían en los Yankees, al son de 3-2, con cuadrangular decisivo de Casey Stangel.
¿Cómo la ve?
Cómo cambia el rumbo de la historia en pocos años.
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