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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
FERNANDO HUERTA RODRÍGUEZ
Por Héctor Barrios Fernández
Don Fernando Huerta Rodríguez, todo un personaje del béisbol ensenadense.
Nació en la ciudad de México el 13 de julio de 1940.
Hijo del Sr. Fernando Huerta Contreras y de la Sra. Socorro Rodríguez Díaz.
Don Fernando Huerta Sr. dedicado a la sastrería en la ciudad de México, su esposa Doña Socorro Rodríguez a los quehaceres del hogar.
Con el pasar de los años algunos miembros de su familia comenzaron a emigrar a distintas partes del país y a Estados Unidos.
Uno de sus tíos, hermano de su papá decidió mudarse al vecino país y otro Tomás Huerta Contreras se estableció en Ensenada.
Cuando nuestro personaje entró en edades juveniles y viviendo con su señor padre, sus tías lo alentaban a que contrajera matrimonio con el fin de que fuera organizando su vida.
Su papá pensaba diferente y tenía otros planes para el joven Fernando.
En aquellos tiempos el correo postal era la forma más común de comunicación, de esa forma contactó con su hermano Tomás y convinieron en enviar a Fernando al puerto ubicado en el noroeste del país a casi 3,000 Km de distancia, con el fin de que encontrara su camino en la vida.
Fernando Jr. aceptó la propuesta y emprendió camino al norte con la intención de quedarse un mes o cuando mucho dos y regresar a la ciudad de México.
En ese tiempo a la edad de 16 años, corría la década de los ‘50s y Ensenada era un pueblo pequeño, aún así le gustó tanto el lugar que decidió quedarse a vivir en él.
Como había que ganarse el pan de cada día, consiguió empleo en el taller de refrigeración de los hermanos Samuel y Manuel Luna, teniendo como compañero de trabajo al joven Arturo Bucio que al final terminaron asociándose para instalar su propio taller de refrigeración.
Pasaron aproximadamente seis años y los tiempos fueron cambiando y los compromisos y necesidades se incrementaron como consecuencia de su ahora vida matrimonial.
Eso hizo que buscara nuevos horizontes y se empleó con su tío quien había instalado un taller en la lejana calle 13 entre las avenidas Ruíz y Gastélum, ahora zona centro de la ciudad.
Llegó el momento en que tuvo que hacerse cargo del negocio, la carga de trabajo se incrementó a tal grado que tuvo que contratar a más personal para hacer frente a la demanda laboral.
Prestaba servicio a los principales supermercados de la localidad, también a las empresas refresqueras y cerveceras, ganándose la confianza de todos ellos producto de su profesionalismo, seriedad y constancia.
Cuando niño viviendo en la Cd. de México descubrió que el béisbol sería su pasión, fue su Padrino Joaquín Huante quien lo llevaba a los juegos dominicales en donde participaba el equipo patrocinado por la empresa donde laboraba.
Ya establecido en Ensenada sucedió que los empleados de su taller de refrigeración andaban organizándose tratando de formar un equipo de béisbol, como suele suceder, no tenían el equipo deportivo necesario para practicarlo, eran buenos tiempos en el negocio, así que Don Fernando decidió ayudarlos en la medida de sus posibilidades dotándolos de camisetas, gorras, pelotas y pago de ampayeo para sus juegos.
Rápidamente le propusieron que fuera su manejador, pero consciente de que no tenía los conocimientos necesarios para ello, agradeció la propuesta, ofreciendo la ayuda a su alcance.
El equipo inició actividades con el pie izquierdo y luego de derrota tras derrota y viendo que a pesar de los fracasos el ánimo no decaía entre sus integrantes, fue que decidió tomar la dirección del equipo en sus manos.
Recuerda bien que su debut fue con una derrota ante el equipo de El Sauzal que era una potencia beisbolera en Ensenada.
Esa victoria a los sauzaleños les costó sangre, sudor y lágrimas ya que batallaron 14 innings para vencer al ahora equipo de Fernando Huerta.
Fue allí que le entró la inquietud por manejar equipos de béisbol viendo que si le ponían empeño podían crecer y tener éxito en el futuro cercano.
Para su segunda temporada en 1968, ya más organizados y con experiencia, quedaron invictos en la segunda vuelta del torno de la Liga Industrial Comercial.
Los campos de juego eran el Fertilizantes donde actualmente se encuentran las instalaciones de la Marina, otro en el predio que actualmente ocupa la preparatoria del Cobach, Fábricas Monterrey, Germán Reyes y otros dos que colindaban, el Tenería Ensenada, campo Yolkos y donde ahora es el campo de sóftbol Manuel “Cepillo” Salgado, otros en el Estero Beach y el ahora ex Ejido Chapultepec en las cercanías de donde ahora se encuentra la Iglesia Católica San Felipe de Jesús, otro en los terrenos en donde después se estableció el “Manuela Márquez de Reyes” que pronto habrá allí un Hospital de Especialidades del IMSS.
Personas como Francisco Nieto Sr., Jaime Valdez entre muchos, iniciaron con la construcción de lo que fue el “Manuela Márquez de Reyes”, en terrenos donados por esta altruista Señora.
Cuando el campo estuvo en forma, iniciaron las zancadillas y dimes y diretes intentando arrebatárselo a la Liga Industrial Comercial que finalmente fue semi abandonado con la aparición de otras instalaciones de carácter de privado.
Recuerda que viviendo en la cuidad de México en su niñez y juventud, era aficionado de los Pericos de Puebla, razón por la cual su equipo “Taller Huerta” pasó a ser “Pericos de Taller Huerta”.
Sus primeras camisas obviamente fueron de color verde como los pericos, en son de broma Armando Castañeda (QEPD) los apodaba los “Lechugueros de Fernando Huerta”.
Don Fernando afirma que a los “Pericos de Taller Huerta” los manejó por espacio de 38 años y otros en los que solamente fue patrocinador completando 50 años ligado al equipo, logrando aproximadamente seis títulos en torneos oficiales, participando en las ligas Industrial Comercial, Sauzal, Maneadero y Chapultepec.
De la otra liga ensenadense, la Municipal indica que solamente asistía a sus juegos en carácter de aficionado por el gusto de ver béisbol cuando su equipo descansaba, aunque recibiendo varias invitaciones para incorporarse a esa liga.
Su corazón aunque pertenece al béisbol en general, siempre se inclinó por la Industrial Comercial en donde participó desde 1967 hasta el 2000 cuando se vio obligado a mudar a otra liga.
Considera que aunque dentro del campo el objetivo era vencer al rival, fuera de él era o procuraba ser todo camaradería y sana convivencia lográndolo en mayor parte.
En varias ocasiones fue coach y también manejador del representativo de la Liga Industrial Comercial en los torneos estatales, con jugadores de época como Enrique Echave, Humberto Vargas, los hermanos Urías, Manuel Chaparro, Ramón Armenta, Rubén Dukes, Rubén “Pato” Alarcón, Cuauhtémoc Sández, Álvaro Martínez y muchos otros.
Pericos de Puebla en la Liga Mexicana de Verano, Naranjeros de Hermosillo en la Liga Mexicana del Pacífico, en Grandes Ligas ganen o pierdan es “Padre de San Diego” de hueso colorado.
Entre los jugadores que ha admirado están muchos como Tony Gwynn, Dave Winfield, Randy Jones, Gaylord Perry, Benito Santiago y Nate Colbert.
Recuerda con mucha emoción el día que como manejador del representativo de la Liga Industrial Comercial en el campo Manuela Márquez de Reyes enfrentaron a los Potros de Tijuana manejados por el gran Héctor Espino.
Ese día la Liga Industrial Comercial se llevó la victoria con hit impulsador de las carreras que les dieron el triunfo de su hijo Luis Francisco Huerta Medina que entró a batear de emergente ante el descontento del público.
Al final Héctor Espino le pidió de favor que recomendados por el mismo Espino enviara a la academia de Pastejé a dos de sus jugadores, uno su hijo Luis Francisco que bateara de emergente conectando el hit ganador y a Mario “Magochi” Duarte que por alguna razón nunca reportaron.
Entre los jugadores que le tocó manejar que dejaban alma, corazón y vida en el terreno de juego entre muchos están Andrés Ruíz, Jorge Flores, José Luis Torres, Martín García, Francisco “Pochón” Nieto, Gilberto Gutiérrez, Mario Duarte, Daniel Ramos y muchos más.
Haciendo un balance de su paso por el deporte rey, con victorias y derrotas pero más las primeras, el béisbol le ha dejado muy buenos amigos y experiencias.
Felizmente casado con la Sra. Mercedes Medina Salazar con quien procreó tres hijos Fernando, Roberto y Luis Francisco que por poco tiempo practicaron el béisbol, tres nietos, Fernando, Roberto, Francisco, Ana Cristina, Natalia, Dámaris y Lisandra que son la alegría del hogar de los Huerta Medina.
Ahora retirado de los compromisos laborales sigue gozando la vida viendo por televisión a sus Padres de San Diego.
Don Fernando Huerta Rodríguez por sus años, constancia y disciplina en el beisbol regional es una ESTRELLA DEL BÉISBOL.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com