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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
RELATOS BEISBOLEROS 4
Por Héctor Barrios Fernández
Antes y después.
Vueltas que da la vida.
Quién iba a pensar que algunos años después se convertiría en una autoridad dentro de la medicina deportiva especialmente en el béisbol.
Artífice para que infinidad de deportistas recuperen la salud.
Dr. Vicente Arturo Carranza Fernández “Mi Sangre.”
Dale Long fue un primera base que durante 10 temporadas jugó para varios equipos, conectando 132 cuadrangulares, cantidad muy distante de los 714 de Babe Ruth.
Pero Dale Long hizo algo que el “Bambino” no logró.
Entre el 19 y el 28 de mayo de 1956, conectó cuadrangular en ocho juegos consecutivos jugando para los Piratas de Pittsburgh.
Su séptimo fue en el octavo inning ante Ben Flowers de los Filis rompiendo el récord vigente.
Consiguió el octavo ante Carl Ernskine de los Dodgers y en el siguiente juego Don Newcombe de los mismos Dodgers lo paró en seco.
Tampoco hubiéramos pensado que batearía cuadrangular en todos los juegos.
Al cubano José Canseco le tocó inaugurar el club de 40-40, esto es 40 cuadrangulares y 40 bases por bolas recibidas o más.
Le siguieron jugadores como Barry Bonds, Alex Rodríguez y Alfonso Soriano, por cierto que Soriano formó un nuevo club, el de 40-40-40, lo que significa 40 cuadrangulares, 40 bases robadas y 40 hits dobles en una temporada, lo cual logró con la franela de Washington en el 2006.
El 31 de julio de 1963 en el estadio de Cleveland se enfrentaron los Indios y los visitantes Anaheim Angels en un doble juego.
El primero lo ganaron los de casa 1-0.
El segundo se encontraba empatado a la altura de la quinta entrada cuando viene al rescate Paul Foytack, lanzador que en 1956 había militado con los Diablos Rojos en la Liga Veracruzana que fueron derrotados por los Naranjeros de Hermosillo en la serie final por la supremacía del béisbol mexicano con aquel inolvidable cuadrangular de Jimmy Ochoa ante Jim Bunning.
El asunto es que ese día con Foytack al relevo, retira con relativa facilidad la entrada en cuatro bateadores, domina a los primeros dos en la siguiente cuando Woodie Held le conecta cuadrangular que no tuvo nada de raro, enseguida el lanzador antagonista Pedro Ramos también le echa la pelota atrás de la barda, cuando el siguiente bateador Tito Francona le conecta cuadrangular, se prenden los focos rojos, la cosa no terminaría allí porque se presenta a batear Larry Brown y termina de arreglar a Foytack con otro para la calle.
Cuatro cuadrangulares en forma consecutiva, cosa que no se mira todos los días.
La temporada de 1955 no fue precisamente buena para los lanzadores.
Por primera vez en la historia de la Liga Americana ningún pitcher ganó 20 juegos.
La Liga Nacional tuvo dos, Robin Roberts de los Filis y Don Newcombe de los Doddgers.
La cantidad de cuadrangulares se incrementó a 2,244 entre las dos ligas.
Willie Mays de los Gigantes se convirtió en el séptimo jugador en la historia en batear 50 o más (51).
En la primavera de 1953 los Bravos iniciaron sus entrenamientos sin saber en dónde jugarían los juegos de casa esa temporada.
Después de 77 años en Boston, la franquicia recibió permiso el 18 de marzo para mudarse a Milwaukee.
Esta fue la primera relocalización de un equipo desde 1903.
Este movimiento causó un efecto dominó cuando el equipo de ligas menores asentado en la ciudad cervecera tuvo que cambiarse a Toledo.
El dugout de los Cardenales de 1934 estuvo lleno de grandes personalidades dentro del béisbol, construían un verdadero ambiente de fiesta dentro del campo de juego.
El equipo estaba formado por futuros miembros del Salón de la Fama como Loe Durocher, Dizzy Dean, Jesse jaines y Frankie Frisch.
También estaban Joe Medwick y Pepper Martin.
Los Cardenales se ganaron el apodo de “The Gashouse Gang” al tiempo que ganaban el título de la Liga Nacional.
En la Serie Mundial enfrentaron a los Tigres de Detroit liderados por Charlie Gehringer y Hank Greenberg.
Los Tigres estaban arriba en la serie 3 juegos a dos cuando regresaron a Detroit para el sexto juego que ganaron los Cardenales para empatarla.
El lanzador ganador de ese sexto partido fue Paul Dean.
Para el séptimo y decisivo juego, el alto mando de los Cardenales decidió enviar a la loma a Dizzy Dean, hermano de Paul.
Dizzy había ganado el primer juego, pero perdió el quinto.
Ahora ganó el que les dio la corona por 11-0.
En ese juego el jardinero izquierdo de los Cardenales tuvo que salir del campo cuando unos enfurecidos aficionados lo atacaron lanzándole objetos.
Fue en un juego de esta serie en el que Dizzy entró a correr de emergente en primera base y al tratar de llegar a segunda y romper el doble play fue golpeado fuertemente en la cabeza con la pelota.
Rápidamente lo llevaron al hospital y cuando se recuperó dijo que los médicos le habían tomado una radiografía y al examinarla dijeron que en la cabeza “no tenía nada.”
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