RELATOS BEISBOLEROS 8

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
RELATOS BEISBOLEROS 8
Por Héctor Barrios Fernández

Antes y después.
Quién iba a pensar que algunos años después se convertiría en uno de los mejores receptores que ha dado no solamente el béisbol ensenadense, sino el bajacaliforniano.
Persona que fuera del campo de juego te encuentras al un gran compañero y amigo, pero dentro del campo tienes ante tus ojos al rival deportivo más aguerrido que pudieras pensar.
De esos jugadores que no abordaron el béisbol profesional por no convenir a sus intereses y planes de vida, aún teniendo facultades de sobra.
Marco Antonio Amao Villavicencio.

Seguramente Usted recuerda a Derek Jeter, Bucky Dent, Ozzie Smith, David Eckstein, Alan Trammell quienes fueron magníficos paradores en corto en épocas recientes, solamente “El Mago de Oz” considerado por muchos como el mejor en su posición, no ganó un nombramiento del jugador más valioso en una Serie Mundial.
Participó en el Clásico de Otoño en 1982, pero esa distinción correspondió al receptor Cardenal Darrell Porter.

Los Gigantes de New York ganaron 26 juegos seguidos en 1916, en ese trecho se les atravesó un empate en el segundo juego del 18 de septiembre de ese año debido a la oscuridad.
Los Indios son los dueños de la segunda mejor marca con 22 en el 2017.

Babe Ruth tiene el récord con 467 cuadrangulares en una década entre 1920 y 1929.
Entre los jugadores más recientes entre 2010 y 2019, Nelson Cruz conectó 346, Edwin Encarnación 325, Giancarlo Stanton 308 y Alberto Pujols 290.

Tres diferentes Cardenales ganaron cinco veces el nombramiento de jugador más valioso de la temporada en la década de los 1940s.
Comenzó en 1942 cuando Mort Cooper tuvo marca de 22-7 y lideró la Liga Nacional en carreras limpias admitidas con 1.78, además lanzó para 10 blanqueadas.
El equipo de 1942 finalizó con récord de 106-48 y venció a los Yankees 4 juegos a 1 en la Serie Mundial.
Stan Musial fue el siguiente, lo hizo en 1943, lideró la liga en 11 diferentes categorías a la ofensiva, entre ellas con 220 hits, .357 de porcentaje de bateo y .562 de slugging.
En 1944 el parador en corto Marty Marion ganó por tercera vez consecutiva para los Cardenales el título de jugador más valioso, conectando 6 cuadrangulares y bateando solamente para .267 pero con una fabulosa actuación con el guante.
De nuevo “Stan The Man” ganó el prestigiado nombramiento en 1946 y 1948 cuando bateó para .365 y .376, con un porcentaje de slugging de .587 y .702.

No podremos negar que los lanzadores actuales Max Scherzer, Clayton Kershaw, Adam Wainright y Justin Verlander son tremendos lanzadores, de lo mejor en la época actual en Grandes Ligas, todos han ganado 20 juegos o más en una temporada en dos ocasiones.
Por esa razón tienen sueldos millonarios.
Scherzer ganó 21 en 2013 y 20 en 2016.
Clayton 21 en 2011 y 2014.
Wainwright 20 en 2010 y de nuevo en 2014.
Verlander 24 en 2011 y 21 en 2019.
Sin levantar mucho polvo, Cy Young en el tramo entre 1891 y 1908, en 18 temporadas, ganó 20 o más juegos en 16 ocasiones.
En 1897 y 1905 con 19 se quedó a uno de la cifra mágica.
Según datos su salario en esta época fue entre 1,430 y 4,000 dlls.
Ah! Y nunca ganó el trofeo “Cy Young.”

Por el año de 1846, en los inicios del béisbol más o menos como lo conocemos al día de hoy, los jugadores de los equipos no percibían salarios, (eso se dice) jugaban con el fin de hacer deporte, como mero pasatiempo, es más, recibir dinero era faltar a la decencia.
Con los Medias Rojas de Cincinnati en 1869, dentro del béisbol aparecieron los peloteros contratados quienes comenzaron a llegar de todas partes.
Esos Medias Rojas fue el primer equipo de béisbol cuyo roster fue hecho por completo de profesionales.
Los salarios fueron publicados en los periódicos.
Antes de eso, si un jugador recibía dinero por jugar, no era bien visto y a quien daba o recibía un pago era catalogado como indecente.
Los Medias Rojas le hicieron saber a todos que su manejador Harry Wright recibía un salario de 1,200 dlls por la temporada.
Su hermano George, parador en corto del equipo cobraba 1,400.
La nómina completa del equipo fue de 9,300 dlls.

Los Cachorros de Chicago ganaron las Series Mundiales “espalda con espalda” en 1907 y 1908, luego perdieron en 1910 pero seguramente nunca imaginaron qué tan lejos estaría el siguiente título del Clásico de Otoño.
Llegaron seis veces hasta 1945 y nunca ganaron una y la espera hasta cierto punto llegó a ser motivo de momentos para llorar y uno que otro incidente relacionado con una maldición, algunos simplemente no encontraban explicación a lo que sucedía.
Los Medias Rojas finalizaron su “maldición” en 2004, repitieron en 2007, 2013 y 2018.
La pregunta es:
¿Cuándo llegarán de nuevo los Cachorros de Chicago? y mejor aún, ¿cuándo ganarán de nuevo una Serie Mundial?
En el juego siete de la Serie Mundial de 2016 contra los Indios de Cleveland, los Cachorros tenían una ventaja de tres carreras con dos outs en el octavo inning cuando los Indios empataron el juego.
Cuando todo parecía estar yendo en su contra, de momento se beneficiaron por la intervención del cielo.
Vino una pausa de 17 minutos en el juego debido a la lluvia, minutos que le dieron la oportunidad a los Cachorros de reagruparse.
Anotaron dos carreras en la décima entrada con hit doble de Ben Zobrits.
En la parte baja del inning, el tercera base Kris Bryant capturó dos roletazos que envió a Anthony Rizzo en primera y la espera de 108 años había terminado.
Insisto, ¿cuándo volverán?

Recuerdo haber leído y escuchado muchas veces que el gran Héctor Espino, el mejor bateador mexicano en la historia, solía jugar las paradas cortas en su actuar en el béisbol aficionado en su natal Chihuahua.
Después como profesional jugó en el jardín derecho, a donde se decía que mandaban a los malos jugadores y después defendió la primera base.
Eso me recuerda que algunos grandes peloteros que ha dado el béisbol jugaron esa bonita posición en alguna parte de sus vidas.
Por citar algunos, Hank Aaron defendió las paradas cortas en su juventud, lo mismo hizo Mickey Mantle y con el tiempo los convirtieron en jardineros.
Mariano Rivera, el mejor lanzador relevista que ha existido, primero soñaba con ser futbolista profesional hasta que se lastimó los tobillos y cambió al béisbol en donde en sus inicios también jugó de short stop.
En el béisbol de Grandes Ligas, primero hizo roles de abridor, luego de preparador y finalmente de cerrador.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com