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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
DEPORTIVO ANTONIO PALACIOS RODRÍGUEZ
Por Héctor Barrios Fernández
Los que abrieron el periódico “Lower Californian” el 3 de mayo de 1888 en Ensenada, se encontraron con la siguiente nota:
“Un juego de béisbol ha sido anunciado para el domingo a las 2 de la tarde entre los equipos de Ensenada. El juego tendrá lugar en los campos de celebración en la avenida Gálvez cerca de la calle Tercera.
Los muchachos se batirán por una bolsa de $ 50.00 y el escudo de campeón de Baja California, que es un elegante banderín de seda, bordado en dorado que dice: ‘A los victoriosos les pertenecen los trofeos. Gloria a los bateadores.’
Alex Rossi es el capitán de la novena Pacheco y Miguel Macías el capitán de los Boomers.”
En una ocasión el Sr. Rogelio Escobar Zaragoza, cronista de los Padres de San Diego, me comentó: “Sé que a principios del siglo XX, existió un campo de béisbol en las inmediaciones en donde hoy se ubica un Cine en la calle cuarta entre Ruíz y Obregón.”
Comentario coincide con el “Lower Californian,” que precisa avenida Gálvez cerca de la calle Tercera, hoy diría avenida Obregón cerca de la calle Tercera.
Hoy el centro de la ciudad, en aquellos años las afueras del pueblo.
A saber de las primeras novenas en Ensenada está el equipo “México” que en 1896 lo integraban: David Zérate, Federico Appel, Federico Palacios, Francisco Hernani, Gabriel y Pedro Victoria y Adolfo Arzamendi.
En 1904 aparece el equipo “Ensenada” con: Efego Riveroll, Beltrán Patterson, Luis Gómez, Ernesto Savín, Manuel Corrales, Nacho Rivera.
Conforme el pueblo creció, los beisbolistas fueron obligados a desocupar esos terrenos e irse más lejos, a la hoy calle 10 entre Ruiz y Gastélum, en donde hoy está la Esc. Primaria Justo Sierra, antes Escuela Progreso.
Con el pretexto del crecimiento urbano, en 1928 los beisbolistas de nuevo fueron obligados a cambiarse de lugar y se mudaron al campo Playa, en la hoy Calle Primera, exactamente en donde existen dos de los principales hoteles con los que cuenta la ciudad.
A fines de 1946 los beisbolistas recibieron otra desagradable noticia.
Tendrían que desocupar los terrenos en donde se encontraba el campo Playa, ya que allí construirían una serie de edificios.
El tiempo apremiaba y tenían que encontrar otro lugar en dónde utilizar el poco material rescatable del campo Playa.
Por ese tiempo los Piratas de Chicho Verdugo, el Sauzal, las pesqueras Industrial y Peninsular, eran los que participaban en los torneos locales.
Pronto alguien dijo que por allá lejos pasando el arroyo, había unos terrenos en un rancho al parecer abandonado, se buscó contactar al dueño pero nunca se logró y con el visto bueno del Gral. Abelardo L. Rodríguez, avecindado en el poblado del Sauzal, el Sr. Ernesto Moreno y el Sr. Antonio Palacios, los deportistas tomaron posesión del predio, a pesar de que en temporada de crecida del arroyo la única manera de llegar allá era cruzando por el puente de la avenida Juárez, recién construido.
Manos a la obra los beisbolistas acondicionaron el terreno y una fría tarde-noche después de la jornada laboral, Juan Plateros, Raymundo Verdugo, Vinicio Plateros, Juan Flores, Narciso Verdugo, Miguel Jiménez, Oscar Castro, Rafael Mercado, Tiburcio Reyes, Constantino Barrera, Luis Nájera, Jesús Flores, Guillermo Condi, Modesto Eaton, Carlos Castañeda, Ramón Sánchez Laurel y muchos otros, ayudados también por Félix Jiménez Ch., echando a volar el ingenio, instalaron llantas de auto en las gradas de madera del campo Playa y las trasladaron hasta el nuevo predio.
Al nuevo campo le instalaron una cerca de madera y mallas de alambre.
Por varias jornadas todo transcurrió en santa paz.
El nuevo campo no tenía nombre aún, se le conocía como el campo del arroyo o de la calle Nueve.
Un día domingo los equipos programados se dieron cuenta que las instalaciones que con mucho sacrificio habían levantado, estaban destruidas, al parecer el titular del predio había mandado quitar todo.
Como el dueño vivía en Estados Unidos, nunca se pudo entablar comunicación con él.
Se reconstruyó el campo y después de algunas malas experiencias, por fin quedó para los jugadores.
Así nació lo que hoy conocemos como el Deportivo Antonio Palacios Rodríguez.
En poco tiempo se comenzaron a poblar los alrededores, se perforó un pozo para surtir de agua a la población, se construyeron canchas para la práctica de básquetbol y vólibol, un gimnasio para box, un campo para béisbol infantil y tiempo después uno para fútbol, en fin un pequeño complejo deportivo.
Para dar paso a la modernidad algunas de estas instalaciones fueron desapareciendo o modificándose.
Desde su nacimiento, los terrenos donde se ubica el Deportivo Antonio Palacios han sido objeto de “miradas coquetas” por parte de muchos, ha habido propuestas a los beisbolistas para hacer un cambio de ubicación del campo de béisbol, pero éstos las han considerado desventajosas y poco serias.
Al poco tiempo nace la Liga Municipal de Béisbol de Ensenada, institución que se ha convertido en permanente usuario de las instalaciones, logrando un contrato de comodato para no ser molestados por nadie.
Sin embargo de vez en vez los intentos por desalojarlos se han intentado sin éxito alguno.
Lo más cerca que se estuvo de esto fue una gran inundación de agua, lodo, piedras y basura que sufrió la zona el 4 de marzo de 1978.
Haciendo caso omiso de las recomendaciones de las autoridades de reubicar el campo, ya que la avalancha elevó en más de dos metros el nivel del terreno, los beisbolistas liderados por su Presidente, el Sr. Armando Domínguez, con arduo trabajo y sin más herramientas que sus manos, lograron rescatar y restaurar lo muy poco que había quedado.
El Antonio Palacios, además de la Liga Municipal, fue casa de la Liga Industrial Comercial, equipos profesionales como los Tigres de Ensenada, Delfines y Marineros en la Liga Norte de México, ha recibido en juegos de exhibición a equipos como Padres de San Diego, triple “A,” Estrellas de Mike Brito, La Fonda All Star, Ken Parker y sus estrellas, Naranjeros de Hermosillo, Ostioneros de Guaymas, Yaquis de Cd. Obregón, Diablos Rojos, ha sido campo de práctica de Potros de Tijuana y Águilas de Mexicali.
El Deportivo Antonio Palacios ha visto pasar a grandes ESTRELLAS DEL BÉISBOL como Don Larsen, Tony Pérez, Deron Johnson.
Estrellas nacionales, como Héctor Espino, Ronnie Camacho, Vicente Romo. Estatales como, Viejito García, Yago Beltrán, Macario y José Rayle, Güero García, Tury Navarro, Marro Cota, Jorge Rubio, Armando Murillo.
Entre los locales, Lico Arce, Daniel Garibay, Luis y Amado Peralta, Arturo Orozco, Cornelio García, Francisco Higuera y muchos más que Usted ya sabe.
Desde 1946 el Antonio Palacios ha sido todo pasión, camaradería, calor humano, en donde las gradas y el terreno de juego están tan cerca uno del otro que el aficionado puede interactuar y saludar al jugador.
Han pasado más de 70 años y a pesar de los pesares el Deportivo Antonio Palacios sigue en pie en el mismo lugar, testigo de victorias y derrotas, alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros, viendo pasar el tiempo y a miles de beisbolistas y aficionados al Rey de los Deportes y lo que falta.
Originales estadios en Baja California como el Ángel Camarena y Sierra Vera en Tijuana, Parque Hidalgo en Mexicali, han desaparecido o cambiados de ubicación, pero el Antonio Palacios sigue en el mismo lugar como mudo testigo de la historia del béisbol en Ensenada, Baja California.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com