EL BÉISBOL DE LOS 1930s

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
EL BÉISBOL DE LOS 1930s
Por Héctor Barrios Fernández

En esta década las carreras anotadas rosaron niveles históricos y cualquier número de récords en cuanto a bateo, fueron establecidos.
La Liga Nacional decidió bajar estos niveles un poco, aunque los cuadrangulares y los porcentajes de bateo permanecieron altos, las bases robadas y los batazos de sacrificio continuaron disminuyendo a través de la década.
La Liga Americana continuó descocida en el bateo, mientras la Nacional fue más bien conocida por su pitcheo.
Año con año desde 1931 hasta 1942, la Americana anotó más carreras que la Nacional, la primera anotó en promedio 4.96 carreras por juego, mientras que en la Nacional fue menos de cuatro.
El juego nocturno se estableció a finales de este período.
Las ciudades que contaron con béisbol de liga mayor fueron prácticamente las mismas que en la pasada década, debido principalmente a que el sistema de transporte dificultaba los viajes en menor tiempo.
La generación de peloteros de esta época fue llamada “generación Babe Ruth”.
La identidad étnica era muy observable, muchos jugadores eran segunda o tercera generación de inmigrantes, principalmente alemanes (Roger Hornsby) e italianos (DiMaggio, Camilli, Lombardi).
El estado de California se hizo presente en la aportación de estrellas como Joe DiMaggio, en 1936, originario de Martínez, Ca., muy cerca de Oakland y Ted Williams 1939, de San Diego.
Estados del sur como Arkansas, Tennessee, Oklahoma, fueron de los más productivos en cuanto a jugadores.
En esta década vinieron al mundo personajes como: Earl Weaver, (Willie Mays, Ernie Banks, Mickey Mantle, Eddie Mathews, 1931), Maury Wills, Rocky Colavito, Hank Aaron, Roger Maris, Roberto Clemente, Al Kaline, Frank Robinson, Bob Gibson, Sandy Koufax, Harmon Killebrew, Brooks Robinson, Juan Marichal, Willie McCovey, Lou Brock, Carl Yastrzemski.
Si Usted nació en 1931, tuvo buena oportunidad de batear 500 cuadrangulares o más, ya que cuatro jugadores nacidos en ese año lo hicieron.
Se fueron: Charles Comiskey, Bill Veeck Sr., John McGraw entre otros.
La asistencia a los estadios bajó en relación a la década anterior, ya que sólo asistieron 81,013,329 aficionados.

 Los Cachorros nuevamente llevaron a mayor número de fanáticos en un año, (1930) 1,463,624 y en el período los Yankees una vez más fueron los reyes con 9,089,953.
Con el farol rojo en asistencia, los Cafés de San Luis en 1935 con 80,922 y en la década sólo 1,184,076.
En cuadrangulares Jimmy Foxx (1932) y Hank Greenberg (1938) conectaron 58, en estos diez años Jimmy Foxx dejó atrás a todos con 415 pelotas para la calle.
Los equipos con más éxito en ganados y perdidos fueron los Atléticos de Philadelphia de 1935 con 107-45, pero en esta década los Yankees tuvieron récord de 970-554.
Los peores fueron los Bravos de Boston y los Cafés de San Luis.
En el premio al mejor jugador, domina Lou Gehrig (3) Jimmy Foxx (2) Babe Ruth, Arky Vaughan, Joe Medwick, Mel Ott y Joe DiMaggio.
En pitcheo dominaron Lefty Grove, 31 ganados en 1931 y 199 en este período, Carl Hubbell, Dizzy Dean, Wes Farrell, Lefty Gómez, Bill Lee, Bucky Walters.
El lanzador con mayor velocidad fue Bob Feller.
El caballo de hierro, por supuesto fue Lou Gehrig.
Esta etapa se caracterizó también por la consolidación de béisbol nocturno, incremento de reconocimientos a los jugadores, el interés por la historia del juego y la aceptación para ver acción los domingos.

 El departamento de carreras producidas lo dominó Hack Wilson en 1930 con 191, pero en la década el Rey fue Jimmy Foxx con 1,403.
En bases robadas, Ben Chapman se llevó todos los honores.
Phil Rizzuto que creció como aficionado a los Dodgers y soñaba jugar para ellos, en 1936 su coach de secundaria arregló todo para que Phil demostrara sus habilidades al equipo de sus amores, sin embargo ni caso le hicieron, sólo le pidieron que corriera un poco y Casey Stangel le dijo que estaba muy chaparro para jugar béisbol, que mejor se fuera a casa y se dedicara a otra cosa.
Después Rizzuto se convirtió en el mejor o uno de los mejores paracortos que los Yankees han tenido en su larga historia.
Llama la atención que con muchas estrellas sucedió igual o algo muy parecido.
Cosas negativas de este deporte en esta etapa, como siempre en el número uno, la segregación racial, el dominio de los equipos de New York, la baja asistencia del público, el suicidio de Willard Hershberger.
Los dos equipos de liga menor más exitosos en estos tiempos fueron los Osos de Newark en 1937 y los Angels de Los Ángeles en 1934, ambos propiedad de William Wrigley, también dueño de los Cachorros de Chicago.
El Comisionado de la época, el famoso Juez Landis, hacía esfuerzos por mantener independientes a los equipos de ligas menores, pero otro personaje no menos famoso, Branch Rickey y los dueños de equipos de Ligas Mayores, trataban de convertirlos en sus sirvientes, ¿quién cree que ganó? El historiador Richrd E. Beverage dijo en 1981 que los Angels de Los Ángeles de los 1930s no fueron tan buenos como los Orioles de la década anterior o no tan exitosos como las Focas de San Francisco de 1922 a 1925 o que los Millers de Minneapolis de 1911, pero que siendo un equipo de liga menor, tenían la categoría para participar en Ligas Mayores.
Kirby Higbe, en su autobiografía dijo que él desarrolló su brazo tirándole piedras a los negros, a lo que Satchel Paige, uno de los mejores lanzadores o quizá el mejor en la historia del béisbol, ni tardo ni perezoso contestó que él desarrolló su poderoso brazo tirándole rocas a los blancos.
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