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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
EL PRINCIPIO 5ta PARTE DE 7
Por Héctor Barrios Fernández
El 20 de agosto de 1860, los Atlantics y los Excelsiors se enfrentaron por el campeonato de la ciudad de Brooklyn.
Los Atlantics presentaron una nueva clase de béisbol, equipo mayormente compuesto por hombres de clase trabajadora.
Por su parte los Excelsiors compuesto por comerciantes y empleados de mostrador, los aficionados de los Atlantics eran más rudos, tipos duros de la calle, estibadores, la gentileza no era muy su distintivo.
Los Excelsiors intentaban ignorar las burlas hasta el sexto inning, pero finalmente se enfadaban y abandonaban el campo.
Los Atlantics serían el equipo dominante en los 1860s, destacando en el fildeo Joe Start, conocido como “el Viejo Seguro” por su habilidad para atrapar con la mano desnuda todo lo que fuera por su lado, el jardinero Jack Chapman, tan bueno que era llamado “Death to Flying Things”, algo así como el que daba muerte a los objetos voladores.
El juego de New York, siguió expandiéndose, por el norte hasta el estado de Maine, por el oeste hasta Oregon y California.
En la primavera de 1861, había 62 equipos miembros de la Asociación Nacional de Jugadores de Béisbol; los negros libres en el norte, habían formado sus propios equipos de aficionados y Henry Chadwick estaba tratando de comenzar un nuevo equipo en Richmond, Virginia, cuando la nueva temporada repentinamente fue interrumpida por la guerra civil.
La guerra demostró otra ventaja que el béisbol tenía sobre el cricket, éste era un deporte maravillosamente portátil.
Mientras el cricket demandaba un campo preparado por “manicuristas,” el béisbol podía ser jugado casi en cualquier parte.
Los soldados de ambos ejércitos practicaban el juego bajo viejas y nuevas reglas, dónde y cuándo ellos podían hacerlo, sólo querían comportarse como niños.
Jugaban a espaldas de la Casa Blanca, en donde Abraham Lincoln y su hijo Tad, algunas veces venían a ver los juegos.
Era jugado en las prisiones, también en los campos de batalla.
“Es impresionante cómo una persona puede ser indiferente al peligro,” un soldado raso de Ohio, escribió a su casa en Virginia en 1862. “
Los balazos se escuchaban a poca distancia de nosotros y por allá al otro lado del camino se encontraba nuestra compañía, jugando Bat Ball.”
El béisbol creció también bajo las líneas de fuego y continuamente cambió. Los umpires fueron instruidos a marcar los lanzamientos, si ellos pensaban que los pitchers estaban lanzando lejos del bateador, los invitaban a lanzarles pelotas cómodas para batear, recordemos que la finalidad del juego era que el bateador tuviera contacto con la pelota.
Los jugadores no usaban guantes, porque éstos no se habían inventado aún para el béisbol además los pitchers lanzaban por abajo del brazo, pero ahora trataban de imponerse a los bateadores y no solamente servirles la pelota.
La primera real estrella del béisbol fue un larguirucho lanzador llamado James Creighton.
Tenía sólo 18 años de edad en 1859, cuando hizo su debut con los Brooklyn Niagaras.
Las reglas prohibían doblar la muñeca de la mano al hacer el lanzamiento, pero Creighton de algún modo lo hacía sin que esto fuera detectado, lanzando la pelota con una velocidad sin precedentes.
Recordemos que la distancia en ese entonces entre el punto de lanzamiento y el home plate era de 45 pies, (ahora de 60’ 6”).
Aparte de su gran velocidad, combinaba sus lanzamientos con pitcheadas lentas, con lo cual tenía mucho éxito sobre los bateadores.
Algunos desaprobaban su inusual agresividad a la hora de lanzar, aún se suponía que técnicamente el trabajo de un lanzador era ayudar a que el bateador conectara la pelota, no dominarlo, pero Creighton ganaba juego tras juego, pronto de manera clandestina los demás equipos trataron de conseguir sus servicios.
Al parecer los Brooklyn Stars lo atrajeron con una oferta de dinero y de trabajo para los días fuera de temporada.
Finalmente los Excelsiors lo consiguieron ofreciéndole más dinero y mejor trabajo.
Como podemos apreciar, esa tendencia existe desde los primeros días de existencia del báisbol.
En 1860, Creighton fue líder de los Excelsiors en su primera arrolladora gira por varios estados como Pensilvania, Delaware, Maryland e incluso Canada.
El profesionalismo estaba cada vez más en progreso y Creighton fue uno de los primeros beneficiarios.
Pero no duró mucho, el 14 de octubre de 1862, bateando por los Excelsiors contra el Union Morrisania, Creighton conectó un cuadrangular, corriendo alrededor de las bases cayó al suelo, pensó que su cinto se había roto, según dijo.
Lo que sucedió fue que con la fuerza de su swing rompió su vejiga, murió cuatro días después, cuando tenía 21 años de edad.
Las mamás de los jóvenes de entonces dijeron que jugar béisbol era muy peligroso, por tanto prohibían a sus hijos jugarlo.
Con mucha solemnidad el presidente de los Excelsiors declaró a la prensa que Creighton estaba jugando Cricket cuando el accidente ocurrió.
El béisbol continuó su desarrollo y al siguiente año sucedió un hecho histórico.
Una tarde de 1863, Ned Cuthbert de los Filadelfia Keystones, corrió de primera hacia segunda sin que hubiera un batazo de por medio.
Los asistentes soltaron las carcajadas, pero él le dijo al umpire que no había regla que le prohibiera hacer eso.
Fue la primera base robada en el béisbol.
A los puritanos no les gustó, dijeron que eso era hacer trampa, pero el público quedó encantado con esa jugada.
En la playa, una tarde, un emprendedor joven de sólo 14 años de edad, llamado Williams Cummings, conocido por sus amigos como “Candy,” notó que al lanzar conchas de almeja, estas curveaban en el aire, se preguntó si sería posible lograrlo con una pelota de béisbol.
A base de práctica logró finalmente su propósito, inventando el lanzamiento en curva y pasando a la inmortalidad.
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