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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
FRANK VERDI Y JOHN LINDSEY
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Mire lo que le sucedió a Frank Verdi en su debut en Grandes Ligas el 10 de mayo de 1953 “jugando” para los Yankees de New York a donde llegó como shortstop.
Verdi dijo que su primera vez al bat en las Ligas Mayores fue “como tu primera cita con una muchacha, es algo que nunca puedes olvidar.” Solamente en su caso y el de John Lindsey.
Después de pasar siete años en las granjas de los Yankees, Verdi finalmente llegó al equipo grande. Estuvo sentado en la banca hasta ese memorable domingo de 1953 en el Fenway Park de Boston cuando entró al campo por Phil Rizzuto, quien había salido en el sexto inning por un bateador emergente.
En el turno de los Yankees del séptimo inning, Verdi por fin emprendió camino rumbo al plato para hacer su debut como bateador en las Grandes Ligas. La espera había terminado. Los Yankees hicieron un rallie para ponerse arriba en el marcador 5-3 y tenían las bases llenas con dos outs.
Gran momento para Verdi. Todos esos años de trabajo en las menores, los sudorosos viajes en autobús, los pueblos pequeños, los pulguientos hoteles.
Habían llegado a su fin.
Aquí estaba su oportunidad de oro para traer dos carreras en su primera vez al bat en Grandes Ligas.
Ansioso, Verdi entró en la caja de bateo. Pero de pronto escuchó que el coach de lanzadores de los Medias Rojas Bill McKechnie gritaba, “¡tiempo!”
McKechnie envió al lanzador Ellis Kinder a las regaderas y trajo al relevista Ken Holcombe. Después de que el nuevo lanzador completó sus tiros de calentamiento, Verdi regresó a la caja de bateo.
Una vez más, Verdi escuchó, ¡tiempo!
Esta vez fue el manejador de los Yankees Casey Stengel, quien estaba enviando a Bill Renna a batear por Verdi, a pesar de también ser bateador derecho.
Renna roleteó al tercera base para el tercer out.
Para Frank Verdi este fue su “debut” en Grandes Ligas. También fue su despedida. Verdi fue enviado a las menores y nunca regresó.
John Lindsey se puede identificar con Frank Verdi. Por lo menos Verdi, en su primer juego logró jugar un inning al campo. En el “debut” de Lindsey, él oficialmente jugó en un juego que nunca jugó.
Después de pasar agotadores 16 años en las menores, Lindsey fue llamado por los Dodgers de Los Angeles para el último mes de la temporada del 2010.
El 8 de septiembre, los Dodgers estaban siendo derrotados por los Padres de San Diego 4-0 en el octavo inning, pero tenían corredores en primera y en segunda con un out. Fue cuando el novato de 33 años y el más viejo del equipo, fue llamado por el manejador Joe Torre para batear de emergente por Scott Podsednik. Los años de espera habían terminado para Lindsey. El momento había llegado. Justo en el que había soñado desde que fue seleccionado en la treceava ronda por los Rockies de Colorado en 1995.
Que emocionante fue escuchar su nombre en el sonido local cuando caminaba hacia la caja de bateadores para enfrentar a Joe Thatcher. Que decepción fue cuando los Padres trajeron al relevista Luke Gregerson y Torre contestó enviando al zurdo Andre Eithier para batear por Lindsey.
De regreso en el dugout, Lindsey miró cómo Eithier finalizaba el inning bateando para doble play. Los Dodgers perdieron 4-0.
Después del juego, Torre borró a Lindsey de la tarjeta de la alineación y le dijo, “ahora estás en los libros de records.”
“¿Qué?” Contestó Lindsey. “¿Por no jugar en el juego?”
Los compañeros lo tomaron por el lado positivo. Recuerda Lindsey, “alguien dijo, ‘eres muy bueno, puedes estar en un juego sin tener que batear.’ Alguien más dijo, ‘debes de ser muy bueno, los Padres prefirieron enfrentar a Eithier que a ti.’” Compañeros bastante “graciositos.”
Lindsey tuvo que esperar un día más antes de tener la oportunidad de conectarle a la pelota. En el turno de los Dodgers en el séptimo inning perdiendo 3-2 ante los Astros de Houston, bateó de emergente ante el curvero Ted Lilly y elevó profundo al jardín central. Tres días más tarde, consiguió su primer hit en Grandes Ligas conectando un sencillo en una derrota de 7-4 ante los mismos Astros.
Cuando le preguntaron a Lindsey, cuál juego consideraba como su debut, John contestó: “Creo que el oficial. Para mí es aún un momento muy especial. Siempre digo que estaba tan intimidante que los Padres trajeron a un bateador derecho porque no querían enfrentarme.”
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