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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
GOLFREDO LENÍN AMADOR GARCÍA
Por Héctor Barrios Fernández
Nació el 11 de febrero de 1937 en la ciudad de La Paz, antes Territorio, ahora estado de Baja California Sur, sus padres fueron Don Antonio Amador Ojeda y la Profesora Francisca García de Amador.
El matrimonio Amador García procreó ocho hijos, siendo Lenín el tercero de ellos.
Sus estudios académicos profesionales los realizó en la Escuela Normal de La Paz.
Pasados los años el joven Lenín contrajo matrimonio con la señorita Sara Ontiveros de Amador de donde nacieron seis hijos.
El béisbol llegó a Golfredo Lenín cuando era apenas un niño, lo practicaban en la calle o en algún terreno baldío con los vecinos de la colonia y alrededores.
Ante la falta de recursos económicos para comprar el equipo adecuado, ellos mismos se fabricaban los guantes con pedazos de lona y como bat usaban cualquier barrote que se prestara para ello, era una forma muy divertida de pasar los años de la niñez.
Fue en la escuela secundaria donde uno de los maestros organizó un equipo del que Lenín formaba parte y de manera formal inició la práctica de este deporte.
Aún en la etapa de adolescente y debido a su talento, lo invitaron a incursionar en la categoría de primera fuerza con el equipo de la Escuela Normal donde era estudiante, participando en las Olimpiadas del ahora estado sudcaliforniano, posterior a eso representó al Territorio Sur en el torneo nacional de béisbol realizado en Ciudad Obregón, Son.
Esto fue apenas el inicio de una larga carrera en el béisbol, tanto como jugador, entrenador y manejador, posteriormente directivo de ligas y promotor, lo mismo en el softbol que algunos llaman el deporte de la “pelota blanda” que en realidad no lo es tanto, lo cual compruebas cuando recibes un pelotazo.
Después defendió lo colores sureños en el campeonato nacional en Sinaloa.
Fue en 1958 que formando parte de la selección sudcaliforniana, bajo el mando del legendario Manuel “Ciclón” Echeverría, vienen a participar al campeonato nacional con sede en Tijuana y subsede en Ensenada, tocándoles a ellos jugar en la ciudad y puerto.
Fue aquí en donde conoció al Profr. Jesús López Gastélum quien durante dicho torneo tenía la comisión de atenderlos en lo necesario.
Al final de la competencia el joven Lenín quien ya laboraba como Profesor en la ciudad de La Paz, por su calidad y talento llamó la atención del Maestro Jesús López, quien era amante del deporte especialmente del béisbol y lo convenció para que viniera a residir a Ensenada, con el fin de reforzar al equipo de “Maestros”.
Así fue como en 1960 y pasaditos los 20 años de edad, Lenín llega a la “Bella Cenicienta” en vuelo directo desde La Paz, B.C.S., siendo recibido en el aeropuerto por su tía Alejandrina y el propio Profesor, dándole la bienvenida con mariachi y todos lo honores, eso fue un sábado por la tarde cuando el Profr. López le dice, descansa porque mañana domingo tenemos juego de semifinal, si ganamos pasamos a disputar el trofeo de campeones.
Al día siguiente teníamos a Lenín Amador debutando con su nueva franela, debut que no pudo haber sido mejor ya que conectó par de cuadrangulares para que su equipo ganara y pasara a disputar la final.
Por alguna razón ya en Ensenada me vieron hechuras de parador en corto y desde entonces esa fue mi posición.
No pasó mucho tiempo para que lo nombraran manejador del equipo Maestros en donde también militaban jugadores de la talla de Leonardo Romero, Vicente y Demetrio Zamora, Ernesto “Tito” Cosío, Roberto Arce, Roberto Márquez, Heriberto Osuna, Javier “Laco” Vázquez y muchos otros brillantes elementos.
Entre muchos inolvidables recuerdos están uno en donde jugando un estatal en Tecate realizamos un triple play.
Me tocó cubrir las paradas cortas en ese juego que estaba muy peleado, Tony Novelo era el lanzador, estaban las bases llenas de tecatenses sin out, nuestro manejador Chicho Verdugo llega a la loma y le dice a nuestro lanzador: “Tony, apúrate a sacar los tres outs porque ya hace hambre, la comida está servida y se enfría”.
Le pido a Tony que sin voltear a segunda, se dé la media vuelta y revire hacia la base, yo estaría allí mismo esperando, Novelo hizo exactamente eso, un grandioso revire y pescamos al corredor para el primer out, enseguida el corredor de tercera se aventuró a home a donde hice el tiro y Francisco “Pochón” Nieto que era nuestro receptor, esperó al corredor para el segundo out, al percatarse Francisco que el corredor de primera se iba para segunda, hizo un tiro perfecto a la base, el cual recibí para sacar al corredor y así realizar el triple play con el que se acabó el juego que apresuradamente ganamos.
Entre los integrantes de esa selección de Ensenada, recuerdo a Jilemón Jiménez, Víctor Solorza, Francisco Nieto, Antonio Novelo, Ricardo “Morado” Crosthwaite, Oscar “Potro” Castro, Raúl “Chito” Tamayo y tal vez el mejor bateador que ha habido en Ensenada en todos los tiempos, Federico “Lico” Arce y otros talentosos beisbolistas que de momento escapan a mi memoria.
Otro momento inolvidable fue el que viví visitando al seleccionado de Tijuana cuando en el primer juego de una doble jornada dominical, pactado a siete entradas, tuve tres turnos al bat y en los tres conecté cuadrangular, el primero para producir tres carreras, el segundo con uno en base y antes de mi tercer turno, le tocó batear al siempre peligroso “Lico” Arce con hombres en segunda y tercera.
Con justa razón al alto mando de Tijuana le entró tremenda preocupación y tenían mucha razón, ya que “Lico” era nada menos que el cuarto bat de la Selección Nacional, en otras palabras se trataba del mejor bateador mexicano amateur del momento y lo teníamos nosotros.
Deciden darle la base intencional a Federico para lanzarme a mí, en el pecado llevaron la penitencia porque les conecté el tercer cuadrangular del día, este con las bases congestionadas para cuatro carreras producidas, nueve en todo el juego.
Cuando todo estaba listo para mi participación en el torneo nacional a llevarse a cabo en Nuevo Laredo, Tams., haciendo caso omiso de que me cuidara y no jugara en ningún partido amistoso, por el gusanito de la acción, participé en un juego casi de “cascarita” y allí sufrí una fractura que impidió mi participación en dicho torneo y en el siguiente.
Cuando la carrera de jugador activo del Profr. Lenín terminó, se dedicó de lleno a manejar equipos, todos con jugadores muy buenos y los recuerda con mucho afecto, pero cuando menciona al equipo de la Normal Estatal, los ojos se le abren aún más y salta la alegría en su rostro.
En distintas categorías, lograron diez banderines en igual número de temporadas.
Por allí pasaron muchos jugadores que con el tiempo la gran mayoría se convirtieron en respetables Maestros.
Entre muchos Félix Patrón, Enrique y Miguel Siqueiros, Miguel Almazán, David y Juan Carlos Rivera, Adrián Manjarrez, José Ochoa, Arturo Jordán, Héctor Amador, Mario Ruiz, Omar Melgar, Romualdo Guerrero, Sergio Espinoza, Oscar Amador, Francisco Chico.
Manejador, coach auxiliar, promotor, el Maestro Lenín Amador también incursionó como directivo, siendo durante tres períodos, Presidente de la Liga Municipal de Béisbol, un puesto muy demandante y de gran responsabilidad, viendo por la organización de los torneos internos, motivando a los distintos grupos a formar equipos participantes, buscando y solicitando espacios para la práctica del deporte, buscando patrocinios para uniformar a sus selecciones, buscando el traslado a los distintos lugares de competencia, alimentos, hospedaje y un sin fin de gastos y compromisos económicos que se generan alrededor de una liga organizada como lo es la Municipal y cualquier otra.
Ya siendo parte del magisterio ensenadense, en una ocasión por parte de su paisano, gloria del béisbol de Santa Rosalía, B.C.S., Arturo Cacheux, recibió invitación para probarse en el béisbol profesional, propuesta que amablemente declinó por estar completamente dedicado a sus labores docentes.
Con mucho agrado el Profr. Lenín recuerda su participación en la Olimpiadas terrisureñas en donde participaban equipos representativos de la región como La Paz, Los Cabos, El Triunfo, San Antonio, Loreto, Santa Rosalía, Mulegé, Todos Santos y muchos otros de donde surgieron grandes jugadores.
Ya para terminar esta probadita de la carrera del Profr. Lenín Amador dentro del béisbol, nos indica que su equipo favorito siempre han sido los Dodgers desde que se hospedaban en Brooklyn y desde 1958 en Los Angeles.
Su jugador favorito no es ninguno en específico, pero si guarda admiración por los grandes de todos los tiempos como Babe Ruth, Willie Mays, Duke Snider, Sandy Koufax, especialmente por Maury Wills.
En México siempre admiró a su hermano Raúl quien por corto tiempo incursionó en el profesionalismo como lanzador, otros como Héctor Espino, Ronnie Camacho, Ramón Arano, Arturo Cacheux y otros.
Desde mis épocas juveniles, fui un observador del béisbol, tratando de descubrir y aprender los secretos que este deporte encierra y que también es una ciencia, me gustó estudiar sus reglas que por cierto es el deporte que más tiene o uno de los que más, sus jugadas, las técnicas tanto del bateo, pitcheo y fildeo o corrido de las bases.
Eso me llevó a ser instructor y manejador, al béisbol lo tienes que respetar, lo tienes que conocer para medio entenderlo y no tienes que tratar de estarlo inventando, no puedes saber más que el béisbol ni querer ser más grande que él, porque si lo intentas te frustrarás porque no lo lograrás, lo mejor es respetarlo.
Una frase que le adjudican a varios personajes y que tiene mucho de cierto dice que: “el béisbol es como ir a misa, muchos van y pocos entienden”.
Siempre fui enemigo de que en el béisbol aficionado se ofreciera y aceptara dinero, si lo quieres practicar por cuestiones económicas, mejor incursiona en el profesionalismo.
Esto fue apenas la punta del iceberg en la carrera beisbolística del Profr. Golfredo Lenín Amador García, gloria del béisbol bajacaliforniano.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com