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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
JORGE PARRA MONTOYA
Por Héctor Barrios Fernández
Jorge Parra Montoya, hijo del Sr. Narciso Parra Cañedo originario de Mazatlán, Sin., y la Sra. Thalpa Montoya Aguilar, originaria del poblado de Santa Águeda, B.C.S.
Del matrimonio Parra Montoya nacieron cinco hijos.
Jorge Parra vio la primera luz en el mineral y puerto de Santa Rosalía, B.C.S. el 12 de mayo de 1938.
A la corta edad de cinco años en 1943, a invitación de su abuelo materno, el pequeño Jorge traslada su residencia al puerto de Ensenada, ubicándose exactamente en la calle Séptima y Ave. Guadalupe en la Colonia Obrera, muy cerquita de donde poco tiempo después nacería lo que hoy es el estadio de béisbol Deportivo Antonio Palacios Rodríguez, desde entonces la Catedral del Béisbol en Ensenada.
En esos años en el puerto ensenadense después de la Col. Obrera que estaba conformada por pocas casas y algunos corrales de ganado, yendo hacia el oriente solamente existía la Col. Independencia que era la más alejada del centro geográfico de la ciudad, hoy colonias muy céntricas por decirlo así.
Con su esposa la Sra. Ofelia Ceballos, trajeron al mundo cinco hijos.
Uno de sus primeros trabajos fue como empleado del desaparecido bar “Club del Mar” que algunos residentes locales recordarán con nostalgia.
Su afición por el béisbol le nació desde niño cuando lo practicaba con vecinos y amigos de la misma colonia.
Igual que sucedió con muchos niños de la época, antes de las actividades escolares, Jorge repartía entre sus clientes el Examiner Times y el Diario, periódicos que circulaban en la localidad, además vendía tamales que su mamá deliciosamente cocinaba para completar el gasto de la familia.
También entre los turistas vendía gorras para la adquisición de lo necesario para la práctica beisbolera.
Entre esos niños contemporáneos suyos recuerda nombres como el de Abraham Castro, sus tíos por parte materna Raymundo y Ricardo Montoya, y Federico “Lico” Arce de quien recuerda sembraban y cosechaban alfalfa para el alimento del ganado de ordeña que resguardaban en terrenos de la misma colonia.
También prestó sus servicios con la familia Arce en la atención de ganado que tenían en las cercanías del vecino poblado de Maneadero, fue allí donde el también jovencito Lico Arce lo enseñara en el arte de cabalgar en caballo.
El béisbol de adultos se jugaba en el campo Playa de la calle primera, entre los peloteros de esa época recuerda a Oscar “Potro” Castro, Narciso “Chicho” Verdugo, Nazario Vázquez, “Laco” Vázquez, Vinicio Plateros, Miguel Jiménez, José “Prieto” Soto y muchos otros.
Los equipos fuertes eran los Piratas de Chicho Verdugo y el Sauzal que era el eterno campeón hasta que apareció en el firmamento beisbolero Rubén “Catrín” Meza quien era el que ponía quietos a todos con sus temibles lanzamientos.
Otro equipo era el “Olímpicos” de José “Prieto” Soto en donde Jorge militaba junto a otras glorias como Manuel “Cepillo” Salgado, Oscar “Tigre” García, “Chino” Solorza entre los que más recuerda.
También destaca Jorge Parra que a mediados de la década de los 40s del siglo pasado, se realizó el traslado de las gradas del campo Playa a lo que ahora es el Deportivo Antonio Palacios.
Equipos en los que tuvo participación están los Olímpicos, Cachorros, El Sauzal, Pinturas Fulmex y otros que de momento no recuerda, su posición siempre fue la difícil y demandante receptoría.
La cuestión de ser juez comenta que una tarde día le llegó por “gritón”.
Durante un juego que ampayeaba su paisano Javier Amador, él viendo el juego desde las gradas ya un poco alegre y animado por el consumo de las llamadas bebidas de moderación que se toman para mitigar el calor, comenzó a reclamar el conteo del ampáyer Amador.
En una de esas reclamaciones se le acerca el citado Javier Amador y le pregunta que si quiere ser ampáyer, ya envalentonado le contesta afirmativamente, lo cita a la siguiente reunión y lo dan de alta para sentenciar los juegos, haciendo su debut del que recibió elogios por su desempeño lo cual lo animó a seguir adelante.
Durante su carrera acepta que tuvo errores pero fueron más los aciertos y en donde hizo muchos conocidos y amigos.
Trabajó detrás del plato tanto en béisbol como en sóftbol, en torneos locales, estatales y nacionales, desempeñándose en esa difícil tarea por alrededor de 50 años.
También como deportista incursionó en la práctica del vólibol, fue entrenador de boxeadores, algunos de buen nombre a nivel local.
Entre sus compañeros ampayers recuerda con mucho afecto a Rubén Díaz “el Vago”, Javier Amador, Tranquilino Manjarrez, “Enrique “Colima Brizuela”, Javier “Laco Vázquez” y muchos otros.
Después de muchos años de carrera en el cuerpo de ampayers local, como todo o casi todo en la vida se presentaron problemas y divisiones entre sus compañeros y decidió dar por terminada su carrera en esta difícil y muchas veces incomprendida pero muy valiosa actividad.
Recuerda con mucha satisfacción haber actuado como umpire principal en juegos que realizaban en Ensenada equipos profesionales en juegos de práctica como Naranjeros, Ostioneros y equipos de Estados Unidos.
Hoy a sus 87 años de edad pasa sus días con sus cinco hijos, nietos y bisnietos.
Por todo esto que aquí nos cuenta, Jorge Parra Montoya es una Estrella del Béisbol.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com