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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
LA LÍNEA DE COLOR
Por Héctor Barrios Fernández
Cap Anson, fue jugador estrella y manager de Chicago hasta 1897, cuando él tenía cuarenta y cinco años de edad. Cuando finalmente se retiró, siguió aceitando y manteniendo en condiciones cada uno de sus 400 bats, por si algún equipo lo llamaba requiriendo de sus servicios. Anson fue una de las más grandes estrellas del béisbol en su época de jugador, además de un exitoso hombre de negocios y una figura impositiva en cuanto a la manera en cómo se conducía el béisbol. Pero Cap Anson fue también el responsable de uno de los eventos más tristes en la historia del béisbol, una ocurrencia que retrasaría el progreso del juego por más de medio siglo.
Moses Fleetwood Walker, hijo de un médico, había sido un excepcional atleta en el colegio Oberlin, mientras tanto, atrajo la atención del equipo de Toledo de la Liga del Noroeste, con quienes firmó en 1883. Al siguiente año, Toledo fue invitado a participar en la American Association y Walker fue uno de los pocos jugadores que el equipo retuvo. Además era el cátcher de Tony Mullane, uno de los lanzadores estrellas del equipo de Toledo. Walker bateó para porcentaje de .263 en 152 veces al bat y era muy popular en la ciudad de Toledo y en muchas otras ciudades a las que visitaban en las giras del equipo como Baltimore y Washington. Su hermano, Welday Wilberforce Walker, también jugó en cinco juegos para Toledo durante esa temporada, él era jardinero y conectó 4 hits en 18 oportunidades.
Pero cuando los Medias Blancas de Chicago vinieron a Toledo ese año para un juego de exhibición, Anson amenazó con retirar del campo a su equipo si Fleet Walker jugaba. Entonces Charley Morton, el manejador de Toledo, rechazó cumplir con la demanda. “Lo gracioso del asunto” según una versión, “fue que al momento de que Anson hiciera su ‘provocación’, la gente de Toledo no tenía la más mínima intención de que Walker participara en ese juego ya que se encontraba lastimado de una mano, pero cuando Anson dijo que no jugaría con Walker, los dirigentes de Toledo dijeron que Fleet Walker jugaría en la receptoría o no habría juego.
La posición de Anson pronto caló hondo, encontró simpatizantes, echó raíces. El 14 de julio de 1887, la Liga Internacional instituyó una línea de color “no oficial” y ese mismo día Anson consiguió que los “Little Giants” de Newark, removieran a su batería de color y tanto el lanzador George Stovey como el receptor Fleet Walker, fueron retirados de la alineación de su equipo en un juego de exhibición contra los Medias Blancas de Chicago. Después en ese mismo año, salvo dos integrantes que se opusieron a la medida, los demás integrantes de los “Cafés” de San Luis, rechazaron salir al campo contra los “Cuban Giants”.
“Estimado Señor”. Se leía la carta dirigida al dueño del equipo Chris Von der Ahe, “nosotros los abajo firmantes, miembros del club de béisbol de San Luis, no estamos de acuerdo en jugar el día de mañana contra un equipo de negros. Con mucho gusto jugaremos con gente blanca en cualquier momento y creemos que al oponernos a jugar contra negros, estamos haciendo lo correcto.” Von der Ahe, informó a la multitud de 7 000 personas en New York, que su equipo estaba muy lesionado como para jugar y de cierta manera él tenía razón.
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