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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
PLAY OFF Y SERIES MUNDIALES DOS
Por Héctor Barrios Fernández
Floyd Bevens estaba teniendo el juego de su vida el 3 de octubre de 1947 en el estadio Ebbets Field, casa de los Dodgers de Brooklyn.
Por los Dodgers, su último turno al bat en el juego.
Bevens los vencía 2-1 sin haber aceptado un sólo hit.
La única carrera de casa la anotaron en el quinto inning.
Dos bases por bolas, un sacrificio y una rola al cuadro para la que era su solitaria carrera.
Eso sí, Bevens había otorgado ocho bases por bolas, pero en este inning sintió la presión de los 33,443 aficionados en el estadio, estaba a tres outs de lanzar el primer sin hit en la historia de las Series Mundiales.
Floyd retiró al primer Dodgers en elevado al jardín izquierdo, dio base por bolas al siguiente bateador Carl Furillo.
El manager de Brooklyn Burt Shoton envió a Al Gionfriddo a correr por Furillo en la primera base.
Bevens obligó a Spider Jorgensen a elevar al primera base.
¡A un out de distancia de la hazaña!
El manager del equipo de casa Burt Shoton, mandó a Pete Reiser a batear de emergente por el pitcher Hugh Casey, Gionfrido sorprende a todo mundo robándose la segunda.
El alto mando de los Yankees ahora ordenó a Bevens que pasara intencionalmente a Reiser, lo que representó su décima base por bolas en el juego.
Las intenciones de Harris eran de buscar el out forzado en cualquier base, pero también hizo lo que no se debe hacer en el béisbol, colocar la carrera del gane a bordo.
En duelo de estrategias, Shoton envió a Eddie Miksis a correr por Reiser.
También mandó al popular Harry (Cookie) Lavagetto a batear por Eddie Stanky.
Lavagetto abanicó la primer pitcheada de Bevens, el siguiente lanzamiento para “Cookie” representó el 137 en el juego para Bevens, al que Lavagetto conectó de línea sobre la cabeza de Tommy Henrich, para que Lavagetto se anotara un doble.
En jugada de “batear y correr” Gionfrido y Miksis habían salido con el lanzamiento, los dos anotaron, la de Miksis fue la carrera del gane.
El ocho de octubre de 1956.
Como era costumbre en esa época, se enfrentaban Yankees y Dodgers en la Serie Mundial.
La Serie estaba empatada a dos triunfos por equipo.
Para el juego cinco, el Yankee Don Larsen estaba en la loma.
Larsen nunca había sido un jugador estrella, pero ese día, bateador tras bateador, inning tras inning, estuvo perfecto.
Después de ocho innings, los Dodgers no habían conectado hit.
Los Yankees mientras tanto, tenían dos carreras.
Llegó la primera parte del noveno inning, si Larsen retiraba en fila a los siguientes tres bateadores, tendría un juego perfecto.
“Mi estómago estaba saltando y sentía mi cabeza como si se me fuera a quemar.”
Dijo Larsen más tarde.
Primer juego perfecto en Serie Mundial y único hasta la fecha.
Después del juego, en conferencia de prensa, un periodista le preguntó a Larsen si ese había sido el mejor juego que había lanzado en su carrera.
¡Se pasó ese periodista!
En 1960 la Serie empatada a 3 juegos por bando, séptimo, último y decisivo juego, Ralph Terry estaba en el montículo por los Yankees de New York, en la segunda parte del noveno inning, turno de los Piratas, se presenta al bat Bill Mazeroski para abrir la tanda.
El primer lanzamiento fue marcado bola alta.
El siguiente, a decir de los expertos, fue un slider que se quedó poquito alto, llamó la atención de Mazeroski, le gustó, le tiró y la prendió.
La pelota viajó lo suficiente para vencer la barda, Yogi Berra que cubría el jardín izquierdo, sólo la vio pasar.
Jubiloso Maz saltaba de gusto recorriendo las bases y aleteando con sus brazos como queriendo volar.
Después de librarse de algunos fanáticos que le salían al paso en su recorrido, sus compañeros los esperaban en el Home Plate para levantarlo en hombros.
El 9 de octubre de 1966 los Orioles de Baltimore ganaron su cuarto juego seguido barriendo a los Dodgers de Los Angeles para así coronarse en la Serie Mundial.
Don Drysdale cargó con su segunda derrota en la serie, Dave McNally se llevó su primera victoria.
Ese cuarto juego terminó 1-0.
Los otros lanzadores Orioles victoriosos fueron Moe Drabowsky, Jim Palmer y Wally Bunker.
Los Dodgers anotaron dos carreras en el primer juego y ya no volvieron anotar en toda la serie.
La primera Serie Mundial que conocí fue la de 1968.
Alguien escuchaba el juego en el radio en el patio de su casa y al pasar por allí llamó mi atención y de ahí para adelante sin perderme una sola.
Estaba enterado que Denny McClain había ganado 31 juegos esa temporada, que Juan Marichal y su pierna en todo lo alto a la hora de lanzar había tenido una gran temporada con los Gigantes, comencé a escuchar los nombres de Bob Gibson, Tim McCarver, Julián Javier, Orlando Cepeda, Curt Flood, Red Schoendienst, Mike Lolich, Jim Northrup, Al Kaline y otros.
Serie emocionante ganada por los Tigres de Detroit.
En esos días me entero que los Cardenales habían ganado a los Medias Rojas el año anterior.
Bob Gibson impuso récord de Serie Mundial al ganar siete juegos consecutivos, sumados los de 1964, 1967 y 1968, incluyendo tres juegos completos contra los Medias Rojas en 1967.
En 1968, así nomás como para “ponerle la cereza al pastel” por lo logrado anteriormente, impuso un nuevo récord de Serie Mundial, al ponchar a 17 bateadores en un solo juego.
Gibson se enfrentó a los Tigres de Detroit y a su ganador de 31 juegos esa temporada de 1968, Dennis McClain.
En 1969 con la aparición en el mapa beisbolero de Grandes Ligas de los Pilotos de Seattle y los Royals de Kansas City en la Liga Americana y los Expos de Montreal y los Padres de San Diego en la Liga Nacional, nacen las divisiones Este y Oeste en ambas ligas y con ello las series de campeonato o play off.
Los triunfadores en estas series pasarían a disputar la Serie Mundial.
Año en el que los Mets de New York después de haber terminado en último lugar la mayor parte de su existencia, sorprenden ganando la Serie Mundial.
¿LA SERIE MUNDIAL MÁS EMOCIONANTE?
Tanto los Mellizos como los Bravos llegaron a la Serie Mundial después de terminar en último lugar en 1990.
La Serie Mundial de 1991 un verdadero Clásico de Otoño.
Después de siete intensos juegos, culminando con el legendario juego final, los Mellizos de Minnesota obtuvieron su segundo título en cinco años.
Los Mellizos y sus enemigos de la Liga Nacional, los Bravos de Atlanta, llegaron a la Serie Mundial habiendo asegurado sus Divisiones con más de 90 victorias en la temporada regular.
Hasta el año de 1993 con el reacomodo y nacimiento de nuevas franquicias, más el éxito económico y la aceptación del público, se añade la división Central en cada liga a las tradicionalmente ya existentes, Este y Oeste.
Con ello aparece la figura del “comodín” para organizar una serie de cuatro finalistas por liga camino a la Serie Mundial.
Al día de hoy se ha incrementado a dos comodines por liga con planes de aumentar a más en el futuro cercano.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com