RECEPTORES

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
RECEPTORES
Por Héctor Barrios Fernández

Yogi Berra (1946-1965, 2120 jj, 358 hr, 1430 cp, .285 pct.)
Seguramente han notado que muchos jugadores de béisbol tienes un parecido al físico de Hack Wilson. Kirby Puckett una vez dijo que su fantasía era tener un cuerpo como el de Glenn Braggs. Kirby era corto de estatura, pareciendo que caminaba en cuclillas, no parecía jugador de béisbol; Braggs como de 1.90 m de estatura, esbelto, rápido, con mucha gracia, y por supuesto, ni una décima parte del jugador que Kirby Puckett fue.
Cuando volteamos y vemos alrededor, nos damos cuenta de que hay muchos buenos jugadores de béisbol quienes tienen el físico de Kirby Puckett. Quizás no lo expresé claro. No hay muchos beisbolistas con el cuerpo como el de Kirby Puckett. Dado ese argumento, ellos parecen ser desproporcionadamente exitosos, tal vez porque a los buscadores de talento no les gustan así y no quieren firmarlos a menos que sean realmente buenos. No cabe duda que las apariencias engañan. Cuántas veces sucede que no respetamos o no nos respetan por lo que somos, sino hasta que nos damos cuenta o se dan cuenta los demás qué título tiene la otra persona o tenemos nosotros o cuánto dinero o propiedades hay de por medio.
Volviendo al tema, quizás, sólo quizás, la corta estatura y un poderoso cuerpo, son las mejores características para un jugador de béisbol. Esto me recuerda actualmente a José Altuve.
Los brazos largos en realidad no “ayudan” cuando estás bateando, los brazos cortos trabajan mejor. El poder comprimido es más efectivo que el poder disperso. Yogi Berra tuvo esa clase de cuerpo, chaparrón, poderoso, con apariencia de hombre divertido, chistoso, simpaticón.
Yogi no firmó con los Cardenales, el equipo de su ciudad natal, porque los Cardenales no le darían el mismo bono que le habían dado a su compañero Joe Garagiola. Quien como beisbolista fue un gran cronista de bésibol.
Yogi había jugado toda su vida contra Garagiola y él sabía que era un mejor atleta de lo que Joe fue. Joe lo sabía también. Los Cardenales no se dieron cuenta de eso porque Yogi era más chaparro y menos fuerte que Joe.
Joe Medwick “Ducky” “Pato”, tenía un cuerpo así. Matt Stairs tiene esa clase de cuerpo. Wilber Robinson también.
Dos o tres estrellas de las Ligas Negras, también tuvieron esa clase de cuerpos, Jud Wilson, Dobie Moore, George Scales. Tim Raines y Rickey Henderson estuvieron cerca de tenerlo, aunque no tan exagerado, también Cupid Childs y Billy Hamilton.
Honus Wagner tuvo 1.80 m de estatura y un peso de casi 91 kg, Roger Bresnahan 1.75 m y 91 kg, Smokey Burges 1.72 y más de 91 kg al final de su carrera.
Roy Campanella midió casi 1.78 m con casi 93 kg. Kevin Mitchel fue chaparrón y poderoso. Muchos jugadores de los que he nombrado hasta aquí fueron grandiosos peloteros. Los malísimos jugadores superan numéricamente a los grandes jugadores en proporción de cien a uno, pero podemos nombrar a una docena de jugadores quienes tuvieron cuerpos como estos y fueron jugadores malos.

Johnny Bench (1967-1983, 2158 jj, 389 hr, 1376 cp, .267 pct.)
De los diez mejores receptores en la historia de las Grandes Ligas, cinco fueron lo que podríamos llamar “Nacidos receptores,” tres habían sido receptores antes de venir a las Grandes Ligas, pero se debatían entre si seguían como catchers o jardineros y dos de ellos quienes siempre habían sido receptores, pero no tenían muy buenas calificaciones en cuanto a estrategias como tales.
Yogi Berra, Gary Carter y Mike Cochrane fueron los tres que podrían fácilmente haber jugado en el outfield. Mike Piazza y Ted Simmons fueron los dos que siempre habían sido receptores, pero fueron nacidos para batear. Johnny Bench fue el mejor de los puramente catchers.
En los siguientes diez tenemos más o menos la misma cosa, tenemos cinco puramente catchers y cinco (Joe Torre, Elston Howard, Roger Bresnahan, Buck Ewing y Wally Schang) quienes fueron “catchers y…”
Bench fue mucho más impresionante defensivamente que Berra, Berra podía tirar, podía atrapar las pelotas, podía llevar el juego y conocía el juego como nadie. A Casey Stengel, le preguntaron una vez que si cuál era el secreto de su éxito como manejador de los Yankees y contestó, “Nunca juego sin mi hombre,” Casey quiso decir que él nunca jugaba un juego importante sin Yogi Berra detrás del plato. Yogi era muy bueno, pero Bench era espectacular, de buen tamaño pero de alguna manera nervioso, rápido, activo, de confianza y bendecido por un gran brazo.

Roy Campanella (1948-1957, 1215 jj, 242 hr, 856 cp, .256 pct)
Campanella fue alumno de Biz Mackey, quien fuera manejador de los Elite Giants de Baltimore y tomó a Roy Campanella bajo su tutela cuando Roy tenía quince años de edad.
“El más severo, más duro entrenador que yo jamás conocí,” dijo Campanella años más tarde. “Biz no estaba satisfecho porque yo hiciera una o dos cosas bien hechas. Él quería que hiciera todo bien. Y la única manera en que iba a mejorar era trabajando sobre el juego, trabajar, trabajar, trabajar, trabajar. Hubo ocasiones en los que Biz Mackey me hizo llorar con su constante acoso, pero nunca nadie tuvo un mejor maestro.”
Josh Gibson también fue maestro de Campanella, como catcher contrario, no una vez, sino muchas veces pasó una hora con él trabajando en su swing, o enseñándole, como Campanella dijo (citando a Gibson) que “un cátcher debe tener diez ojos.”
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