RICARDO “MOCOSO” MONTOYA VILLAVICENCIO

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
RICARDO “MOCOSO” MONTOYA VILLAVICENCIO
Por Héctor Barrios Fernández


Ricardo Montoya Villavicencio, mejor conocido en el mundo del béisbol como “El Mocoso Montoya”, nació el 10 de octubre de 1942 en el mineral y puerto de Santa Rosalía, Baja California Sur, por lo tanto “Cachanía” de corazón.
Esa comunidad sureña se ha distinguido por surtir de una buena cantidad de habitantes a varias regiones del país como lo son Ensenada, Guaymas, Mexicali, Tijuana entre muchas otras.
También famosa por sus minas de cobre, su rica machaca, su buen pan, entre muchas otras riquezas, la mejor que ha tenido y sigue teniendo es su gente alegre y trabajadora.
Otro aspecto de ese pintoresco poblado es su rica tradición y producción de jugadores de béisbol.
Guillermo “Bachichas” Frayde, Arturo Cacheux, Vicente y Enrique Romo, Vicente Peralta, Alfredo Meza, Rubén García Domínguez y otros que brillaron en el béisbol mexicano nacieron allí.
Además muchos descendientes que emigraron a otras ciudades también han hecho brillantes carreras en el deporte de los bats, las pelotas y los guantes.
A nivel local en Ensenada, no terminaría de nombrar a distinguidos beisbolistas que nacieron en aquella pintoresca comunidad sureña, sólo por mencionar algunos:
Enrique y Luis Moctezuma Cabrera, Roberto Arce Morales, Armando Domínguez, Javier Amador, Oscar “Potro” Castro, Ramón Meza Murillo y como le comento la lista es interminable.
Tal es en caso de nuestro personaje de hoy Ricardo Montoya Villavicencio.
Hijo del Sr. Expectación Montoya Castro nativo de El Rosario, Sin., y de la Sra. Carmen Villavicencio Villavicencio de Santa Rosalía, B.C.S., quienes trajeron al mundo a siete hijos ocupando Ricardo el cuarto lugar entre ellos, después de su hermano Raymundo “Huevito” Montoya otro destacado beisbolista en Ensenada, pero de él ya le contaré en otra ocasión.
Hermanos menores que Ricardo son Oscar y Abel, lamentablemente muy pequeños fallecieron tres niños Montoya Villavicencio.

Tendría unos cuatro o cinco años de edad cuando Ricardo junto con su familia llegó a Ensenada para quedarse, imagine las peripecias, los problemas y las penurias que se hacían para realizar el traslado de una comunidad a otra y que hoy se hacen entre 9 y 10 horas por carretera.
En aquel tiempo ni carretera había y el viaje entre tremendos calores, lluvia, lodos, fríos del desierto y peligros de animales, la travesía de más de 800 kms., si todo iba bien duraba entre 12 y 15 días, así que no era nada fácil.
Por fin llegó el día en que arribaron a la ciudad de Ensenada que más que eso era un caserío disperso en una amplia área, instalándose en la hoy céntrica colonia Obrera que en aquel entonces eran las afueras del pueblo.
En Santa Rosalía su papá se desempeñaba como Contador Público, ya en Ensenada encontró empleo en la empresa Ensenada Motors del señor Walter Hussong.
Ya instalados y ambientados en su nuevo hogar comenzaron a practicar el béisbol entre los corrales de ganado que tenía el papá de otro tremendo beisbolista como lo fue Federico “Lico” Arce, varias veces cuarto bat de la selección nacional que representara a México en torneos internacionales.
A falta de una liga infantil, se pactaban juegos entre la chiquillada de una y otra colonia o zona de la pequeña ciudad.
Los juegos entre la colonia Obrera contra la Independencia eran tremendos agarrones que muchas veces no terminaban bien cuando el equipo visitante era corrido del lugar a pedradas.
Por fin llegó el día en que dentro de la Liga Municipal de Ensenada se formó una categoría de tercera fuerza y por primera vez a la edad de catorce años aproximadamente, Ricardo y otros participaron en un equipo propiamente organizado al cual le pusieron el nombre de “Cachorros”.
Ese equipo fue manejado por quien con los años se convertiría en otra gloria del béisbol local como lo fue Don Miguel “Jilemón” Jiménez.
Se enfrentaban a otras comunidades en ese tiempo no tan cercanas a Ensenada como El Sauzal, Maneadero, Santo Tomás.
Ya con la experiencia de participar en tercera fuerza, dieron el brinco a segunda fuerza con el equipo Olímpicos del legendario José “Prieto” Soto.
Por esos años los juegos solían desarrollarse en campos como el de la calle primera, El Sauzal y el naciente Antonio Palacios.
El ”Mocoso” Montoya confirma la historia de que para trasladar las gradas del campo Playa al hoy Antonio Palacios, los beisbolistas le adaptaron llantas a las gradas y las jalaron hasta el Palacios en la calle novena.
La primera barda del Deportivo Antonio Palacios fue hecha con adobes por una cuadrilla de presos de la cárcel municipal que para reducir su sentencia trabajaron en esa obra, todos bajo el mando del mencionado José “Prieto” Soto.
En 1960 Ricardo Montoya representó con su equipo a Baja California en el campeonato nacional juvenil en la ciudad de León, Guanajuato.
Selección que entre sus filas incluía a quien después se convertiría en el mejor o uno de los mejores jardineros centrales que han existido en la historia del béisbol mexicano como lo fue Ramón “Diablo” Montoya, nativo de Mexicali, además de Jorge Peralta, Arturo Navarro, “Güero” Medrano, Tito Navarro, Ernesto Reyes, “La Comadre” Gastélum, muchos que después brillarían en el béisbol regional y nacional.
Al terminar invictos en ese torneo nacional, se ganaron el derecho de representar a México en el campeonato mundial juvenil en Caracas, Venezuela.
Torneo en el que llegaron al juego final de manera invicta cuando lanzando Ricardo Montoya Villavicencio le había ganado tremendos juegos a Puerto Rico y Aruba.
En el juego final por el banderín ante un estadio lleno, México estaba ganando por amplio margen al equipo anfitrión Venezuela cuando en la cuarta entrada el público comenzó a agredir con piedras a los mexicanos, una de ellas estrellándose sobre la frente de Ramón “Diablo” Montoya, optando el manejador mexicano Jesús “Pulga” Robles por retirar del campo de juego a su equipo con el fin de salvar su integridad.
Pasaron el resto de la noche en el “clubhouse” del estadio y por la mañana se enteraron que el torneo se había declarado nulo, sin campeón ante el descontento de la delegación mexicana que estaba dando una paliza al equipo anfitrión.
A su regreso a México al igual que muchos de sus compañeros, les llovieron “ofertas” para incorporarse al béisbol de paga y aunque estuvo concentrado sin firmar, no le agradó el trato y el sistema, terminando por regresar a su querida Ensenada para reincorporarse al béisbol local.
Nos comenta Ricardo que la comida era muy mala y no quería terminar con un físico como el de Agustín Lara.


En primera fuerza, máxima categoría del béisbol aficionado, a principios de la década de los 1960s ingresó al legendario equipo “Caminos” patrocinado por esa Secretaría gubernamental que aparte de él incluía a grandes estrellas como Enrique “Zurdo” Echave otro seleccionado nacional, Damián “Pájaro” Villalobos, Francisco “Viejo” Villalobos y otros.
En 1962 la selección de Ensenada Municipal logra conquistar el banderín del torneo estatal con un cuadrangular con las bases llenas (grand slam) de su amigo de infancia el gran Federico “Lico” Arce, quien fuera cuarto bat del seleccionado nacional.
Nos comenta Ricardo que en esa ocasión le ganaron al equipo de Tijuana Amateur que contaba con una escuadra que ya la quisieran los profesionales y con tremendo cuerpo de lanzadores que incluía a Ricardo “Estrafalario” González, Horacio Verdugo y Luis “Viejito” García, otros como “Chichí” Guerra, Macario Rayle, Alberto “Güero” García, “Guanabacoa” Rodríguez, Pepe Pacheco, Casillas, Alberto “Botete” Díaz, Santiago “Yago” Beltrán, Joel Rueda, y muchos más que conformaban una aplanadora.
Por la selección de Ensenada Municipal recuerda a Luis “Panadero” Moctezuma, Roberto “Chato” Arce, Raymundo “Huevito” Montoya, Federico “Lico” Arce, Ernesto “Conejo” Salgado, Víctor “Negro” Verdugo, Armando “Burro” Domínguez, César Peralta, Carlos “Calín” Verdugo, Raúl Amador, Inocencio “Liqui” Arreola, Carlos “Zurdo” Romero y muchos más.
En torneos estatales de primera fuerza participó en aproximadamente 15, en uno de ellos resultó el pitcher campeón con 10 ganados por 1 perdido.
Le digo que en esa y otras épocas en la región se jugaba y se sigue jugado una gran calidad de béisbol.


A Ricardo “Mocoso” Montoya le tocó formar parte de selecciones de Ensenada que se enfrentaban a equipos como los Padres de San Diego, La Fonda All Star, Estrellas de Mike Brito, Estrellas de Ronnie Camacho, Naranjeros de Hermosillo y Ostioneros de Guaymas cuando hacían giras por estas tierras.
Con gran satisfacción recuerda una ocasión que los Ostioneros visitaron Ensenada estrenando título de campeones de la hoy LMP., con tremendos lanzadores como Arturo Cacheux, Jorge Rubio, los hermanos Romo.
Fue precisamente que lanzado Vicente Romo por Guaymas, llegaron a la novena entrada con el marcador empatado a cero carreras cuando en el cierre y última oportunidad para Ensenada, Luis “Panadero” Moctezuma le conectó cuadrangular al ex liga mayorista para terminar con el encuentro.
Equipos en los que participó y recuerda como Caminos, Constructora Occidental, Lechería la Hacienda, Cementos, logrando muchos campeonatos.
En esos años uno de los máximos incentivos por jugar era que si ganaban el juego se tomaban unas cervezas y si perdía también, así que los lunes muchos faltaban a sus trabajos.
Al día de hoy pasa los días felizmente pensionado, disfrutando el béisbol por televisión y haciendo actividades varias al lado de su bella esposa Alejandrina Carpio González.
Del matrimonio Montoya Carpio nacieron tres hijos de los cuales le sobrevive uno (Ricardo) que son sus “ojos”.
En México en la LMB su equipo preferido son los Diablos Rojos de la capital del país, entre sus jugadores favoritos están su paisano y amigo Ramón “Diablo” Montoya (QEPD).

En la LMP los Naranjeros han sido de su preferencia y recuerda con afecto a Jorge Fitch y Héctor Espino.
En Grandes Ligas su corazón está con los Medias Rojas de Boston, pero igual disfruta el béisbol donde quiera que sea.
En la localidad reconoce a Narciso “Chicho” Verdugo, Miguel “Jilemón” Jiménez y José “Cahuichi” López como sus manejadores preferidos por su talento y conocimiento del juego, aunque hubo otros más muy buenos también.
Considera que en su época de jugador hubo muchos muy buenos y de gran talento que pudieron haber brillado en el béisbol profesional, pero sin duda en su opinión Federico “Lico” Arce se lleva los honores como el mejor, cuarto bat de la selección nacional.
Considera que entre otras muchas cosas bonitas, el béisbol de dejó y le sigue dejando muchos amigos.
Esto es solamente la punta del iceberg en la historia beisbolera de Don Ricardo “Mocoso” Montoya Villavicencio gloria del béisbol ensenadense, bajacaliforniano y mexicano.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com