LOS ROBINSONS DE LA DESTRUCCIÓN PRIMERA PARTE

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
LOS ROBINSONS DE LA DESTRUCCIÓN PRIMERA PARTE
Por Héctor Barrios Fernández

En el béisbol mexicano, coincidieron algunas veces en varios equipos, sobre todo con los “Pericos” de Puebla, Moi Camacho y Ronnie Camacho, que no tienen parentesco alguno entre ellos, lo que si tenían o tienen, es un enorme talento para el béisbol, lo cual los llevó a obtener un privilegiado lugar entre la élite del béisbol mexicano, fueron conocidos como “los Camacho de la destrucción”. Aunque no tengo noticias de que fueran conocidos así, en las Grandes Ligas, llegaron a coincidir con los “Orioles” de Baltimore los Robinsons, a quienes bien podría llamárseles “los Robinsons de la destrucción”. Aunque Brooks pasó toda su carrera con los “Orioles”, Frank estuvo con varios equipos, primero con los “Rojos” de Cincinnati y después con Baltimore, en donde hizo magnífica mancuerna con el grandioso tercera base.
Frank fue un jugador difícil, agresivo y de un gran talento, el primero en ganar el trofeo de jugador más valioso, tanto en la Liga Nacional como también en la Liga Americana. Además el primer afroamericano en manejar un equipo de Grandes Ligas. Frank Robinson jugó durante 21 temporadas y tuvo un porcentaje de bateo de .294. Le faltaron 57 hits para alcanzar los 3000 y 14 home runs para los 600. Anotó 1829 carreras e impulsó 1812. Fue un super jardinero y un atrevido corredor de bases, inculcaba miedo entre los infielders con sus barridas en las bases. Tuvo números de doble dígito en nueve temporadas consecutivas, con 26 robos en 1963. Fue novato del año en 1956, bateando para .290, empujando 83 carreras, y con sus 38 home runs, empatar para ese entonces, el récord para novatos. Después de 10 productivos años con Cincinnati, fue cambiado a Baltimore en 1966. Los Rojos explicaron a los indignados aficionados que aunque Frank tenía solamente 30 años de edad, era un “viejo de 30”. Con el tiempo él parecía un joven de 31, ganó la triple corona con los Orioles en 1966, bateando para .316, 49 home runs y 122 carreras impulsadas. En 1970 bateó dos grand slam en el mismo juego, pero no en el mismo inning y contra el mismo pitcher como Fernando Tatis. Jugó en cinco Series Mundiales, en 1961 con los Rojos, perdiendo contra los Yankees y cuatro con los Orioles, con ellos ganó dos y perdió dos. En ninguna de las cinco bateó sobre los .300, pero bateó al menos un home run en cada una de ellas, dos en la tercera en que participó. En 26 juegos de Serie Mundial, anotó 19 carreras y empujó 14, mientras bateaba para promedio de .250. Pero la verdadera valía de Robinson no puede ser medida con estadísticas. En la serie de 1971 contra los Piratas, con el score empatado 2-2, con un out en el décimo inning, recibió base por bolas, llegó a tercera en un sencillo de Merv Rettenmund, venciendo apenas el tiro del jardinero central de Pittsburgh, Vic Davalillo, entonces Brooks Robinson bateó un elevado poco profundo al jardín central, en pisa y corre se lanzó a home y deslizándose entre las piernas del catcher Manny Sanguillén, por milímetros venció el tiro de Davalillo. Desafortunadamente, para su equipo, al siguiente día los Piratas ganaron el séptimo de la serie pasando sobre los favoritos Orioles.
En 1966, los Orioles barrieron a los Dodgers de Los Angeles en cuatro juegos, Frank bateó dos home runs en el juego uno, para que el relevista Moe Drabowsky se llevara la victoria. En el cuarto juego volvió a pagar de cuadrangular para la única carrera del juego y que Dave McNally lanzara blanqueada. En la serie de 1970 aunque fue el otro Robinson el que brilló por Baltimore, Frank contribuyó bateando dos home runs, anotando cinco carreras e impulsando cuatro para la victoria de los Orioles en cinco juegos sobre los Rojos de Cincinnati. Una combinación de astucia y fiereza, hicieron que Frank Robinson contribuyera a contrarrestar la negativa barrera racial, por lo que en 1975 los Indios de Cleveland lo nombraron el primer manager negro en Grandes Ligas. Con los Indios se convirtió en uno de los pocos manager-jugador en la era moderna del béisbol. Manejó durante 11 temporadas o parte de ellas a Cleveland, San Francisco y Baltimore, pero ninguno de sus equipos finalizó más arriba del segundo lugar. Fue electo al Salón de la Fama en Cooperstown en 1982. En la Liga Mexicana del Pacífico manejó a los Tomateros de Culiacán.
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