SERIE MUNDIAL 1972

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
SERIE MUNDIAL 1972
Por Héctor Barrios Fernández

En lo personal cada juego de Serie Mundial tiene un sabor muy diferente a cualquier otro juego de béisbol y mucho más que de cualquier otro deporte, tiene lo que en ocasiones decimos… un no sé qué.
De las que he sido testigo ya sea escuchándolas en el radio o viéndolas en la tele, ya que nunca he tenido la fortuna de presenciar una desde el estadio, la de 1968 (Cardenales-Tigres) fue la primera que recuerdo que escuché en el radio, luego vino la del 1969 (Mets-Orioles) y así.
No recuerdo si la de 1972 fue la primera que vi por televisión, pero si fue una de las primeras.
Para cuando se desarrolló el segundo juego de la serie, era como mediodía, un familiar y yo habíamos ido de Ensenada a Tijuana para el trámite de su pasaporte, pasábamos frente al aparador de un comercio en donde entre otras cosas exhibían, en el aparador, un televisor el cual tenían prendido y sintonizado en el canal que transmitía la Serie Mundial.
A cual más los dos, aficionados al beis, ahí nos hicimos piedra y nos aventamos todo el juego.
Esta serie nos dio el nacimiento de una dinastía y la incubación de otra.
Por supuesto que en ese tiempo nadie en el mundo del béisbol y en otros, lo sabía con certeza.
Los Atléticos de Oakland habían estado ahí desde 1968.
Su dueño Charles O’Finley era un hombre irritable para la comunidad y los Atléticos no interesaban mucho a la población del Condado de Alameda, que es donde aún está la casa de los ex-bigotones, pero que anuncian su partida hacia la ciudad del “pecado”, Las Vegas.
La asistencia al estadio ese año fue de sólo 921,323 aficionados, un tercio de los que asistieron cuando Oakland fue campeón a finales de los 80’s y principios de los 90’s con diferente dueño.
En Cincinnati, Sparky Anderson y compañía terminaban de ensamblar la que en poco tiempo sería conocida como la gran Máquina Roja.
“Los lunáticos” como Finley prefería llamarles a sus Atléticos, tomarían primero su turno.
Aunque ellos serían unos minusválidos, por la pérdida del cañonero Reggie Jackson quien no jugaría en esa serie por haberse lesionado en el quinto juego de la serie de play off que los Atléticos habían ganado a los Tigres de Detroit. Jackson tenía que demostrar a todos por qué sería llamado más tarde Mr. Octubre.
No importa, esta serie fue la de Gene Tenace.
Tenace bateó solamente para .225 con cinco cuadrangulares durante la temporada regular de ese año, mientras cubría la receptoría en algunos juegos y en otros pocos jugaba en primera base.
Abriendo la serie bateó cuadrangulares en sus primeras dos veces al bat, la primera vez que tal cosa ocurría en una Serie Mundial.
En el juego dos, Gene Tenace se hizo un poco a un ladito para permitir que su compañero de equipo Joe Rudi brillara.
Con los Atléticos al frente 2-0, el cubano Tony Pérez, abrió el cierre del noveno inning con un sencillo, el siguiente bateador, Dennis Menke, se destapó con una tremenda línea por todo el jardín izquierdo, parecía que el juego se empataba, porque la pelota se iba de cuadrangular.
Joe Rudi salió de no sé dónde y estampó su cara en la verde barda del jardín izquierdo del River Front Stadium y prácticamente volando se quedó con la pelota para una atrapada espectacular, tanto que ha sido calificada por los expertos como una de las más impresionantes de todos los tiempos.

Después del juego Rudi declaró: “Pensé que no tenía ninguna oportunidad, creí que la pelota se había ido de cuadrangular”.
Creo que nunca olvidaré haber visto esa atrapada.
La he vuelto a ver en muchas ocasiones y me sigue pareciendo increíble la manera en que Rudi manejó esa jugada.
Esta fue otra serie de pitcheo, una de las razones que se dicen fue que al menos en Oakland, los juegos comenzaron a las 5:15 p. m. para beneficiar a la audiencia de la televisión en la costa Este de los Estados Unidos, a esa hora el sol brilla en todo su esplendor en la caja de bateo del Alameda County Stadium, casa de los Atléticos.
También esta fue la serie del pitcheo de relevo, la primera en la historia en que el relevo brilló tanto.
Ningún abridor de ninguno de los dos equipos terminó un juego.
Rollie Fingers de Oakland relevó en seis de los siete juegos, Clay Carroll de los Rojos de Cincinnati lo hizo en cinco.
Jim “Catfish” Hunter de los Atléticos fue el abridor que más cerca estuvo de completar un juego, pero lanzó 8 2/3 innings, en una victoria para su equipo por 3-2 en el juego uno de la serie.
Los dos equipos tuvieron idéntico porcentaje de bateo, .209 y seis de los siete juegos se decidieron por una carrera.
Jim Tenace que tuvo cuatro cuadrangulares y nueve carreras impulsadas, fue declarado el jugador más valioso.
La franquicia de los Atléticos no había estado en una Serie Mundial desde 1931, a principios de los 70’s ellos habitualmente estaban ahí.
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