GRANDES RECUERDOS III

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
GRANDES RECUERDOS III
Por Héctor Barrios Fernández

¿Recuerdan cuando en 1969 los Cachorros de Chicago ya saboreaban el título de la división Este de la Liga Nacional y en el último mes de la temporada se les aparecieron los Mets para dejarlos fuera de la fiesta y hasta increíblemente ganaron la Serie Mundial?
Mire lo que sucedió con los Filis.
A la temporada de 1964 le restaban 12 juegos del calendario y los Filis lideraban su División por 6 ½ juegos sobre su más cercano perseguidor los Cardenales de San Luis.
Después de una exitosa gira regresaron a su casa en Filadelfia para recibir a los Rojos de Cincinnati y los Bravos de Milwaukee durante 7 juegos.
Enseguida los Filis perdieron 10 juegos seguidos y perdieron el primer lugar.
Sintiendo la presión el manejador Gene Mauch acortó su rotación a 3 lanzadores.
Jim Bunning ganador de 19 juegos en la temporada y Chris Short con 17 victorias, lanzando con 2 días de descanso, se combinaron para 5 derrotas sin victoria en ese desastroso final.
Qué razón tuvo Yogi Berra cuando sentenció:
“Esto no se acaba hasta que se acaba.”

La segunda guerra mundial afectó al béisbol de muchas maneras.
La más obvia fue la pérdida de jugadores convocados a unirse a los ejércitos.
Los dueños decidieron que los jugadores en tales condiciones participaran en juegos para recabar fondos en favor de las fuerzas armadas.
Ante la escasez de metales, durante la temporada los clubes de Ligas Mayores permitieron la entrada a los estadios a quienes contribuyeran con chatarras para favorecer la industria de la guerra.

A los jugadores de Grandes Ligas como a muchos gremios de trabajadores en todo el mundo, generalmente las mejoras a sus condiciones de trabajo no les han caído del cielo y les han costado sangre, sudor y lágrimas y algunas veces hasta su empleo.
La historia nos dice cómo John Montgomery Ward formó una tercer Liga Mayor en defensa de los intereses de los jugadores y muchos otros movimientos como el actual.(2022)
En 1942 Arky Vaughn que durante 14 temporadas jugara para los Piratas de Pittsburgh y Dodgers de Brooklyn dejando un promedio de .318, incluso ganó un título de bateo de la Liga Nacional en 1935 con .383 de porcentaje, ante lo que consideraron una injusticia, encabezó un intento de huelga de los jugadores de los Dodgers, después que el manejador Leo Durocher suspendiera por 3 juegos al lanzador Bobo Newsom quien en 20 años de carrera ganó 211 juegos.
Finalmente Branch Rickey, el gerente del equipo, convenció a los jugadores de continuar con el espectáculo.

Sabido es que el veracruzano Roberto Ávila González fue el primer latinoamericano en ganar un título de bateo en las Ligas Mayores.
Eso sucedió en 1954.
Otra distinción del mexicano fue que el 20 de junio de 1951 contra los Medias Rojas en el Fenway Park de Boston, conectó 3 cuadrangulares, muy a pesar que durante su carrera no se distinguió por ser un bateador de poder, a pesar de haber conectado 80 cuadrangulares durante su carrera de 11 años.
En ese recordado juego Beto se fue con 5 hits en 6 veces al bat, uno fue hit doble más los 3 cuadrangulares mencionados.
Muchos años después coincidentemente jugando al igual que Beto Ávila para los Indios de Cleveland, el mazatleco Jorge “Charolito” Orta, mejoró la marca del veracruzano al conectar 6 hits en un juego, eso sucedió el 15 de julio de 1980 en Cleveland contra los Mellizos de Minnesota.
Otra coincidencia es que ambos mexicanos fueron segundos en el orden de bateo en sus respectivos juegos y a pesar de que Jorge se distinguió jugando segunda base, esa tarde actuó con jardinero izquierdo.

Una ocasión que los Atléticos de Filadelfia tuvieron una de sus temporadas con más de cien derrotas, su manejador y dueño declaró a la prensa: “Bueno, tampoco puedes ganar todos los juegos.”
Recordemos que en el séptimo juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional de 1986, en el primer juego Mike Scott venció a los Mets 1-0.
En el cuarto juego los de New York volvieron a caer ente Mike 3-1 para empatar la serie a 2.
El quinto juego fue para los Mets en 12 innings con relevo y victoria para Jesse Orozco que conseguía su segundo juego ganado.
Los Metropolitanos tenían que ganar el siguiente juego si no querían enfrentarse de nuevo a su verdugo Mike Scott, en un séptimo y decisivo juego.
En el sexto encuentro los Astros madrugaron y anotaron 3 carreras en la primera entrada.
Bob Knepper estaba muy filoso y no permitió libertades a los Mets en los primeros 8 innings del juego.
En la apertura del noveno y última oportunidad de los Mets en un juego regular, los Astros comenzaron a guardar los bats y preparar las botellas, pero los tuvieron que desempacar de nuevo y guardar la champagne.
Los Mets finalmente despertaron y asaltaron a Knepper empatando el juego.
Por algo eran ya desde 1969 los “milagrosos Mets.”
Los Mets anotaron en la entrada 14, solamente para que Houston empatara en el cierre.
En el capítulo 16 los de New York anotaron 3 carreras sobre el mexicano de los Astros Aurelio López.
Parecían suficientes y ahora fueron ellos los que empezaron a guardar los bats.
Pronto muy sigilosamente los regresaban a su lugar porque en el cierre los Astros anotaron una carrera y luego otra para acercarse a una de empatar de nuevo.
Con la de emparejar el score en segunda base, Jesse Orozco que estaba siendo zarandeado, echa mano del último aliento y poncha a Kevin Bass para terminar el juego tinto en sangre, ganando así para su marca personal, su tercer juego, quitándole a Aurelio el apodo de “Buitre.”
Esta ocasión fue diferente a la Serie Mundial de 1984 y Aurelio López, “Mr. Smoke” cargó con la derrota.
Enseguida los Mets ganarían la Serie Mundial ante los Medias Rojas de manera muy similar a ésta ante los Astros de Houston. 
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