JOE RUDI 15 OCTUBRE 1972

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
JOE RUDI 15 OCTUBRE 1972
Por Héctor Barrios Fernández

Bajo la batuta del dueño Charles Finley, los Atléticos de Oakland de 1972, era un equipo difícil de tomarse con seriedad. Usaban un verde y amarillo muy llamativos, en sus uniformes y además muchos de sus integrantes usaban bigotes y patillas, fue una de las grandes ideas promocionales de Finley en 1971, los jugadores que se dejaran crecer el bigote, recibieron un bono extra.
En verdad, los Atléticos se jactaban de sus formidables jugadores como Reggie Jackson, Bert Campaneris, Joe Rudi, Sal Bando y Gene Tenace, además de los lanzadores Vida Blue, Catfish Hunter y Rollie Fingers. Pero solamente Rudi con su .305, estuvo arriba de los .300 de bateo en 1972 y Charles Finley, el dueño del equipo, cuando no estaba ocupado promocionando el uso de pelotas anaranjadas y tres bolas para una base por bolas o dos strikes para un ponche, estaba peleado con el manejador Dick Williams, sugería sus jugadas favoritas e interfería con el desempeño del equipo en quizás más maneras que ningún otro dueño lo había hecho antes. A pesar de todo esto, Rudi, quien había llegado con los Atléticos procedente de Kansas City en 1968, lideró a la Liga Americana en 1972, con 181 hits.

En 1972 los Atléticos, en Oakland desde 1968, ganaron su primer título de la Liga Americana desde que, la una vez poderosa franquicia lo había ganado hacía 41 años estando en Filadelfia.
Los Atléticos fueron universalmente considerados presa fácil de los campeones de la Liga Nacional, los Rojos de Cincinnati. Uno de los equipos más rápidos en décadas, con los Rojos destacaban los futuros miembros del Salón de la Fama del Béisbol, el cubano Tony Pérez, Johnny Bench, Joe Morgan, y el versátil Pete Rose. Para hacer más difícil las cosas para los Atléticos, Reggie Jackson se había fracturado una pierna cuando se barrió en los juegos de campeonato contra los Tigres de Detroit y estaría fuera de acción para los juegos de la Serie Mundial y Vida Blue, quien tuvo una súper temporada que lo llevó a ganar el trofeo Cy Young y ser nombrado el jugador más valioso de la temporada en 1971. Blue había sido virtualmente neutralizado por el colorido dueño de los Atléticos Charles Finley. Blue no tuvo empacho en declarar que los Rojos de Cincinnati y los Piratas de Pittsburgh, quienes habían sido contrincantes en la serie de campeonato de la Liga Nacional en 1972, eran mejores equipos que los Atléticos y los Rojos estaban muy confiados en llevarse la Serie Mundial de ese año, se decía que los Rojos eran tan superiores que ganarían la Serie en sólo tres juegos.

Pero los Atléticos ganaron, en una de las más extrañas y competidas Series Mundiales de todos los tiempos y no solamente eso, ganaron tres Series Mundiales en forma consecutiva, una proeza que ningún otro equipo, excepto los Yankees de New York han consumado.
Seis de los siete juegos de la Serie Mundial de 1972, fueron decididos por solamente una carrera, el equipo de los Atléticos bateó un porcentaje de .207 por .208 de los Rojos. En esta Serie pobre en ofensiva, el espectacular desempeño del cátcher de los Atléticos Gene Tenace fue la excepción. Astucia de los manejadores y juego consistente como equipo, fueron más importantes que el desempeño individual. Cada hit conectado y cada jugada defensiva, cada carrera y cada juego, fue importante.
Los Atléticos se llevaron el primer juego por anotación de 3 a 2, en lo que los Rojos consideraron una chiripa, una mera casualidad o suerte. En el segundo juego, el cual los Atléticos ganaron 2-1, Oakland presentó lo que un sólido pitcheo y una fuerte defensa pueden hacer. En el segundo inning de ese juego, Sal Bando, Dick Green y Catfish Hunter conectaron sencillos para conseguir una carrera e irse al frente en el marcador.

En el siguiente inning Joe Rudi de los Atléticos, conectó un cuadrangular solitario, poniendo el marcador 2-0, a Catfish le habían conectado solamente cuatro hits en ocho innings, pero Tony Pérez dio sencillo para abrir el noveno inning de Cincinnati y entonces Denis Menke, conectó el siguiente lanzamiento de Hunter, la pelota se fue profundo al jardín izquierdo, parecía un cuadrangular que empataría el juego. Pero Joe Rudi corrió hasta la misma barda, miró por sobre su cabeza, dio vuelta a su derecha y saltó por lo menos cuatro pies, se elevó en el aire, atrapó la pelota con el guante volteado, antes de estrellarse contra la barda. Se recuperó y mantuvo a Pérez en las bases.
En ese momento bailoteé por toda la acera de la calle Revolución en el centro de Tijuana, ya que miraba el juego en un televisor que exhibían en una mueblería, fue una atrapada increíble, allí nos aventamos todo el juego.
El manejador de los Atléticos Dick Williams, le llamó a ésta, la mejor atrapada que él jamás había visto y por supuesto yo también. De haber fallado Joe Rudi en atrapar la pelota, definitivamente los Rojos habrían vuelto al juego, porque Tony Pérez avanzó a tercera en el siguiente out y anotó con sencillo del bateador emergente Hal McRae.

Jim Hunter fue removido de la loma y Rollie Fingers retiró al bateador emergente Julián Javier para el out final. Los Rojos tuvieron ahora el sabor de la clase del esfuerzo persistente que les amargó la Serie Mundial.
Esta clase de juego fue la marca de la casa con la que los Atléticos de Oakland jugaron las siguientes dos Series Mundiales también.
Dos veces he tenido la suerte de asistir al estadio de los Atléticos, la primera en compañía de mi familia, un juego contra los Gigantes de la vecina San Francisco y la otra en la grata compañía de mi esposa y de mi maestro de la materia de Béisbol, Don Alfonso Araujo y esposa. En esas dos ocasiones estando en el estadio he recreado ese juego, lo he vuelto a ver en mi imaginación, en el mismo escenario. Lo único diferente han sido las feas gradas que le pusieron por el jardín izquierdo al estadio Coliseo o como se llame ahora.
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