EL BATEADOR DESIGNADO

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
EL BATEADOR DESIGNADO
Por Héctor Barrios Fernández

El día de hoy andaba como Juan Manuel Serrat, cuando decía que: “no hago otra cosa que pensar en ti y no se me ocurre nada”.
Y escribió una bella canción.
Por supuesto que no pido tanto pero después de andar buscando aquí y allá, mire lo que decidí abordar para Ustedes.

Ron Blomberg jugó parte de ocho temporadas en las Ligas Mayores entre 1969 y 1978, salvo una, todas las demás fueron con los Yankees de New York.
Fue un bateador decente, pues tuvo .293 de porcentaje en su carrera, pero eso no fue lo que hizo que su bat ganara un lugar en el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown.
Blomberg aseguró su lugar en la historia del béisbol el 6 de abril de 1973, cuando se convirtió en el primer bateador designado en la historia del béisbol de Grandes Ligas, en ese juego se fue de 3-1, con una carrera producida.
El papel de bateador designado, por mucho tiempo, ha sido tema de debate entre los aficionados, desde que oficialmente ingresó al libro de los récords, pero la idea de permitir a un bateador más competente, tomar el turno al bat por el lanzador, “típicamente un débil bateador”, es un concepto que va mucho más atrás en el tiempo.
El dueño de los Piratas de Pittsburgh William Temple, sugirió la idea en 1891 y el dueño y manejador de los Atléticos de Filadelfia Connie Mack, retomó el caso en 1906, haciendo la propuesta ante el Comité de Reglas.
El Presidente de la Liga Nacional John Heydler, de nuevo puso la idea en su agenda en los 1920s, pero como en los intentos anteriores, el concepto no encontró el apoyo entre los dueños de equipos.
Conforme los lanzadores fueron dominando el juego en los 1960s, el apoyo a la idea del “bateador designado” o “bateador emergente designado” como también fue llamado, comenzó a ganar terreno.
Algunos equipos lo experimentaron durante los entrenamientos de primavera en 1969 y algunas ligas menores oficialmente instituyeron ese año la regla del bateador designado.
Pero las Ligas Mayores continuaron resistiéndose a tomar el experimento más allá de los juegos de pretemporada.
Durante las reuniones llamadas “béisbol de estufa”, antes de la temporada de 1973, los dueños de equipos de la Liga Americana, aprobaron por una votación de 8-4, adoptar al bateador designado por un período de tres años.
Además de Blomberg, quien consiguió el mejor porcentaje de su carrera (.329) en 1973, otros prominentes jugadores quienes asumieron el papel de bateadores designados durante la temporada de 1973, fueron los miembros del Salón de la Fama, Frank Robinson, quien conectó 30 cuadrangulares para los Angelitos de California, Orlando Cepeda en su única temporada con los Medias Rojas de Boston, el tres veces campeón de bateo de la Liga Americana, el cubano Tony Oliva de los Mellizos de Minnesota, Tommy Davis, quien bateó para .306 para los campeones de la división Este, los Orioles de Baltimore y Carlos May, quien lideró a los Medias Blancas de Chicago con 20 cuadrangulares.
Hal McRae fue uno de cuatro bateadores designados en iniciar al menos 20 juegos en esa tarea para los Royals de Kansas City en 1973, McRae jugaría más de 1,300 juegos en esa “posición” en 15 temporadas con Kansas City.
En la Liga Americana hubo un incremento de 3.47 carreras por juego en 1972 a 4.28 en 1973 y el porcentaje de bateo en la liga aumentó 20 puntos.
Mientras la asistencia en la Liga Nacional se mantuvo más o menos igual en 1972 a 1973, la asistencia en la Liga Americana se incrementó en un 12 por ciento.
En diciembre de 1975, los dueños de la Liga Americana votaron por adoptar el bateador designado de manera permanente.
Al final de la década, el número de carreras anotadas por juego, en la Liga Americana, continuó dejando atrás a la Liga Nacional.
La asistencia en la Liga Americana tuvo un incremento de más del 60 por ciento comparado con 1972, mientras en la Liga Nacional aumentó solamente un 30 por ciento.
Durante la temporada de 1980, los dueños de la Liga Nacional continuaron votando sobre si adoptaban la regla del bateador designado, pero el intento falló de nuevo.
Los “puristas” del béisbol argumentan que el bateador designado “ensucia” el juego por no tener el mismo número de jugadores tanto a la defensiva como a la ofensiva y modifica el juego en una sola dimensión.
Los que simpatizan con el bateador designado, afirman que nadie quiere ver a los débiles lanzadores intentar batear y que más “ofensiva” hace más emocionante el juego.
Algunos lamentan que el BD reduce la necesidad de pensar en la estrategia, dejando fuera aspectos de la “astucia” como el empleo de bateadores emergentes y dobles cambios, etc., otros insisten en que el BD agrega dimensiones de estrategia en la elaboración de las alineaciones y permite al manejador hacer mejor uso del talento de sus jugadores.
Lo cierto es que, con la llegada del BD, se ha permitido que muchos grandes jugadores continúen sus carreras después de que sus habilidades defensivas comenzaron a declinar, como el caso de Frank Robinson, quien pasó sus últimas temporadas como BD, Hank Aaron terminó su carrera como BD para los Cerveceros de Milwaukee, no olvidemos que ellos pertenecieron a la Liga Americana en ese tiempo.
Harmon Killebrew y Billy Williams, estuvieron en las alineaciones de sus equipos mayormente como BD en los últimos dos años de sus carreras, en camino al Salón de la Fama.
Tony Oliva, sufrió con sus rodillas y jugó exclusivamente como BD desde 1973 hasta que se retiró en 1976.
Carl Yastrzemski fue nombrado al juego de estrellas en sus últimas dos temporadas como BD de los Medias Rojas de Boston a la edad de 42 y 43 años.
Paul Molitor fue una estrella del cuadro por más de una década antes de hacer el cambio a BD, en esa tarea, Molitor lideró tres veces en hits conectados a la Liga Americana y bateó para promedio de .316 en ocho años.
Jim Thome es uno de ocho jugadores en lograr por lo menos 600 cuadrangulares en su carrera y más de 200 vinieron en la tarea como BD, jugó casi exclusivamente allí en sus últimas siete temporadas antes de retirarse en 2012 a la edad de 42 años.
Así tenemos también que jugadores como Don Baylor, Harold Baines, David Ortiz, Frank Thomas, Edgar Martínez, Jim Rice, etc., alargaron sus brillantes carreras, logrando grandes números, algunos alcanzando su ingreso al Salón de la Fama.
Ron Blomberg consiguió llegar a Cooperstown más de 40 años antes, bueno… al menos lo hizo su bat.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com