RELATOS BEISBOLEROS 2

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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
RELATOS BEISBOLEROS 2
Por Héctor Barrios Fernández

Para demostrar que estaban decididos en la búsqueda de un nuevo estadio, los Dodgers de Brooklyn jugaron siete de sus juegos como locales en el Roosevelt Stadium en Jersey City, N. J. en 1956.

Tiempo después el dueño de los Dodgers Walter O’Malley vendió su estadio el Ebbets Field con el fin de incrementar la presión al gobierno de la ciudad en la búsqueda de uno nuevo.
La ciudad propuso la construcción de un complejo deportivo en Brooklyn por 30 millones de dólares pero el proyecto no prosperó y los Dodgers mudaron a Los Angeles al finalizar la temporada de 1957 y con ellos los Gigantes partieron a San Francisco.

El receptor canadiense zurdo para batear Jay Justin jugando para los Oil City de Corsicana en la Liga de Texas, el 15 de junio de 1902 conectó 8 cuadrangulares y produjo 17 carreras en el encuentro de ese día.
En ese juego su equipo pegó 21 cuadrangulares y anotaron 51 carreras en un estadio en el que la barda del jardín derecho estaba solamente a 250 pies del home.
Justin jugó durante 9 temporadas en Grandes Ligas con diferentes equipos y en 1,536 veces al bat solamente conectó 6 cuadrangulares.

En la historia de las Series Mundiales ha habido lanzadores que han obtenido tres victorias en la misma Serie mientras conducían a su equipo a ganarla.
Entre el selecto grupo hay uno que destaca.
En 1905 el miembro del Salón de la Fama Christy Mathewson tuvo la más grandiosa Serie Mundial para un lanzador.
Lanzando en los juegos 1, 3 y 5 Mathewson no solamente llevó a la victoria a su equipo Gigantes, sino que las tres victorias fueron por blanqueada, en otras  palabras no permitió que le anotaran carrera alguna.
Aceptó solamente 14 hits en 27 innings lanzados.
De manera por demás impresionante solamente regaló una base por bolas ponchando a 18 bateadores.
Además solamente permitió que un jugador de los Atléticos le repitiera de hit.
Christy Mathewson consiguió 373 triunfos en su carrera, sin contar estas tres blanqueadas.

En 1951 faltando poco menos de dos meses para concluir la temporada, los Dodgers de Brooklyn sacaban 13 ½ juegos de ventaja a los Gigantes de New York.
Sensacionalmente los Gigantes alcanzaron a los Dodgers y terminaron la temporada empatados en primer lugar.
En aquellos tiempos no habían series de postemporada como ahora y se hizo necesaria pactar una serie de tres juegos para decidir al campeón de la Liga Nacional.
Llegaron al noveno inning del tercer juego con los Dodgers ganando 4-2.
En la última oportunidad al bat de los Gigantes pusieron dos corredores en base, vino Bobby Thomson a tomar su turno y se llevó la barda del jardín izquierdo para dejar tendidos en el terreno a los Dodgers y fuera de la Serie Mundial.
Según Russ Hodges cronista de los Gigantes, fue el “disparo que se escuchó alrededor del mundo”.

En el 2019 se enfrentaron los Astros y los Yankees para definir al campeón de la Liga Americana.
La serie estaba 3-2 a favor de los Astros.
En el sexto juego Houston ganaba 4-2 cuando los Yankees empatan en la apertura del noveno inning.
En el cierre el relevista estrella de los Yankees Aroldis Chapman rápidamente sacó los primeros dos outs, enseguida otorgó base por bolas a George Springer para que viniera José Altuve y se volara la barda para una sensacional victoria de los Astros y enviar así a los Yankees a su casa a descansar hasta la siguiente temporada.
Los Astros fueron a la Serie Mundial para perderla ante los Nacionales de Washington 4 juegos a 3.

El 23 de septiembre de 1957 le faltaban 6 juegos al calendario, los Cardenales perseguían muy de cerca a los Bravos entonces de Milwaukee.
Los dos equipos se enfrentaron en Milwaukee y los Cardenales no cedían terreno, llegaron empatados a dos carreras al cierre del inning 11.
En ese turno de los Bravos, Red Schoendienst que después sería manejador de los Cardenales, fue dominado con elevado al central para el primer out, enseguida Johnny Logan conectó sencillo, el peligroso Eddie Mathews fue dominado con otro elevado al centro, turno para Hank Aaron quien sin contemplaciones se voló la barda por todo el jardín central produciendo dos carreras para que los Bravos se coronaran y fueran a la Serie Mundial que le ganaron a los Yankees 4 juegos a 3.

Otro tablazo de este calibre lo conectó Aaron Boone.
La serie de campeonato entre los Yankees y los Medias Rojas llegó hasta el séptimo juego en el 2003.
En el estadio de los Yankees, éstos vinieron a batear al cierre del inning 11 cuando el marcador decía empate a 5 carreras.
A estas alturas el asunto ya era entre los relevistas.
Mariano Rivera por los de New York y Tim Wakefield por los de Boston.
Wakefield venía por su segundo inning de trabajo.
Al primer bateador que enfrentó en ese inning 11 fue a Aaron Boone quien sin más se encontró cómodo con un lanzamiento del nudillero Wakefield y lo depositó atrás de la barda para que los ex Highlanders ahora Yankees dejaran en el terreno a los odiados rivales de Boston que antes de ser Medias Rojas, fueron conocidos como los Americans.
Los Yankees fueron a la Serie Mundial de ese año solamente para perderla 4 juegos a 2 ante los sorprendentes Marlines de la Florida.
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