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ESTRELLAS DEL BÉISBOL
PEÑA BEISBOLERA DE ENSENADA
Por Héctor Barrios Fernández

“Hay tres cosas importantes en mi vida.
Dios, mi familia y el béisbol, pero, cuando la temporada empieza, el orden cambia un poco”.
Alan Gallaher.

Me confieso ante Ustedes que, a decir verdad y desconociendo las razones, los deportes son una de las actividades humanas que desde mis primeros años de existencia me han atraído y he tratado de guardar respeto por cada una de ellas, sean atletismo en cada una de sus pruebas, básquetbol, fútbol, vólibol, box, gimnasia, tenis, natación y todo el universo deportivo.
No he podido evitar esconder mi inclinación hacia el béisbol, que también desconozco la razón de tal preferencia.
Desde aquella experiencia que he contado infinidad de ocasiones cuando aproximadamente a los cinco años de edad pregunté que si qué hacían esos señores que corrían y reían en un terreno baldío y me contestaron que jugaban béisbol.
A partir de ese momento esa palabra no solamente se metió para siempre en mi cerebro, sino en todo el torrente sanguíneo.

En cuanto tuve la edad, a invitación de mis amigos, vecinos, compañeros de escuela y en donde se pudiera, comencé a practicar el béisbol, soñando que algún día jugaría en Grandes Ligas, sin embargo, aclaro que nunca tuve los resultados de éxito deseados, ya que Diosito, la naturaleza o quien sea, no me concedió las facultades para brillar en este deporte que tanto ha llamado mi atención.

En los casi cincuenta años de practicar el béisbol y su primo hermano el sóftbol, por supuesto que tengo algunas anécdotas; dos de ellas muy parecidas, una a la del legendario Casey Stengel cuando yo, actuando en un juego no sé cómo le hice pero conecté seis hits en seis turnos, los conocedores que me vieron, después del juego comentaron que por fin había nacido el nuevo Federico “Lico” Arce, gloria del béisbol amateur ensenadense, bajacaliforniano y mexicano, pero también como decía Stengel; en los siguientes juegos me encargué de desengañarlos.
En otra historia, una noche mi manejador durante el juego me mira sentado en la banca, tal como era habitual en mí y como a Bob Uecker, miembro del Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, me dice con voz de mando: “Héctor, entrarás de emergente, toma un bat y ve y acaba con este rally.”
Con esto les quiero decir que mi paso por los deportes fue más oscuro que un hoyo negro en el universo.

Así transcurrieron rápidamente mis años en el béisbol, pero siempre poniendo atención, tratando de averiguar y entender los secretos que encierra.
Escuchando a los que más saben, viendo detenidamente y analizando el por qué de las jugadas y las reglas, sobre todo leyendo cuanto cayera en mis manos.
Muy bien sé que no ha sido ni será suficiente.

El destino quiso que un día no solamente conociera al miembro del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, del Pabellón de la Fama del Caribe, del Salón de la Fama del Deporte Sonorense, del Salón de la Fama de los Yaquis de Ciudad Obregón y otras distinciones, al señor Alfonso Araujo Bojórquez, conocido como “El Maestro de la Crónica”, inmediatamente nació una sólida amistad que afortunadamente perdura hasta nuestros días, después vinieron el señor Rogelio Escobar Zaragoza (QEPD), una institución en la narrativa beisbolera regional, hasta convertirse en cronista de Grandes Ligas y así fueron llegando el Lic. Jesús A. Rubio, cronista e historiador del béisbol, Ronnie Camacho, hombre récord del béisbol mexicano, Antonio Elizarrarás Corona, quien fuera Directivo de la famosa revista Superhit, el Dr. Carlos Rodríguez Candila (QEPD), prestigiado Cardiólogo en el Estado de México, hombre culto y gran aficionado al béisbol, Carlos Castillo Barrio, gran cronista de los Leones de Yucatán, perteneciente al Salón de la Fama Yucateco, el prestigiado Dr. Vicente Arturo Carranza Fernández, con quien también me une una gran amistad y quien ha vuelto a “la vida” a tantos y tantos peloteros lesionados, la revista local “Ensenada Béisbol”, “Hermosillo Béisbol” y Cuarto Bat a nivel nacional.
Todos ellos y muchos otros animándome a escribir y compartir la basta historia del béisbol.
Enseguida mi hijo Paco, creando www.beisboldelosbarrios.com sin fines de lucro, para que sirviera a la vez de archivo de los escritos y una manera de ponerla a disposición del público y así contribuir a la difusión y compartir parte de la historia beisbolera.

Luego llegaron invitaciones de amigos para formar parte de la Peña Beisbolera de Sonora, de Guaymas, de Guadalajara, el Comité Pro Fernando Valenzuela a Cooperstown y otros importantes grupos, sin dejar de mencionar la invitación a incorporarme a los cincuenta y cuatro miembros del Comité Elector del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano que con sede en Monterrey, Nuevo León, preside el Ing. Francisco Padilla Dávila.
Y así recibiendo invitaciones para participar en eventos de aquí y de allá. Finalmente aparecen programas locales como “Detrás de Home” de nuestro buen amigo el ameritado Profr. Marco A. Amador, también la página “Double Play” de mi ex alumno de la primaria Raúl Obeso Olachea ahora convertido en gran cronista, otros como “La Peña Beisbolera de Naranjeros Radio”, “DeporteRey” de nuestro amigo Francisco Javier Reyna en Monterrey, lo mismo que el experimentado cronista Pepe “Monterrey” González con su gustado programa “Pláticas de Béisbol”, además de otros que de momento escapan a mi memoria y finalmente la invitación de mi buen amigo el distinguido periodista Ángel Domínguez Niebla para incorporarme al grupo de colaboradores de el periódico local “El Vigía” en donde al momento de redactar este trabajo vamos camino a los cuatrocientos artículos beisboleros publicados y hasta que me aguanten.

Durante todo este trayecto y de diferentes partes del país se me preguntaba que si en Ensenada, aparte de la aportación de grandes jugadores al béisbol nacional, de la existencia de los multi campeones Marineros, antes de los Tigres y Delfines y las Ligas locales, qué más había en cuanto a béisbol en nuestra ciudad, quizá existiría un Salón de la Fama, ya no digamos del béisbol sino del deporte en general, un estadio digno de la afición porteña o alguna Peña Beisbolera que rescatara y llevara cuenta de la historia del béisbol local, además de rendir homenaje y recordar a las leyendas del béisbol ensenadense.

A falta de todo o casi todo eso, fue que tomando el papel como miembro del Comité Elector del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano y participante de los grupos mencionados, en pláticas de café con amigos como los experimentados beisbolistas Francisco “Guapo” Higuera, Marco Antonio Amao y Ramón Meza Murillo, decidimos fundar el 14 de septiembre del 2022 lo que hoy se conoce como la Peña Beisbolera de Ensenada, que hasta hoy bastante ruido y polvo está levantando en la región.

Inmediatamente después se fueron incorporando personajes ampliamente conocidos en el ámbito beisbolero local como el Profr. Marco A. Amador Ojeda, convertido en excelente cronista local, el mexicalense Dr. Jesús Armando “Conejo” Cervantes Angulo, gloria del béisbol amateur nacional, Quim. Jesús “Coqui” Cobos García, dirigente y promotor del béisbol, Lic. y ex beisbolista profesional Rubén García Domínguez, Jorge “Zapato” Murillo Salgado, beisbolista y softbolista de toda la vida, el destacado cronista Raúl Obeso Olachea, los ex beisbolistas profesionales Luis Peralta Espinoza y Amado Peralta Núñez así como el también deportista de élite Lic. Mario Pérez León.

Todos ellos entusiastas y valiosos elementos, ahora destacados miembros de la Peña Beisbolera de Ensenada, quienes en la medida de sus posibilidades de tiempo y otros recursos, aportan su basta experiencia para que sin la intención de querer ocupar el lugar de nada ni de nadie pero a falta de un Salón de la Fama en Ensenada, se rinda reconocimiento a las leyendas del béisbol local y regional, así como también lo hacen en la vecina comunidad de El Sauzal de Rodríguez con su Muro y próximamente Salón de la Fama del Deportista Sauzaleño, el cual es sostenido y manejado por entusiastas habitantes y simpatizantes de esa comunidad pesquera perteneciente al municipio de Ensenada.

Hacemos votos porque en un futuro cercano, por fin la autoridad correspondiente tome el liderazgo que le asiste y haga lo necesario para que se cristalice el tan llevado y traído Salón de la Fama del Deporte en Ensenada.
Cierto es que como ciudadanos, no es justo ni sano dejar que todo nos caiga del cielo o se realice por parte de los gobiernos en turno, sino que debemos unir esfuerzos para la realización de los objetivos y necesidades, esta es una de las razones que motivaron y movieron a los elementos de la Peña Beisbolera a fundarla y sostenerla.

Porque como Thomas Alva Edison, “debemos decidir una vez en la vida si nos lazamos a triunfar y nos unimos a la marcha o nos sentamos a ver el paso de los triunfadores”.
Por esa razón invitamos a los interesados para que se acerquen a los miembros de la Peña y en un marco de respeto a los principios del grupo, manifiesten su deseo de ser partícipes de esta pionera agrupación.
Deseamos que así como esta asociación beisbolera, surjan más Peñas en el resto de los deportes practicados en el municipio de Ensenada, que es una de sus riquezas.
También haciendo eco en lo expresado por Ray A. Kroc ex dueño de los
Padres de San Diego y las famosas hamburguesas McDonalds, “hay que presionar, porque nada en este mundo toma el lugar de la persistencia”.

Hasta hoy en su corta existencia, la Peña Beisbolera de Ensenada ha tenido a bien rendir reconocimiento por su trayectoria deportiva y aportación al béisbol a:
Ángel Ricardo Domínguez Niebla, Daniel Garibay Bravo, Luis Peralta Espinoza, Godofredo Lenín Amador García, Luis Carlos Joffroy Núñez, Amado Peralta Espinoza, Gorgonio Avilés Flores, Carlos “Calín” Verdugo Hernández, Enrique Moctezuma Cabrera, Dr. Vicente Arturo Carranza Fernández y Cuauhtémoc Sández Santiago, teniendo en lista de espera como candidatos una larga fila de leyendas.
La Peña Beisbolera de Ensenada agradece a todos los grupos, organizaciones, medios de comunicación e instituciones como la Liga Municipal de Béisbol de Ensenada y sobre todo al aficionado local porque con su aceptación y apoyo contribuyen a la solidez del citado Club Beisbolero.
Si bien es cierto que el humano por naturaleza es un ser político, en la Peña Beisbolera hemos procurado mantenernos al margen de cualquier movimiento u organización política o religiosa, respetando opiniones, maneras de pensar de cada individuo y dentro del marco de sana convivencia, respeto, pluralidad e inclusión, mantener un lenguaje amigable y de unión.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com